La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Programa público para estimular la mente infantil.

Por Nora Bär

Un equipo científico del Centro de Educación Médica e Investigación Clínica Norberto Quirno (Cemic), liderado por el doctor Jorge Colombo, creó una herramienta de incalculable valor: nada menos que una "receta" para estimular el desarrollo mental infantil.

La diseñó a lo largo de más de diez años de investigación; primero, en chicos de entre 3 y 5 años provenientes de hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI), y actualmente en alumnos que están a punto de finalizar la primaria provenientes de hogares NBI y con necesidades básicas satisfechas (NBS).

"En el primer caso, los resultados fueron netamente positivos -afirma Colombo, que dirige la Unidad de Neurobiología Aplicada Cemic-Conicet (UNA)-. Fueron comprobados tanto desde el punto de vista del comportamiento como de las imágenes cerebrales. El de los chicos de 12 años es un proyecto actualmente en curso que cuenta con financiación de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Aunque aún no tenemos resultados definitivos, todo indica que podría tener un impacto comparable."

Pasado mañana, Colombo y el doctor Sebastián Lipina, investigador asociado de la UNA, presentarán los fundamentos, métodos y resultados de sus experiencias reunidos en la obra "Hacia un programa público de estimulación cognitiva infantil" (Editorial Paidós, 2005). Si se tiene en cuenta que en 2002 la pobreza alcanzaba en el país al 73,5% y la indigencia al 41,4% de la población menor de 14 años, no es arriesgado postular que este trabajo merecería status prioritario entre las cuestiones de Estado...

Después de verificar que los chicos que provienen de hogares pobres o marginales comienzan su vida con un gran handicap y que en las pruebas de rendimiento cognitivo obtienen puntajes notoriamente menores que los del grupo de referencia, los científicos del Cemic diseñaron un Programa de Intervención Escolar (PIE) que consiste en exponer semanalmente a chicos de entre tres y cinco años a pruebas de resolución de problemas especialmente diseñadas para estimular procesos cognitivos esenciales en el aprendizaje y el comportamiento inteligente, como la planificación, la memoria breve y la inhibición de posibles respuestas incorrectas.

"Estamos evaluando si el programa PIE [que logró que chicos de edad preescolar de hogares NBI superaran su rendimiento inicial y también el de algunos chicos de la población de hogares NBS sin entrenar] puede implementarse en todas las escuelas del país -explica Colombo-.

Una vez que tengamos los resultados del programa piloto que estamos realizando en la provincia de Buenos Aires y en Salta, estaremos en condiciones de confirmarlo. Pero siempre bajo un paraguas: la salvedad de que la complejidad de esta fenomenología es tal que siempre justifica la continuidad de la investigación. Esta irá dando nuevas pautas de qué es más eficaz o más adecuado para una realidad, ya sea escolar o regional."

La intervención pública intentaría estimular los mismos procesos básicos que se desarrollaron en el PIE -en el que los operadores trabajaban en una relación de uno a uno con los chicos-, pero con una metodología que permite incorporar al proceso a grupos más numerosos en dos sesiones semanales de una hora.

"El tema central [para poder implementar el programa masivo] es la formación de recursos humanos -dice Colombo-. Nosotros no nos podemos multiplicar, de modo que la idea es transferir aunque sea conocimientos muy puntuales o conceptos teóricos mínimos a quienes están a cargo de guarderías o jardines maternales y maestros como para que ellos puedan ser los que lo implementen y se autosupervisen. Hemos desarrollado un anteproyecto para esto."

Una de las razones que justifican la aplicación de un programa de estas características es que existen abundantes indicios de que los conflictos hogareños, la tercerización de la educación o una alimentación inadecuada pueden lesionar el desarrollo incluso de los chicos que no se encuentran en situación de vulnerabilidad extrema. "Se podría optimizar el desempeño en ciertas funciones básicas tanto de los chicos NBI como de los NBS -explica Lipina-. Una vez logrado ese efecto, las condiciones posteriores de mantenimiento de lo adquirido dependen de intervenciones continuas, y por lo tanto de políticas, tanto en el nivel global como en la escuela. Porque esos resultados hay que sostenerlos."

Para extender los beneficios del programa de estimulación cognitiva a chicos de escuela primaria, los científicos proponen abordar los contenidos curriculares y analizar si pueden modificarse para presentar a los chicos problemas que estimulen estos mecanismos básicos. "Esto puede llegar a simplificarse si se hace un estudio metodológico de componentes o contenidos que de alguna manera sistemática abordan estos componentes. Es un proyecto de investigación que estamos encarando", acota Colombo.

Y concluye: "Todo depende de la voluntad política que permita canalizar fondos para la formación de recursos humanos".

La presentación será este jueves, a las 19, en la librería El Ateneo Grand Splendid, Santa Fe 1860, 2º piso.

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