Muy recomendable para saber con quién nos la estamos jugando. En estos tiempos impíos,  donde hasta  Spiderman es gay, hay que estar prevenidos: cualquiera puede ser marica. Así que para protegernos de semejante epidemia he hallado los siguientes consejos de actitudes y comportamientos a evitar para que todos tengamos a salvo nuestra retaguardia:

1 - Llegar a los 30 sin tener barriga. ¡Seguro que es gay!. No hay nada más que decir.  

2 - Comer "chups" y otras cosas de esas que se chupan. Las únicas cosas que un hombre de verdad puede chupar son las patas de cerdo, los huesos de pollo, las cabezas de los  langostinos, las patas de cangrejo y cualquier otro tipo de marisco. Todo lo demás que se chupe son mariconadas y punto.

3 - Tener gato. Sólo un homosexual consumado tendría gato. Un gato es como un perro pero en maricón: tiene sentido común, se lava con su propia lengua, come pescado y nunca se emborracha. Es decir, el hombre que tiene un gato en casa vive en una profunda relación homosexual. Fíjense que a un perro se le llama con dignidad masculina: "Sandocán, huevón, ven aquí!", pero a un gato..."Bsss-bsss-bsss-bsss-bsss, ven bonito"... ¡Ridículo!

4 - No ir de caza porque no hay sitio para cagar: Un hombre caga donde más le apetece. Quien nunca ha experimentado avistar un animal con los calzoncillos bajados no sabe lo que es ser un hombre. Lo que las mujeres no saben es que ir a cazar es en verdad una excusa para los hombres para mear por todo el campo y así marcar el territorio.

5 - Mirar el buzón del correo todos los días: De maricas. Un hombre llega a casa después de ocho horas de duro trabajo y tres de tomar cubatas con los colegas, cansado, sudado y medio pedorro... así que... ¿qué piensan que es lo primero que hace? ¿Mirar el correo?  ¡Por el amor de Dios!... Un hombre sólo mira el buzón si le cortan el agua, la luz o el teléfono. Además, ¿han visto las llaves de los buzones lo pequeñas que son?. Vean que no están hechas para los fuertes dedos masculinos. Son solo para chicas y afeminados.  

6. Pedir descafeinados, café con leche descremada o similares: ¡Maricón!. A ver, ¡un café es un café!. Es fuerte, intenso, aromático.... ¡es masculino!. Las únicas cosas que se le pueden añadir al café son leche entera, coñac y whisky, y todo lo demás son cosa de hembras. Donde se ha visto "oye compadrito, ¿me das un cortadito con leche descremada?"... ¡Mariconazo!.

7. Saber el nombre de más de cuatro pasteles o tartas: Un hombre sólo conoce, como mucho, la tarta de chocolate, el panqueque, el alfajor y la milhojas. Lo suficiente para poder desayunar y tomar postre a la hora de comer. Dónde se ha visto que un "hombre" como Dios manda entre en una pastelería y diga "Disculpe, ¿me podría poner una frasier, una mousse de lúcuma y un Éclaire?". Vamos, con 12 equipos en primera división y 24 jugadores en cada equipo... ¿a quién le queda sitio en la memoria para recordar los nombres de los dulces?.

8. Ir a la feria del libro... ¡M-a-r-i-c-a!. ¿Para qué gastarse los reales que nos quedan en libros cuando se puede ir a una feria agrícola y montarse en un tractor?. Una feria de hombres es levantarse aun adormilado a las siete y media de la mañana, ponerse los zapatos e irse para una feria en Mamacona, a una de carros, una de deportes extremos en el Sur o a una corrida de toros. Una feria de hombres significa cervezas, cosas que manchen, risas, pedos y eructos, y jamás es pasarse el día entre libros y sus amanerados autores firmándolos.

9. Conducir con las dos manos: Gay. Si  los "cowboy"s consiguen atar con el  lazo a los bisontes con una sola mano... ¿por qué un hombre ha de precisar las dos para agarrar el volante? El último sitio donde un hombre precisa tener dos manos es precisamente el volante. Las manos al  volante solo para dos cosas: adelantar o tocar la bocina, para el resto la mano derecha ha de estar libre para poder sintonizar el partido en la radio, hablar por el celular, agarrar la cerveza y sobretodo para meter mano a la hembra que va al lado.

10. Mirar la fecha de caducidad de los alimentos en el supermercado: De hembritas. Un hombre no mira esas cosas porque es inmune a los alimentos caducados. Como se ha dicho es una máquina autosuficiente en salud, y unas salchichas caducadas o un filete de pollo un poco pasado son beneficiosas para la fauna intestinal masculina. Por no hablar de los que tocan los tomates, los pimientos, etc., en el supermercado para ver el estado... ¡Maricas!

Después de leer esto, supongo que quien lo ha leído no se ha horrorizado, ¿no?... ¿pues si?... entonces es un ¡MARICONAZO!