La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Los "progres" y el oportunismo.
Por Hugo Sirio

Los "progres" argentinos de fines y principios de siglo, versión moderna de los "hippies" estadounidenses que ya pulularon en nuestra versión criolla en los años 60 hoy día tiene un protagonismo en la vida institucional de la Argentina, que no deja de sorprender por su confusa dirección editorial en los medios y su participación en las esferas gubernamentales. Quizás porque nunca estuve en una onda parecida me cuesta interpretarlos, aun poniendo la mejor de las voluntades.

Todo modelo importado originario de otras culturas, al traducirlo e introducirlo en la tierra pampeana se transforma en al menos una circunstancia grotesca. No me parece bueno imitar, prefiero pasar por "tarado" ante ese grupo circunstancial a convalidar con mi actitud la condición de "imitador trucho y oportunista". No digo que no haya habido en los 60 y ahora en los 2000 movimientos bien intencionados, de ninguna manera. Conocí y conozco seres maravillosos por encima del hábito que utilicen.

Que me perdonen mis amigos con pasado "pseudo-hippies" y los actuales "progresistas", como el reciente sushi, el pragmatismo, la globalización y el celular. Todas una serie de imitaciones que llaman a la sonrisa para no lagrimear. A propósito de los "celulares", no puedo pasar por alto este suceso de actualidad, hemos logrado el "primer lugar" o sea a la cabeza de todas las naciones del mundo capitalista en cantidad de aparatos por habitante, que contradictorio no? No es que la mitad de los argentinos estamos bajo la línea de pobreza, en fin otro "milagro argentino".

Toda esa clase que andaba y hoy se repite por el Instituto Di Tella vestida informalmente, cuando alguien entra con traje, camisa, corbata y pelo corto deben pensar que es de los servicios. Uno piensa que guerra se desató en el país para que se arme semejante embestida. Por ahí alguno nos explica con mucha elocuencia y argumentación, que en realidad estamos asistiendo a la ¿segunda? Revolución latinoamericana... Si nunca la ganamos ni perdido todavía, ¿porqué razón se redoblan cual amebas?

Pero en nuestra Argentina hay "progres" que viven en Coronel Díaz y Santa Fe, mantenidos por sus padres desde siempre, o sea, viviendo de hijos. Los más jóvenes pueden estar de acuerdo con ellos, es normal, "la oposición contra nada" es una estética cultural. Al menos el movimiento hippie de los 60 era creativo y muchas cosas hemos rescatado. Por ello no confundamos: más allá de llevar el pelo largo, barba escasa, aritos y tatuajes o de vestimenta diversa, esos protagonistas reitero tenían talento y explotaron la falta de prejuicios propio de la juventud a favor de expresiones que supo distinguirse con "valores propios".

Algunos desencantados con el modelo progresista y garantista ya se fueron del país, otros están esperando una reacción de los sectores conservadores para consumar una persecución que no existe y pasar a auto-exiliarse nuevamente es España o México, al menos dentro de 20 años recibirán una indemnización importante por parte de los "idiotas" que nos quedamos trabajando de cualquier cosa, sobreviviendo a una instancia que se denomina revolucionaria, que pocos "vivos" la han armado. Sería bueno que los jóvenes se informen y conozcan la "verdadera historia oficial" o al menos saquen sus propias conclusiones antes de quedar pegados otra vez.

Así quedó nuestro país. Los "lúcidos" se dieron cuenta en el 70 de que el único destino posible de la Argentina sería trágico y tremendo. Entonces se fueron muy a tiempo. ¡Qué estupidez! La Argentina creó una "empresa de exportación de cerebros", que recibieron la capacitación gratuita por el esfuerzo de la mayoría del pueblo trabajador. Atiende todo el año porque tiene clientes Vip, son todos aquellos países que saben valorar la capacidad de sus ciudadanos. Eso sí, esta empresa no cobra por el servicio, "vive de lo nuestro o de la nuestra". A pesar de haber invertido millones en educación primaria, secundaria y universitaria en los jóvenes, otros se llevan los réditos sin cargo alguno.

Así no hay negocio, perdón, país que aguante...

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