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La heredera de Perón.

Por Diario Jornada de Chubut

Se llama María Juana, sobrina de Juan Domingo. Recibirá con sus hermanas títulos de propiedad de tierras en Chubut. Un testimonio histórico y revelador.

María Juana Perón es la sobrina y una de las herederas directas del tres veces presidente de la Nación, Juan Domingo Perón. Al conocerla, los gestos y rasgos de su cara y el carácter fuerte pero amigable que demuestra, hacen innecesaria cualquier tipo de presentación formal.

"Ketty" -como la apodaba el mismo General- es una de las tres herederas de las 12.500 hectáreas de tierras que la familia Perón poseía en la provincia de Chubut, cerca de la localidad de Piedra Cuadrada, y que desde hace 86 años está tramitando la cesión definitiva.

María Juana vivió casi toda su vida en Comodoro Rivadavia. Madre de tres hijas y casada con Mario Isidro Suárez, disfruta de sus 83 años junto a su familia y espera la resolución final del Gobierno de Chubut para que le devuelvan las tierras que ocuparon sus padres a principios del siglo XX. Muy pronto, el gobierno provincial cumplirá con el deseo de la familia.

En una entrevista exclusiva con ella y su marido, Jornada accedió a cartas manuscritas de Eva Duarte y del propio Juan Domingo, fotos inéditas y anécdotas familiares de un hito en la historia política de la Argentina: Juan Domingo Perón. María Juana y Mario cuentan su historia, muy cercana a la del General y llena de matices: el asentamiento de los Perón en la Patagonia, la subida al poder del peronismo, la Revolución Libertadora del 55, y la posterior caída del movimiento popular más importante de la historia de nuestro país.


LOS PERÓN

María Juana nació en 1921 y es hija de Mario Avelino Perón y Eufemia Jáuregui, sobrina del ex Presidente y nieta de Juana Sosa y Mario Tomás Perón. Su abuela, "Doña Juana" -así la llamaban-, era oriunda de la ciudad de Lobos en provincia de Buenos Aires, donde a fines del siglo XIX conoce a Mario Tomás Perón y tienen dos hijos: Mario Avelino en 1891, y Juan Domingo en 1895.

"Mis abuelos salieron de Lobos en 1904 y luego de vivir un tiempo en Río Gallegos, se vinieron al sur para asentarse en Camarones. Donde mi abuelo, Mario Tomás, fue Juez de Paz", explicó María Juana sentada en el comedor de su casa en Comodoro junto a Mario, su marido, quien sabedor de la historia de los Perón y encargado en la familia de recavar toda la información y documentación genealógica, no se cansaba de interrumpir a María Juana, ansioso por aportar su información:

"Es necesario aclarar que Juan Domingo nunca vivió en Camarones porque él se fue a Buenos Aires a estudiar. Se fue con el hermano, mi suegro, pero éste sólo se quedó un año porque la situación económica no era buena y no alcanzaba para los gastos de estudio de los dos. Pero el General sí se quedó en Buenos Aires para siempre. De chico vivía con su abuela Dominga Dutey", agregó Mario.


LOS AÑOS EN BUENOS AIRES

"Yo trabajaba en Comodoro en el Correo. Me casé en el 46 con María Juana y nos fuimos para Buenos Aires. Andábamos de novios desde el año 40 y después de hacer el Servicio Militar le dije: Nos casamos", contó Mario en su casa.

También manifestó que pensaban casarse a fines del año 46, pero como justo ese año había elecciones presidenciales y el mismo Juan Domingo Perón iba a postularse, "preferimos adelantar la fecha para el 12 de enero porque no quería que anden diciendo que me casaba con la sobrina de Juan Domingo por interés... Perón ya pintaba para Presidente", aclaró Mario. Y justamente el 24 de febrero de ese año perón fue elegido Presidente de la Nación.

En la gran metrópolis, Ketty y Mario pudieron conocer en profundidad al Presidente y a Evita. Vivieron un tiempo en Temperley y luego se mudaron a la "Casa del Administrador" del Jardín Zoológico, cargo que ocupaba Mario Avelino, padre de María Juana y hermano del General.

"Juan Domingo venía siempre a la casa de mi padre que estaba para esa época como director en el Jardín Zoológico. Ahí lo veíamos muy seguido a él y a Evita", explicó María Juana. Y Mario agregó: "Nosotros de Temperley nos mudamos a Ciudad Evita, a un caserón que nos salió muy poca plata. Pero me quedaba muy a trasmano para ir a trabajar y para todo, entonces, Mario Avelino me dijo: ‘Yo extraño a ustedes y a los pibes, así que vénganse a vivir con nosotros’.

De ahí nos fuimos al Zoológico y veíamos a ‘El Viejo’ y a Eva cada dos por tres. El nunca golpeaba la puerta, siempre se mandaba de un viaje, recordaba Mario. Ketty quiso contar una anécdota de sus tiempos en Buenos Aires: "Un día se apareció mi tío con la moto. Entró embalado y dijo: ‘Hola vieja, dame un vasito de agua porque estos no me dejan dar una vuelta tranquilo’. Eran los de la custodia a los que se refería. Y se quedaba un rato charlando conmigo y después se iba", contó Ketty.

REVOLUCIÓN LIBERTADORA

El 16 de junio de 1955, Juan Domingo Perón es derrocado de su cargo por la denominada "Revolución Libertadora" plasmada por un grupo de militares argentinos que estaban en desacuerdo con las políticas del gobierno peronista.
Desde ese día, el peronismo fue proscrito y "Perón" pasó a ser una mala palabra para todo el que quería ir de la mano con el nuevo régimen.

