La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

El milagro de Nogoyá y la Madre Maravillas.

Salvan la vida de un nene que estaba clínicamente muerto. Por Oscar Londero.

Me dijeron que fue un milagro, que ellos no habían hecho nada. Emocionada, Alicia Silio trató de explicar así lo que le pasó a su pequeño hijo Manuel. El bebé de 18 meses se sobrepuso a un paro cardiorrespiratorio luego de permanecer clínicamente muerto durante 15 minutos, según explicaron los médicos.

El hecho, inédito en la historia de Nogoyá -una localidad ubicada a 110 kilómetros al este de Paraná-; alteró la labor de la guardia del Hospital San Blas, adonde llevaron al pequeño que había caído en una pileta de natación. Manuel Villar estaba el domingo pasado junto a su familia en la casa de su tío, el atleta Antonio Silio.

Por un descuido, los padres lo perdieron de vista unos minutos. Cuando su madre no lo escuchó jugar salió al parque y lo encontró boca abajo, sumergido en la pileta. Apenas lo vi, me tiré y traté de sacarlo. Después lo cargamos y lo llevamos urgente al hospital, relató la mujer, quien admitió ante Clarín que recién ahora, más tranquila, puedo hablar acerca de lo sucedido.

La familia tardó ocho minutos en llegar a la guardia del hospital, donde recibieron al nene el traumatólogo Edgardo La Barba y tres enfermeras, que actuaron de inmediato con técnicas de reanimación al comprobar que Manuel estaba morado, no respiraba y su corazón se había detenido.

El chico estaba más frío que el mármol y no teníamos idea del tiempo que llevaba sin respirar, teníamos que salvarle la vida, admitió La Barba. El médico efectuó masajes cardíacos durante cinco minutos y luego optó por oxigenar a la criatura mediante bolseo, un sistema artificial que perfecciona la respiración boca a boca porque permite darle más aire al paciente, explicó.

Cuando ya los especialistas daban todo por perdido, vino la sorpresa: pese a que pasados cinco minutos son ínfimas las chances de que un paciente recupere la respiración y el pulso, Manuel reaccionó. Noté que estaba haciendo fuerza con el tórax y rechazaba la tarea nuestra, a tal punto que nos obligó a alterar nuestro ritmo y adecuarnos a su respuesta, confió La Barba.

Luego el chico tuvo una respiración espontánea lenta, lo que provocó el llanto de las enfermeras y del médico, quienes no salían de su asombro. Estábamos muy enganchados con él, porque es habitual que lleguen pacientes con paros cardiorrespiratorios, pero ver que se muera una criatura es muy fuerte, expresó La Barba.

El principal temor era que se registraran lesiones neurológicas, lo que quedó descartado cuando efectuó un examen la pediatra Lory Banega, que acompañó al pequeño hasta el Hospital San Roque, de Paraná, donde fue internado en terapia intensiva. Cuando íbamos en la ruta yo sentía que lloraba, lo que a mí me decía que estaba bien.

Sin embargo -continuó la madre del chico- cuando le pregunté a las enfermeras me dijeron que nunca lloró. No sé, todavía no lo entiendo. El bebé permaneció en terapia intensiva durante 17 horas y salió caminando como si nada hubiera ocurrido. Ahora está regio, anda como si nada de esto hubiera pasado, indicó su padre, Manuel Villar.

Con una amplia sonrisa y sin dejar de abrazarlo, dijo: Esto es algo increíble, porque a mí me dijeron que podía haber quedado como una plantita, sin vida. Sin embargo, la secuela es un catarro que debido al agua acumulada en sus pulmones acompaña a Manuel por cada rincón de la casa, al igual que los globos de varios colores que infló toda la familia para alegrarle esta nueva etapa de su vida. Así como los médicos que lo atendieron no saben muy bien cómo Manuel pudo haber reaccionado, en Nogoyá se siguen preguntando si no fue un milagro de la Madre Maravillas.


Beata María Maravillas de Jesús. Carmelita Descalza. () 

Su Canonización.

Más de un millón de personas acudieron por la mañana a la Plaza de Colón y sus alrededores para aclamar a Juan Pablo II, quien santificó a cinco beatos españoles y ratificó en su homilía sus llamamientos a la paz. Por la tarde, el Papa abandonó Madrid para volver a la Santa Sede.

