El cuento de la tortuga en el poste.

Un joven empresario está paseando por una plaza y decide tomar un descanso y refrescar su mente. Se sienta en un banco, y al lado hay un señor de más edad y naturalmente comienzan a conversar sobre el país, el gobierno y fatalmente, ¡sobre Kirchner! El señor le dice al empresario:

- ¿Sabe?... Cristina es una tortuga en un poste. Después de unos segundos, no entendiendo lo que quiso decirle, el empresario le pregunta:

- ¿Qué significa eso de una tortuga en un poste?

El señor le contesta:

- Si ud. Va caminando por el campo y ve arriba de un poste de alambrado, una tortuga haciendo equilibrio encima... ¿Qué se le ocurre?

Viendo la cara de incomprensión del empresario, le explica:

1- Usted no entiende cómo llegó ahí.
2- Ud no puede creer que esté allí.
3- Ud sabe que no pudo subir allí solita.
4- Ud está seguro que no debería estar allí.
5- Ud es consciente que Ella no va a hacer nada ÚTIL mientras esté allí.
6- Ud. sabe que cualquier mal movimiento la puede hacer caer de allí

Moraleja: Lo único sensato sería............................?????????????????????

MÉDICO 

Un hombre caminaba por una calle oscura, y lo para un ladrón enmascarado que arma en mano le dice: 

- ¡Dame todo lo que tengas o te cago a tiros!... ¡Dame el reloj! ... A ver, dame tu billetera! ¡Ya, o te quemo!  Nuevamente accede y entrega una billetera de plástico, imitación Louis Vuitton, con diez pesos en su interior y una tarjeta telefónica prepaga.

- ¡Pero vos no tenés vergüenza: sos más trucho que una moneda de tres mangos, flaco! Tenés el celular más barato y viejo del mercado, lo poco que tenés que parece bueno es falso y no tenés un puto mango en el bolsillo... ¿A qué te dedicás?

 - Soy médico...

 Y el ladrón, sacándose la máscara, exclama:

 -¡No jodás!! ¿De qué promoción? 

Billetes...

Mientras sobrevolaba la zona de los incendios en compañía del Ministro Aníbal Fernández y la Secretaria de Medio Ambiente Romina Picollotti, la Presidente Cristina Fernández expresó el siguiente deseo:

- Voy a arrojar este billete de $100 para hacer feliz a la persona que lo encuentre.

Cuando estaba a punto de lanzarlo al vacío, la detuvo el ministro Fernández con la siguiente argumentación:

- Me parece que convendría arrojar dos billetes de $50 para que la felicidad sea compartida por 2 personas.

Estuvieron todos de acuerdo, y en el preciso instante en que Cristina se disponía a lanzarlos la Picollotti intervino:

-¿Y si en vez de 2 billetes de $50 arrojamos 5 de $20 para hacer felices a 5 personas?

Coincidieron los tres en la razonabilidad de la propuesta, pero cuando se disponían a lanzar los 5 billetes el piloto del avión, que estuvo escuchando todo lo dicho, propuso:

- ¿Por qué no se arrojan Uds. tres y hacen felices a 40 millones de personas?

Ultimo deseo.

Don Anselmo, un hombre de campo, honrado y trabajador, estaba en su lecho de moribundo, aquejado por un mal que había minado casi totalmente sus fuerzas. Ya ni las noticias de aumento de retenciones que apenas escuchaba de la vieja radio, lo conmovían.  

De pronto ¡algo lo conmovió! Hasta el fondo del rancho llego el aroma de tamales recién hechos, fresquitos... Para él no había nada mejor en el mundo que los tamales de su mujer La Chepa.    
  
Haciendo un esfuerzo sobrehumano, se tiró al piso de tierra y se arrastró hasta la parte delantera del rancho. Allí La Chepa sudaba la gota gorda y el Anselmo, empezó a percibir de cerquita el vapor que portaba el aroma a masa de maíz, carne de puerco y de pollo que desde la cocina emanaba.

Llego hasta la mesa de madera en la que se encontraban extendidos los suculentos tamales, se irguió asiéndose a la pata de la mesa que era muy sólida, estiró la otra mano y tomó uno. Lo miró embelesado ¡el esfuerzo se había visto coronado! Era como cumplir el deseo del condenado a muerte. 

En de repente: ¡Zas! El cucharón con enorme fuerza, se estrelló contra su cabeza. Cayó al piso temblando y el tamal voló por el aire. Con el resto de fuerzas que le quedaba, muy pocas por cierto, se dio vuelta y vio a la Chepa con el cucharón en la mano. En un estado como de ensoñación escuchó su voz exclamando:

- “Ni se te ocurra, carajo. Son p’al velorio”

La vagina.

-¿Ud. tiene vagina?

La mujer disgustada le cierra la puerta en la cara. A la siguiente mañana vuelve el mismo hombre y le hace la misma pregunta:

-¿Ud. tiene vagina? Ella le cierra la puerta en la cara nuevamente. A la hora que llega su esposo le cuenta lo que está sucediendo en los últimos dos días. El marido le dice a su mujer con una voz amorosa y condescendiente:

- Amorcito mañana no tengo que trabajar, así que avísame si aparece nuevamente ese hombre. A la siguiente mañana otra vez tocan la puerta y ambos corren a abrir, pero el marido se detiene y le susurra a la esposa:

- Amorcito voy a esconderme detrás de la puerta para escuchar lo que te dice y si es el mismo tipo quiero que le respondas que 'sí' para saber que quiere contigo.

- OK-  dice ella y abre la puerta y era el mismo tipo que le pregunta:

-¿Ud. tiene vagina?

- Sí.... responde ella.

- Excelente!!!!! -contesta el hombre- Por favor si no le importa, ¿podría decirle a su marido que deje de usar la de mi mujer y empiece a usar la suya?

Reenvía este Bolinfo Under a las personas que creas que les vaya a interesar, o si prefieres puedes suscribirla mandándome su dirección electrónica a . 

Los Bolinfos Under también los puedes leer desde bolinfodecarlos.com.ar . Se autoriza su reproducción total o parcial mencionando la fuente. También puedes enviarme artículos o lo que desees para incorporar a los Bolinfos. Si no quieres recibir más los Bolinfos responde a este e-mail indicando "Remover" en el subject o asunto.

Humor