Bogado, el agente de la SI cuya indagatoria pidió Nisman. Por Guillermo Cherashny.

En su edición de ayer, La Nación da un perfil equivocado sobre el agente de la SI cuya declaración indagatoria pidió el fiscal Alberto Nisman, quien además solicitó que al mismo lo releven de las limitaciones que le impone la ley secreta para informar incluso a la justicia. Estamos en condiciones de afirmar que se trata de Luis Bogado, de 42 años, apodado el "francés" y que revistaba en la dirección 85, que dependía del despedido Jaime Stiusso. Éste lo dejaba traficar información con Yusuf Khalil, nexo con Moshen Rabbani, mientras los "caminaba", como se dice en la jerga del espionaje cuando siguen los pasos de un blanco, en este caso a través de Nisman. Bogado mantiene una estrecha relación con Fernando Esteche, dirigente de Quebracho que entró en la trama de impunidad que se intentó tejer para beneficiar a los iraníes imputados por del atentado a la AMIA.

Una vez firmado el Memorándum de Entendimiento con la República Islámica de Irán, los persas empezaron a exigir que cayeran las circulares rojas de Interpol contra cinco de los acusados. Y tiene razón Héctor Timerman cuando afirma que nunca lo solicitó. De ahí que Khalil, D’Elía, Esteche y Bogado habrían tratado de "ruso de mierda" al canciller. En definitiva, la verdadera impunidad pasaba por el siguiente itinerario: el juez federal Rodolfo Canicoba Corral debía viajar a Teherán y entrevistar a los imputados. Pero en vez de una declaración indagatoria, se trataría de un interrogatorio informal, a partir del cual la Comisión de la Verdad formada a tal efecto declararía la inexistencia de pruebas y por tanto se pediría que queden sin efecto las circulares rojas. No está claro si Canicoba se prestaría a tamaño show, aunque no tendría la última palabra, que le correspondería a la Comisión de la Verdad.

APARECEN LOS IMPREVISTOS

Sin embargo, los iraníes son duros negociadores y después de firmar el Memorándum en Addis Adeba (Etiopía) no quisieron esperar más y a través de Kalhil, Esteche, D’Elía y Bogado exigieron que cesaran las órdenes de detención. Este pacto de impunidad cerraba con el "armado" de la conexión local a través del carapintada Jorge Pacífico que está imputado en la causa y había denunciado también a Amado Boudou por un negociado. Después, para completar el juego, se retomaría la "pista siria", a la cual Cristina Fernández siempre le prestó atención. Hay que señalar que tanto Hafez al Asad como su hijo Bashar, el actual presidente de Siria, son musulmanes laicos y nunca promovieron atentados en el extranjero a civiles inocentes.

Más bien se dedicaron a perseguir a los sunnitas sirios a los cuales masacran pero no a los chiítas. De ahí su alianza militar permanente con Irán. Es cierto asimismo que el Hezbollah libanés también tiene una terminal siria, aunque su principal aliado y benefactor es Irán. Teherán sí cuenta con antecedentes de atentados en el exterior, como el asesinato de Chapur Baktiar, ex primer ministro del Sha que en la década del ‘80 vivía en las afueras de París. Luego fueron autores de la colocación de una bomba en una disco de Alemania y, en una escala mayor, se ubican los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA en Buenos Aires. La "pista siria" fue un invento para intentar implicar a Carlos Menem en los atentados, aprovechando que sus orígenes familiares se remontan al pueblo de Yabrud en Siria. En realidad, las vinculaciones de Menem y su familia con un comerciante local, Kanore Edul, y el traficante de armas Monzer al Kassar nunca fueron tomadas en serio por los investigadores.

ISRAEL SEÑALA AL HEZBOLLAH E IRÁN

Los críticos a la investigación judicial actual sostuvieron que Stiusso y Nisman "compraron" el libreto de la Mossad. Y justamente ayer la fuerza aérea de ese país, desde un helicóptero, disparó dos misiles a un convoy integrado por iraníes y el Hezbollah, cuya misión era instalar misiles en suelo sirio para atacar a Israel. Hasta ahora el Hezbollah lanza misiles a ese país desde territorio libanés, donde está asentado ese partido político-militar de origen chiíta. El ataque Israel dio muerte a un comandante iraní, a otro del Hezbollá, y a Jihad Mughniyahd, hijo de Imad Mughniyahd, jefe militar del Hezbollah y planificador del atentado a la AMIA, a quien la inteligencia judía le dio muerte con un coche bomba en Damasco varios años atrás.

Resulta algo casual -o tal vez no- que un día antes de la presentación del fiscal Nisman en el Congreso Nacional para ratificar que los autores del atentado a la AMIA fueron el Hezbollah e Irán, el gobierno de Tel Aviv diera muerte a cinco lideres importantes del Hezbollah y de la brigada Al Quds, una unidad de elite iraní, incluyendo al hijo del planificador del atentado a la AMIA. Se podría interpretar entonces que Israel envió un mensaje sobre el esclarecimiento del atentado a la AMIA y sobre los mismos autores de siempre: Hezbollah e Irán.