Bolinfo Under del 06  - 07 - 07

De Contadores.

Definición de Contador Público: Alguien que le resuelve un problema que usted no sabía que tenía, en una forma que usted no entiende.

¿Qué es un auditor? Un contador que ha perdido su sentido del humor.

¿Por qué algunos contadores deciden volverse auditores? Porque encuentran muy emocionante leer el libro diario.

¿Qué sufren los contadores, a diferencia de los demás seres humanos? Depreciación.

Si la mujer de un contador no puede dormir, ¿qué dice? Mi amor, cuéntame como te fue en tu trabajo hoy.

¿Por qué un Contador no puede contar ovejas para dormir? Porque la última vez perdió a dos y se demoró tres horas en poder justificarlo en las conciliaciones.

¿Qué es para un contador?:

La amante: Una reserva oculta.

La amiga: Activo disponible.

Las cuñadas: Reservas de capital.

La despedida de soltero: Cierre de ejercicio

La esposa: Pasivo fijo.

El esposo: Bolsa de valores

Los hijos: Aplicaciones y equivalentes de efectivo.

Los hijos naturales: Cuentas de orden.

La novia: Inversión

La señora esperando un bebé: Producción en proceso

La suegra: Activo despreciable

¿Cómo se les dice a los hijos de los contadores? Resultado de ejercicios anteriores.

¿Cuál es el colmo de un Contador? Que el novio de su hija no le cierre.

¿Qué usa un Contador para control de la natalidad? Su propia personalidad

¿Por qué el Contador cruzó la calle? Para aburrir a la gente en la otra vereda.


Investigación Gallega.

La aviación norteamericana desarrolló un ingenioso dispositivo que buscaba probar la resistencia del vidrio del parabrisas de aeronaves cuando se chocaban con aves en vuelo y consistía en una especie de cañón que disparaba un pollo muerto en dirección al vidrio del avión a testear.

El disparo era exacto y reproducía la velocidad con la cual un ave alcanzaría el avión en vuelo. Si el parabrisas resistía la prueba de impacto del ave, entonces soportaría una colisión con un pájaro en un vuelo real. El dispositivo funcionó perfectamente con centenares de pruebas efectuadas en los Estados Unidos.

En Galicia, estudiosos de un proyecto de tren bala para el país, se interesaron por el cañón de pollos, pensando en aplicar la idea a los parabrisas de su nuevo tren de Alta Velocidad. Entraron en contacto con los norteamericanos, consiguieron un cañón prestado y procedieron a efectuar las pruebas.

En el primer tiro, el pollo reventó el vidrio frontal del tren, quebró el panel de instrumentos, estropeó la silla del ingeniero, hirió a dos técnicos y voló hasta el fondo de la locomotora, estrellándose en la pared trasera y dejó un profundo agujero en la chapa.

Los ingenieros gallegos quedaron completamente perplejos con el sorprendente y violento resultado.

Documentaron la escena en detalle, produjeron fotos digitales, grabaron declaraciones de testigos oculares, elaboraron documentos técnicos y enviaron toda la información a los Estados Unidos, preguntando qué era lo que habían hecho mal. Los técnicos estadounidenses estudiaron cuidadosamente la documentación recibida y respondieron en un e-mail seco y directo:

"DESCONGELEN EL POLLO"


El Ventrílocuo.

Un ventrílocuo, de viaje por el interior, se encuentra con un gaucho sentado al frente de la tapera. Está tomando mate con su perro a los pies y algunos animales en el fondo. Después del saludo inicial se produce el siguiente diálogo:

Ventrílocuo: Lindo perro. ¿Le importa si hablo con el?

Gaucho: ¡Los perros no hablan!

Ventrílocuo: ¿Qué tal perro, todo bien?

Perro: ¡Bah, no estoy mal!

Gaucho: (mirada de enorme espanto)

Ventrílocuo: ¿Este es tu dueño? (señalando al gaucho)

Perro: Así es.

Ventrílocuo: ¿Qué tal te trata?

Perro: No me quejo. Me saca a pasear dos veces por día, me da comida y me lleva a la cañada a jugar una vez por semana. No lo paso mal.

Gaucho: (mirada de enorme incredulidad)

Ventrílocuo: Lindo su caballo. ¿Le importa si hablo con él?

Gaucho: ¡Los caballos no hablan, canejo!

Ventrílocuo: ¿Cómo viene la mano, caballo, todo en orden?

Caballo: Todo tranquilo, gracias.

Gaucho: (boca abierta y mirada de inmenso asombro).

Ventrílocuo: ¿Este es tu dueño? (señalando al gaucho).

Caballo: Efectivamente.

Ventrílocuo: ¿Y qué tal te trata?

Caballo: No está mal, no está mal. Me cuida bien, me da alfalfa de primera, me cepilla todos los días, me deja en el establo los días de lluvia o frío. No me puedo quejar, la verdad sea dicha.

Gaucho: (totalmente impresionado y con los ojos como el dos de oro).

Ventrílocuo: Linda su OVEJA. ¿Le importa si hablo con ella?

Gaucho: (gesticulando desesperadamente y apenas consiguiendo hablar), le dice:

- LAS OVEJAS SON TODAS UNAS MENTIROSAS!!!!!!!!


Un test muy fácil

Sale un aviso solicitando dos empleados para una oficina. Se presentan Manolo y José. Ya en la sala de espera, hacen pasar a José a una pieza y el encargado del examen le dice:

- Este es un test muy fácil, usted sólo tiene que contestar una pregunta: ¿Qué es de cuero, viene de a dos, tiene suela y se usa para caminar?  

Manolo pone gesto analítico y a los diez minutos pregunta: "¿Tiene cordones?  