Los medios de comunicación indican que la visita a España ha sido un gran triunfo del Pontífice que está en el momento más elevado de su popularidad después de su decidida oposición a la guerra contra Irak. Pero, también es un suceso para la Iglesia española, que con la visita del Papa quiere iniciar un relanzamiento de los valores católicos en una sociedad cada vez más secularizada.

Desde primeras horas de la madrugada comenzaron a llegar a Madrid gran cantidad de automóviles particulares y ómnibus que transportaban peregrinos desde todas partes de España. Diez mil voluntarios organizados por la Iglesia atendieron a los peregrinos, algunos de los cuales fueron asistidos por insolaciones, lipotimias y algunas alergias.

En la Plaza de Colón, lo esperaban los reyes de España, el jefe de Gobierno, José María Aznar, y otras autoridades. En un recinto ubicado junto al altar, el Papa recibió al líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien felicitó al Santo Padre por su firme condena a la guerra contra Irak. "Usted sustituye a Felipe González", indicó Juan Pablo II y ante el asentimiento del secretario general del PSOE le preguntó: "¿Y cuantos años tiene?"

"Cuarenta y dos", respondió. El Papa sonrió y confió: "Justo la mitad que yo". En realidad, un poco menos, ya que cumplirá 83 años el domingo 18. El líder socialista le obsequió un aguafuerte del gran escultor y artista vasco Eduardo Chillida.

Poco después, el Papa inició la santificación de cinco beatos españoles: Sor Ángela de la Cruz, la madre de los pobres, Sor Genoveva Torres, Madre Maravillas, Padre Pedro Poveda y "el apóstol de Madrid", Padre José María Rubio.

En un lugar cercano se encontraban cinco personas a las que la Iglesia reconoce haberse beneficiado por milagros divinos de los flamantes canonizados.

Entre ellos, acompañado de su familia, se encontraba el argentino Manuel Villar, de robustos seis años: el 19 de julio de 1998, Manuel cayó en una pileta de aguas barrosas en su casa de Nogoyá, Entre Ríos. Recién fue descubierto el accidente media hora después y Manuel llegó al hospital en coma profundo y paro cardiorrespiratorio.

Durante 19 horas estuvo en coma. La madre rezó devotamente a la beata madrileña María Maravillas y, según su testimonio, el chico despertó de pronto y la abrazó. La Iglesia reconoce el milagro que ha sido considerado una prueba fundamental para la causa de santificación de la Madre Maravillas, una madrileña que dedicó su vida a los pobres y marginados.

Fuente: Diario Clarín, 5 de mayo de 2003.

Su vida.

Nace en Madrid el 4 de noviembre de 1891. Bautizada el día 12 del mismo mes y año, en la parroquia de San Sebastián con el nombre de María Maravillas Pidal y Chico de Guzmán

Hija de don Luis Pidal y Mon y de doña Cristina Chico de Guzmán y Muñoz, Marqueses de Pidal. El padre era a la sazón Embajador de España ante la Santa Sede; había sido Ministro de Fomento. Se distinguió siempre por sus gestiones a favor de la Iglesia. Con su hermano, el filósofo Alejandro Pidal, creó la Unión Católica, un partido político que agradó mucho al Papa León XIII y a la mayoría de los obispos españoles. En un ambiente de tanta religiosidad y distinción, la educación de la Beata fue esmeradísima. Recibió el sacramento de la confirmación en 1896 y la primera comunión en 1902.

Dotada de grandes cualidades humanas, entre las que destacaban una inteligencia clara y profunda, y una voluntad siempre orientada hacia el bien. Desde niña, ella misma lo diría, que su vocación a la vida consagrada había nacido con ella. En su juventud, además de cultivar su vida de piedad y de llevar a cabo sus estudios privados de lengua y cultura general, se dedicó a las obras de beneficencia y caridad, ayudando a muchas familias, pobres y marginados.

El 12 de octubre de 1919 entró en el Carmelo de El Escorial (Madrid). Tomó el hábito en 1920 e hizo su primera profesión en 1921.

Lo que llevó a la Beata Madre Maravillas al Carmelo fue el amor a Cristo, sus deseos de pagarle amor con amor. Centenares de veces en sus cartas expresa este anhelo de amarle con locura, de corresponder con excesos al infinito amor a Cristo. Este amor a Jesucristo está íntimamente unido a su devoción al Corazón de Jesús. Sabemos de sus largas vigilias ante el sagrario, en sus primeros años de carmelita, en El Escorial. En esas horas, a solas con Dios, se forjó la fundación del carmelo del Cerro de los Angeles, que había de ser "lámpara viva que se consumiese en amor y reparación ante el Corazón de Cristo".

