La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Douglas Tompkins: Jugando al Monopoly en Sudamérica.

Por Investigaciones Rodolfo Walsh.

La noticia pasó casi desapercibida para los medios argentinos. Los grandes diarios nacionales dejaron de reproducir el cable de Reuters donde se nos informa que el millonario norteamericano Douglas Tompkins continúa acumulando logros en su partida individual de “Monopoly” regional.

En este caso se trata del “santuario” de Pumalín (Chile) que fue “donado” a una "fundación chilena" a través de un fideicomiso, una ingeniería jurídica que se asemeja a la utilizada en su precedente argentino: la Estancia Monte León, que fuera en su momento donada por el “Patagonia Land Trust” ( http://www.patagonialandtrust.org ) [1], para el establecimiento de un Parque Nacional.

Cabe recordar que Tompkins ya ha comprado 800.000 hectáreas en Chile y Argentina, y que en el caso de firmarse un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Argentina y EE.UU., o si “Parques Nacionales” pasara a la esfera privada -como ya se intentara-, la Argentina perdería su soberanía plena sobre dichas áreas de su territorio [2].

"Internado" de Patagonia Land Trust trabajando "ilegalmente" en la construcción de un puente en la Estancia Monte León conjuntamente con trabajadores locales en Febrero de 2003. La foto, así como la fecha y parte de la descripción fueron obtenidos del sitio de Patagonia, Inc. en septiembre de 2004.

Hoy en día ni la foto ni el texto figuran en Internet. Por otro lado el Equipo de Investigaciones ‘Rodolfo Walsh’ ha podido constatar que parte de la pérdida de soberanía ya ha tenido lugar. Concretamente en lo atinente al cumplimiento de las leyes inmigratorias y laborales para extranjeros en el ámbito de la Estancia Monte León.

En entrevista con un empleado de “Patagonia” (Así se identificó el ciudadano norteamericano de Nueva York de visita en la Argentina que, enfundado en ropas deportivas luciendo la marca "Patagonia" por todos lados, exigió que sus datos personales permanecieran como confidenciales) se pudo saber que extranjeros estarían ingresando al país con fines laborales sin haber obtenido a tal efecto la correspondiente visa.

El entrevistado, que se asumió como militante ecológico “radical”, informó que había estado "trabajando" en la Estancia Monte León en el año 2003 mientras mantenía su vínculo laboral con la empresa “Patagonia”, en cuya sede de Nueva York trabajaba en ese momento. Ante la pregunta de si había solicitado la visa laboral para "poder trabajar en la Argentina" contestó negativamente. De hecho sus dichos fueron coincidentes con lo que expresa la página http://www.patagonia.com/enviro/internship.shtml  [3] de dicha empresa.

Santuario "Pumalín" (Chile)

Queda todavía por descifrar porqué Douglas Tompkins ha decidido jugar al Monopoly en esta parte del mundo. Algunos entrevistados han llegado a insinuar que el mismo podría ser el testaferro de los anteriores dueños de vastas extensiones de tierras en la región (La familia Braun era la propietaria de Estancia Monte León) que habrían conseguido de esta manera "despegarse" de la legislación argentina.

Según se ha indagado nada confirmaría esta hipótesis, basada aparentemente en la preferencia del multimillonario norteamericano en comprar tierras en una región donde antes se asentara el imperio Braun / Menéndez / Behety, ya que Tompkins al comprar "también" parte de los Esteros del Iberá habría dado por tierra parcialmente con estas presunciones.

Finalmente cabría preguntarse si no ha llegado la hora de poner un límite a través de la legislación a estas adquisiciones macizas de tierras que podrían, a mediano o largo plazo, llegar a amenazar la integridad territorial de la Nación Argentina.

(A continuación el cable que provocó el comentario de IRW)

Millonario ambientalista estadounidense cumple su sueño en Chile

Reuters América Latina. Por Fiona Ortiz Lunes 22 de Agosto, 2005 4:04 GMT

CALETA GONZALO, Chile (Reuters) - Tras gastar más de 30 millones de dólares y enfrentarse por ocho años con el gobierno y la opinión pública de Chile, un ex magnate estadounidense de ropa convertido en ambientalista cumplió su sueño de crear un santuario de la naturaleza en sus vastas tierras en el sur del país.