- ¡Sí, hombre, tiene cordones!", contesta enojado el encargado.  

¡Zapato!  exclama Manolo.  

Muy bien, el trabajo es suyo.  

Manolo sale y le cuenta a José:    Esto es una pavada, me pregunta qué es de cuero, con suela y con cordones, por supuesto que es zapato.  

Pasa José convencido de lo fácil del examen y el empleado le pregunta:  

- ¿Qué tiene cuatro patas, es de madera y se usa todos los días para comer?   

José piensa media hora y pregunta:   ¿Tiene cordones?

¡No, animal, como va a tener cordones!  

Ya sé, ¡mocasín!


Dios y Noe.

Aproximándose el año, el Señor bajó a la Tierra y así le habló a Noé:

- Noé, dentro de seis meses haré llover cuarenta días y cuarenta noches, hasta que toda la Argentina sea cubierta por las aguas y los pecadores sean destruidos. Solo voy a salvarte a ti, a tu familia y a una pareja de cada especie animal viviente en la Argentina. Te ordeno construir un arca  y ocuparte de reunir a los animales para que en seis meses estén todos aquí, en este mismo lugar, listos para embarcar.

- Pero, Señor... - intentó argumentar Noé Spadacqua, un humilde carpintero de la zona del Delta.

- Haz lo que te ordeno, Noé!! - bramo el Señor. - En este país, la perversión, la corrupción y la injusticia han alcanzado un grado intolerable. El ansia de poder y de riqueza han hecho olvidar mis enseñanzas. Han dejado de lado el amor al prójimo y el respeto a Dios. Les  voy a dar un castigo ejemplar.

- Haré lo que tú ordenas, Señor - dijo Noé, que era un hombre extraordinariamente recto, bueno y piadoso, como ya casi no se ven sobre la Tierra.

Pasaron seis meses, se oscureció el cielo y comenzó el diluvio. El Señor se asomó entre los negros nubarrones y pudo ver a Noé llorando amargamente en la puerta de su casa. Ningún arca estaba construida y sólo unos pocos animales vagaban alrededor de su humilde vivienda.

- ¿Dónde está el arca, Noé?, preguntó Dios, enfurecido.

- Perdóname, Señor - suplicó el pobre hombre, - hice lo que pude pero encontré grandes dificultades:

Para construir el arca tuve que gestionar un permiso, autorizar los planos y pagar impuestos altísimos. Después, me exigieron que el arca tuviera un sistema de seguridad contra incendios, lo que sólo pude arreglar sobornando a un funcionario. Algunos vecinos se quejaron de que estaba trabajando en una zona residencial, y en eso perdí un tiempo precioso, pues en la Intendencia, para habilitarme, pretendían una contribución a la campaña de reelección del Intendente.

Pero el principal problema lo tuve para conseguir la madera, pues en el Instituto Forestal Nacional no entendían que se trataba de una emergencia y me dijeron que sólo había madera disponible para las embarcaciones incluidas en un decreto que no contempla la construcción de arcas.

Luego, apareció el Sindicato que, apoyado por el Ministerio de Trabajo, me exigía dar empleo a sus carpinteros afiliados. Además, durante el trabajo, uno de los carpinteros se enfermó, la ART a la que estaba afiliado le dijo que la ebriedad no es una enfermedad, y el juicio me lo inició a mí, por considerar que la cobertura que no le daba el seguro tenía que cubrirlo yo.

Mientras tanto comencé a buscar a los animales de cada especie y tropecé con el problema que, si no es para un zoológico, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca obliga a llenar formularios y pagar impuestos que se me hacían imposibles de afrontar.

Obras Públicas, por su parte, me exigió un plano de la zona a inundarse, y cuando les envié un mapa del país, me iniciaron un proceso por desacato. Por ultimo, la DGR y la AFIP-DGI me hicieron un allanamiento, apoyados por la Gendarmería, en busca de no sé qué, y me desbarataron lo poco que había logrado avanzar en la construcción del arca...

Después, apareció un señor Montoya que me exigió comprobante de pago de Ingresos Brutos por los últimos sesenta años, y como yo no los tenía (tengo 38 años) me embargó las cuentas de los bancos, los cheques que  había girado para pagar las maderas que vinieron de vuelta, y el aserradero me cortó el crédito.

Un día me visitaron inspectores de la ANSES y me pidieron que presentara el pago de todas las jubilaciones del personal que estaba trabajando, y me multaron porque la ferretería que me vende los clavos tenía un cadete en negro, y el abogado que me iba a defender me pidió 20.000 pesos de anticipo, ya que el trabajo en negro está severamente castigado.

Poco tiempo después, la Unión de Constructores de Embarcaciones de Placer me inició un juicio por competencia desleal, pues entendían que mi arca era recreativa, a pesar de que les hice notar que nadie, a su placer, se iba a embarcar con pumas, zorrinos, gatos onzas etc. El Juez se declaró incompetente y estoy esperando una resolución del Procurador General de la Nación (hace cinco meses) para que haga lugar a mi defensa, pues la navegación deportiva y de recreación está fuertemente gravada.

Noé acabó su relato y el Señor nada respondió. Sin embargo, puso su brazo afectuosamente sobre el hombro de Noé y al cabo de pocos instantes la lluvia cesó, el cielo comenzó a despejarse, apareció un sol brillante y un  bello arco iris se desplegó sobre el firmamento.

- Señor, ¿significa esto que no vas a destruir a la Argentina? - preguntó Noé con los ojos esperanzados, aunque todavía llorosos.

- No, Noé - respondió Dios, - no es necesario, Hay un montón de gente que ya se está ocupando de hacerlo.

 


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