El Cerro de los Ángeles, centro geográfico de España, donde se había levantado un monumento al Sagrado Corazón de Jesús, se consagró en él la nación el 30 de mayo de 1919, por el Rey Alfonso XIII.

El 19 de mayo de 1924, la hermana Maravillas y otras tres religiosas de El Escorial se instalan en una casa provisional del pueblo de Getafe para, desde allí, atender la edificación del convento del Cerro. En esta casa hizo su profesión solemne el 30 de mayo de ese mismo año.

En junio de 1926 fue nombrada priora de la comunidad, y pocos meses después, el 31 de octubre, se inauguraba el nuevo Carmelo en el Cerro de los Ángeles. Pronto se pobló el nuevo carmelo de vocaciones, lo que le impulsaba a multiplicar las "casas de la Virgen".

En 1933 hizo la fundación de Kottayam (India), enviando 8 monjas. Desde 1944 a 1966, le siguen otras nueve fundaciones en España. En julio de 1936 estalló la guerra civil de española y las monjas del Cerro tienen que salir del convento. En 1939 volvió con un grupo de monjas para recuperar el convento del Cerro, que había quedado completamente destruido. Con muchos trabajos y esfuerzos y en medio de una gran escasez, la Beata sabía infundir valor y alegría entre sus hijas.

Se interesaba por el problema de los demás y procuraba darles solución. Desde su clausura de La Aldehuela funda un colegio para niños pobres, hace construir una barriada de casa y una iglesia. Ayuda en la construcción de 200 viviendas próximas a La Aldehuela. Para llevar a cabo éstas y otras muchas obras, se apoyaba confiadamente en la Providencia divina.

"No quiero la vida más que para imitar lo más posible la de Cristo", había escrito. Con este deseo, amó y practicó la pobreza heroicamente. Los carmelos que funda viva en pobreza radical, sin rentas, con edificios pequeños, con trabajo manual para su sustento. Sus hijas la amaban, era tal el equilibrio, serenidad, caridad y delicadeza con todas. Su alegría estaba llena de paz, sin estridencias, siempre afable sin imponer su criterio, pedía siempre el parecer de las demás. Sus continuas enfermedades y penitencia (dormir poco, vestida y sentada en el suelo). El aprecio por la oración era extraordinario. Vivió la espiritualidad de San Juan de la Cruz, sintiéndose siempre "una nada pecadora". Con alternancia de estados dolorosos y gozosos, nos revela "me siento amada por el Señor".

Murió en el Carmelo de La Aldehuela (Madrid) el 11 de diciembre de 1974, con una muerte llena de paz y de entrega, repetía: "¡Qué felicidad morir carmelita!".

Madre Maravillas ha tenido una misión: conservar el espíritu de contemplación amorosa y misionera al máximo. Conservar y multiplicar estos "palomarcitos de la Virgen" como oasis de paz, de oración, en este mundo conflictivo y triste.

Muchos de lo que estudiaron su vida, Consultores Teólogos en Roma, la han llamado: mujer carismática, profética y providencial.

El 10 de mayo de 1998, en solemne ceremonia, celebrada en Roma, el Papa Juan Pablo II beatifica a la Madre Maravillas de Jesús.


     

 

-Pensamientos de la Madre Maravillas

Yo no quiero la vida sino para imitar, lo más posible, la del Cristo.......

Todo sufrimiento nos acerca a Dios y nos une a Él.......

¿Que más podemos desear para estos cuatro días de vida? No esté triste, sino muy contenta y confiada en Dios, que todo esto es para que crezcamos en el amor y le demos algún consuelo de lo mucho que se le ofende......

¿Que sus caminos nos traen cruz? Pues tanto mejor, que es muy corto el tiempo que el nos concede para poder sufrir por Él, para "ayudar al Crucificado"......

     

 Sea muy fiel al designio amoroso de Dios, que no es otro que el de hacerla santa.....

Cuando Dios concede al alma la gracia de darle luz, con ella ve claro la nada de las cosas de este mundo: cómo la verdadera felicidad está en entregarse a Él; como al pedirlo todo y vaciar el corazón de las cosas terrenas, lo llena Él...

Mil veces bendita cruz, puesto que nos acerca a Cristo y hace que su gozo sea cumplido...

Esotérico