Para María Juana y Mario esos años fueron "muy difíciles y eso que después de la Revolución, a nosotros no nos molestaron", recordó Mario. "Sólo me sacaron el trabajo pero nunca tuvimos problemas". Y agregó: "Calculá que cuando se armó el despelote el mismo (Eduardo) Lonardi -asumió como presidente de facto de la Argentina el 23 de junio de 1955- llamó por teléfono a mi suegra Eufemia para ofrecer custodia a la familia. Y ella le contestó: ‘No, le agradezco Lonardi pero nosotros no metimos la mano en la lata así que no tenemos problemas con nadie’, igualmente andaban tipos de civil custodiándonos", aclaró Mario.


VUELTA A COMODORO

"Y ahí decidimos con María Juana volvernos a Comodoro", continuó el marido de Ketty con otro tono, recordando los malos momentos que tuvieron que pasar. "Me di cuenta que muchos amigos no lo eran. Yo cuando trabajaba en la Aduana les di una mano a varios porque estaban trayendo cosas de afuera. Pero cuando vine acá y les pedí trabajo me decían: ‘No Mario, imaginate... vos sabes que el apellido de tu señora... o que van a pensar’.

Y yo les contestaba porqué no les molestaba el apellido cuando me iban a pedir favores a la Aduana. Eran esos hijos de puta que se las daban de amigos míos. Pero me vino bien porque yo de ellos podía hablar, pero ellos de mí no podían decir nada.

Y eso que no hablé de más porque sino varios iban en cana", advirtió Mario sin poder evitar el enojo. "Y desde esa época no nos movimos de Chubut. Primero nos fuimos al campo de Piedra Cuadrada y ahí mi mujer me enseñó todo. Yo no sabía ni cómo carnear, pero ella me enseñó a hacer todo lo que tenía que hacer: alambrar, cabalgar. Después nos vinimos a Comodoro y no nos movimos más", detallaba Mario tras una pila de documentos, mapas y fotos que les muestra a todos los visitantes interesados en la historia de la familia Perón.


EL RETORNO DEL GENERAL

En 1973, Juan Domingo Perón vuelve a la Argentina luego de dieciocho años de exilio para ser por tercera vez, pero por sólo un año, Presidente de la Nación. En julio de 1974, el general muere en Buenos Aires.

Durante ese año Mario y María Juana no lo pudieron ver. "El único que lo vio de toda la familia -cuenta Mario - fue mi cuñado Antonio". Pero "cuando ya estaba enfermo, Juan Domingo llamó a mi cuñada Dora para que lo vaya a visitar a la residencia de Vicente López, en Buenos Aires.

Dora era era ahijada de él. Pero cuando llegó no la dejaron entrar. Ella misma me contó que uno de los guardias le decía: ‘Grite, patalee, llore y putee señora. Que si el General la llamó usted tiene que entrar’. Pero López Rega e Isabel (Martínez) lo tenían encerrado, no la dejaban pasar. Él ya estaba mal y esos no se qué le harían", comentó Mario.


LA HERENCIA DE LAS TIERRAS

El Gobierno de Chubut hizo pública la decisión de entregar los títulos de propiedad de 12.500 hectáreas de tierras fiscales que pertenecían a la familia Perón.

Estas tierras que se encuentran cerca del paraje Piedra Cuadrada, en el sudeste del departamento Paso de Indios, fueron ocupadas por Mario Tomás Perón -padre del general y abuelo de María Juana- en 1919, pero recién fueron arrendadas a la familia en 1925 por un decreto presidencial.

Los trámites por la cesión definitiva continuaron durante la década del 30 y del 40, cuando Juana Sosa, mujer del ya fallecido Mario Tomás, y casada en segunda nupcias con Marcelino Canosa, reanuda la recaudación de documentos para lograr la cesión definitiva.

El mismo General Perón se carteaba con su madre para ayudarla con esta recaudación. Pero Doña Juana tampoco logró cerrar el trámite. Hubo que esperar hasta la década del 70 cuando la madre de María Juana y viuda de Mario Avelino, Eufemia Jáuregui, se encargó de retomar las tramitaciones.

En 1964, Juan Domingo Perón ya había firmado en Madrid la cesión de su parte de las tierras a sus sobrinos pero recién 86 años después de la ocupación de las tierras chubutenses, el Poder Ejecutivo tomó la decisión de otorgar los títulos de propiedad.

María Juana y Mario se refirieron sobre el tema: "Vinieron a decirnos que nos pensaban dar las tierras, pero todavía no sabemos qué va a pasar. Tenemos entendido que el gobernador (Mario Das Neves) nos va a dar seis tierras fiscales que pertenecían a nuestra familia. Porque hay otras dos que sí son de nuestra propiedad".

Al referirse a la cantidad de personas que se beneficiarán con las tierras, Mario se tomó el trabajo de sacar la documentación que tenía guardada y comentó: "Los herederos verdaderos son nueve en total, pero con los co-herederos que son los sobrinos e hijos de sobrinos son un montón.

Porque el único que tuvo hijos fue Mario Avelino: seis mujeres y tres varones, pero ahora en vida sólo quedan tres mujeres, entre ellas mi mujer María Juana. Ellas son las herederas directas, pero coherederos son más de veinte".

Por otra parte, María Juana explicó que "es difícil saber qué se va a hacer con las tierras porque se tienen que poner de acuerdo todos. Pero la verdad que no sé qué piensa cada uno".

Lo que sí está claro es que María Juana Perón y Mario Suárez están juntos desde hace 59 años. "Nunca nos separamos ni nos peleamos. Cuando uno sale, sale con el otro. Siempre fuimos así, y ahora estamos mejor que nunca", coincidieron.

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