En una ceremonia a la entrada de su lluvioso paraíso patagónico, Douglas Tompkins, uno de los fundadores de la marca de ropa Esprit, donó más de 289.000 hectáreas de bosques y selvas frías casi vírgenes a una fundación chilena que manejará el mayor parque natural de América del Sur.

El Santuario de la Naturaleza de Pumalín, que alberga montañas, profundos fiordos y ríos cristalinos, cuenta con camping y cabañas para turistas aventureros que deben viajar en barco o avión desde Puerto Montt, distante a 120 kilómetros.

"Saludo especialmente su perseverancia", dijo a Tompkins el presidente chileno, Ricardo Lagos, en la ceremonia que se realizó el viernes. "Nunca imaginé que un proyecto para proteger nuestros recursos naturales tendría tantos obstáculos", agregó.

Cuatro años atrás, Tompkins amenazó con abandonar el parque luego de que parlamentarios, empresarios y grupos civiles objetaron sus extensas compras de terrenos, argumentando que limitaría el desarrollo económico en la remota área y que amenazaría la seguridad nacional.

Tompkins dijo que se enamoró de los impresionantes paisajes del sur de Chile y comenzó a comprar las tierras hace 15 años con la fortuna que amasó tras la venta de Esprit. "Todo nuestro trabajo está dirigido para poner un territorio privado en dominio público", dijo Tompkins a Reuters.

A través de los fideicomisos "Conservation Land Trust" de Tompkins y "Patagonia Land Trust" de su esposa Kristine, han comprado más de 800.000 hectáreas en Chile y Argentina. La fundación de Kristine creó un parque nacional en Argentina y está trabajando en otro en Chile, esta vez en una estancia ganadera que compró el año pasado más al sur.

BOSQUES MILENARIOS

El ministro de Educación chileno, Sergio Bitar, dijo a Reuters que apadrinó el proyecto y trabajó lentamente para cambiar las opiniones negativas, ya que la mayoría de la gente consideraba a Tompkins como alguien que quería cortar el país en dos, mediante la compra de terrenos.

El decreto que estableció el santuario puso las tierras en manos de una fundación nacional y garantiza al gobierno accesos para carreteras y tendidos eléctricos. "Estamos de acuerdo con el santuario en la medida que queda establecido que se aseguraba la continuidad del territorio", dijo Víctor González, presidente del Comité de Defensa de la provincia de Palena, donde se ubica el parque.

Su grupo desistió de luchar contra Pumalín cuando el gobierno prometió que construiría una carretera a través del parque a Chaitén, un pueblo al que sólo se puede llegar por aire o en barco.

Entre otros ex detractores de Tompkins en la ceremonia se encontraba el senador por la zona Sergio Páez, quien había criticado a Tompkins por supuestamente forzar a las personas instaladas en el área a venderle sus tierras. "Conversé con mucha gente y mucha gente sí fue bien pagada por sus terrenos. No se aprovecharon de ellos, que era lo que yo temía", dijo Páez.

Tompkins entregó algunas tierras a colonos y comunidades locales. En respuesta el gobierno también contribuyó con tierras para el santuario.

El millonario ambientalista y su esposa serán parte del directorio de siete personas que dirigirá el santuario, junto con representantes académicos, religiosos y del gobierno.

El fideicomiso privado de Douglas Tompkins seguirá financiando la mayor parte de los cerca de 700.000 dólares por año en costos de administración del parque, que cuenta con 10.000 visitantes al año. La entrada al parque es gratuita y acampar no resulta caro, pero llegar ahí en avión o barco puede ser costoso.

Tompkins dijo que su meta principal es que Pumalín, hogar de alerces de mil años y el huemul, un pequeño venado en peligro de extinción, se una a la red de parques nacionales de Chile, aunque eso puede tomar años.

NOTAS:

[1] No se entiende cómo el Gobierno Nacional, que niega el registro de “marcas argentinas” que contengan la denominación genérica “patagonia”, no ha iniciado acciones legales internacionales contra esta empresa que se ha apropiado de dicha denominación regional y que ha firmado contratos validados por el Estado Argentino usurpando el nombre de la región. Tanto es así que es titular del dominio http://www.patagonia.com

[2] El ALCA esta siendo diseñado según los moldes del TLCAN (mas conocido como NAFTA) que incluye cláusulas específicas de protección a las inversiones extranjeras. Estas cláusulas están establecidas en el Capítulo 11 que otorga derechos inéditos a las corporaciones. Las controversias tratadas bajo el TLCAN son tomadas por tribunales cuyos miembros no son elegidos y se guían por normas internacionales de arbitraje.

Las decisiones de los tribunales suplantan leyes nacionales y provinciales y no hay una instancia de apelación. Además, los tribunales son secretos (salvo en situaciones donde las partes acuerden abrir el proceso al público) y no existe la obligación de que sus miembros difundan sus decisiones. Mismo que el planteo de “Patagonia Land Trust” sea el de proteger el medio ambiente, podrá oponerse a la legislación argentina en el caso de firmarse un TLC siguiendo los parámetros del TLCAN. Por otro lado la "donación" no es incondicional, y para eso esta el fideicomiso...

[3] Traducción: Después de muchos años de dar dinero a los militantes, nos dimos cuenta que si podíamos distribuir utilidades, también podíamos proveer tiempo y músculos. Y muchos empleados de Patagonia, energizados por sus vínculos con grupos ambientales y furiosos por la destrucción y el arrase de sus lugares silvestres favoritos, estaban con un espíritu de lucha. Por lo tanto en 1993 creamos el Programa “Internados” de los Empleados de Patagonia.

A través del programa, los empleados pueden dejar sus trabajos en Patagonia hasta por dos meses a tiempo completo para destinarlo a la agrupación ecológica de su elección. Patagonia continúa pagando los sueldos y los beneficios sociales de los empleados mientras tanto, y la agrupación ecológica los obtiene gratuitamente. Más de 350 empleados han trabajado para las agrupaciones alrededor del mundo desde que el programa comenzó.

En el 10º aniversario de nuestro programa, 32 empleados participaron en internados. Hideki Tamai, de nuestra sucursal en Osaka, Japón, trabajó con el grupo de protección y restauración de Obirame para salvar a los salmones en peligro de la extinción de Itou. Michelle Marone, diseñadora visual del grupo en Nueva York, pasó dos meses en Utah haciendo trabajo de campo con Hawkwatch International para reducir la electrocución de aves de rapiña por el tendido de líneas de electricidad. La asociada de ventas en San Francisco, Kate Waffner, fue “internada” en el Centro Ambiental Fairbanks en el norte de Alaska, trabajando en mineración y extracción de petróleo.

A través de los años, un puñado de "internados" ha dejado la compañía, incapaces de dedicar menos que todo su tiempo al activismo. Y eso está bien para nosotros. Consideramos como un éxito cuando un empleado elige desarrollar su pasión ambiental a tiempo completo. Este año, Patagonia perdió dos buenos empleados por su pasión: Mackenzi Keliher, de nuestra sucursal en Reno, incorporado a los "Friends of the River" ("Amigos del río") que ahora trabaja con ellos en su campaña "Herencia Silvestre de California"; y Ana Ball, de Servicios Creativos, contratada como directora de desarrollo para el Proyecto Vida Agreste de Nevada, después de un “internado” con ellos.

El Programa “Internados” provee a los empleados de tales oportunidades, así como también el servicio gratuito para los grupos ambientalistas. También contribuye al crecimiento cultural de Patagonia. Los internados vuelven con un gran sentido del propósito y realización que inspira a sus colegas y anima a otros empleados a que aprovechen el programa.

Fuente: www.hombregris2001.com.ar

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