La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Psicópatas en el diván.

Por Laura Diniz.

El trabajo del psicólogo canadiense Robert Hare, de 74 años se confunde con todo lo que la ciencia descubrió sobre los psicópatas en las últimas dos décadas. Fue él quien, en 1991, identificó los criterios hoy universalmente aceptados para diagnosticar a los portadores de ese trastorno de la personalidad. Hare comenzó a interesarse por el tema recién recibido, cuando trabajaba con detenidos de una prisión de máxima seguridad en las proximidades de Vancouver, quedó intrigado con una cuestión: " Yo quería entender el motivo por el cual, en algunos seres humanos, la punición no tiene ningún efecto".

La curiosidad lo llevó hasta los laberintos de la psiquiatría, dolencia para la cual hasta hoy no se vislumbra cura. "Lo que intentamos ahora, entonces, es reducir los daños que ella causa, a los portadores y a los que están cerca".

¿Un psicópata nace psicópata?

Nadie nace psicópata. Nace con tendencias para la psicopatía. La psicopatía no es una categoría descriptiva, como ser hombre o mujer, estar vivo o muerto. Es una medida, como altura o peso, que varía para más o para menos. El señor es el creador de la escala usada mundialmente para medir la psicopatía.

¿Cuáles son las características que aproximan una persona del número 40, el grado máximo que su escala establece?

Las principales son la ausencia de sentimientos morales - como remordimiento o gratitud -, extrema facilidad para mentir y una gran capacidad de manipulación. Pero la escala no sirve solo para medir grados de psicopatía. Sirve para evaluar la personalidad de la persona. Cuanto más alta es la puntuación, más problemática ella puede ser, por eso, es usada en investigaciones clínicas y  forense para evaluar el riesgo que un determinado individuo representa para la sociedad.

¿Todo psicópata comete maldades?

No necesariamente con el objetivo de cometer maldad. Los psicópatas presentan comportamientos que pueden ser clasificados de perversos, pero en la mayoría de los casos, tienen por finalidad apenas, tomar las cosas más fáciles para ellos y no les importa si eso va causar prejuicio y/o tristeza a alguien. Pero están los psicópatas del tipo sádico, que son los más peligrosos. Ellos no solo buscan la propia satisfacción, sino que quieren perjudicar a otras personas porque siente felicidad con el dolor ajeno.

¿Hasta que punto la asociación entre la figura del psicópata y la del asesino serial es legítima?

La estimativa es que aproximadamente el 1% de la población mundial llenaría los requisitos para diagnosticar la psicopatía. En los Estados Unidos habría, entonces, cerca de tres millones de psicópatas. Si el número de asesinos seriales en actividad en aquel país fuera, como se cree, de aproximadamente cincuenta, eso significa que la participación de esos criminales en el universo de la psicopatía es muy pequeña.

Por otro lado, según un estudio de psiquiatría del psiquiatra americano Michael Stone, cerca del 90% de los asesinos seriales serían psicópatas..

¿En que medida influencia el ambiente en la constitución de una personalidad psicópata?

En la década del 20, John B. Watson, un estudioso de psicología comportamental, decía que, al nacer, nosotros somos como páginas en blanco: el ambiente determina todo. En la secuencia, entró en boga el término sociópata, al sugerir que la patología del individuo era fruto del ambiente, o sea, de sus condiciones sociales, económicas, psicológicas y físicas.

Eso incluía el tratamiento que él recibió de sus padres, cómo fue educado, con que tipos de amigos creció, si fue bien alimentado o tuvo problemas de nutrición. Los adeptos de esa corriente defendían la tesis de que bastaba inyectar dinero en programas sociales, dar comida y trabajo a las personas, para que los problemas psicológicos y criminales se resuelvan. Hoy sabemos que, aunque viviésemos una utopía social, habría psicópatas.

¿Cómo se llegó a esa conclusión?

En la década del 60, varios estudiosos, inclusive yo, comenzamos a investigar la reacción de un grupo de psicópatas en situaciones que, en personas normales, producirían efectos sobre le sistema nervioso autónomo. Cuando se está a la expectativa de que ocurra algo desagradable, en la preocupación del individuo se manifiestan por medio de temblores, transpiración y aceleración cardiaca. Los psicópatas estudiados, enfrentados a situaciones de tensión no exhibían esos síntomas. Eso reforzó la conclusión de que existen diferencias cerebrales entre psicópatas y no psicópatas.

Poco a poco, esas diferencias viene siendo mapeadas.

¿Es posible observar señales que indiquen que un niño puede volverse un adulto psicópata?

No hay nada que indique que un niño forzosamente se transforme en un psicópata, pero es posible notar que algo puede no estar funcionando bien. Si el niño presenta comportamientos crueles en relación a otros niños y animales, y es hábil en mentir mirando a los ojos del interlocutor, muestra ya una ausencia de remordimiento y de gratitud y falta de empatía de manera general, eso señaliza un comportamiento problemático en el futuro.

¿Los padres pueden interferir en ese proceso?

Si, para el bien y para el mal, pero nunca de forma determinante. El ambiente tiene un gran peso, pero no más que el de la genética. En realidad, ambos actúan en conjunto. Los padres pueden colaborar para el desarrollo de la psicopatía tratando mal a los hijos. Pero, una buena educación está lejos de ser una garantía de que el problema no aparecerá al frente en el futuro, los trazos de la personalidad pueden ser atenuados, pero no eliminados. Un ambiente con influencias positivas es el mejor gerenciamiento de los riesgos.

¿Los psicópatas tienen consciencia de que son diferentes?

La consciencia, el proceso de evaluar si algo debe ser hecho o no, desarrolla no solamente el conocimiento intelectual sino también el aspecto emocional. Desde el punto de vista intelectual la psicopatía puede hasta saber que determinada conducta es condenable, pero en su amago, el no percibe que es lo errado en una regla. Él también entiende que los otros pueden pensar que él es diferente y que eso es un problema, pero no le importa. El psicópata hace lo que desea, sin que eso pase por un filtro emocional. Es como el gato, que no piensa lo que el ratón siente, si el ratón tiene familia, si va sufrir. Él solo piensa en comida. Gatos y ratones nunca se van a entender el uno con el otro. La ventaja del ratón sobre las víctimas del psicópata es que él siempre sabe quien es el gato.

¿Es muy difícil identificar un psicópata hoy en día?

Superficialmente el psicópata puede parecer un sujeto normal. Pero, al conocerlo mejor las personas notarán que él es un individuo problemático en diversos aspectos de la vida. Él puede ignorar los hijos, mentir sistemáticamente o presentar una gran capacidad de manipulación. Si se lo toma infragante en una situación errada, por ejemplo, intenta convencer a todo el mundo de que esta siendo mal interpretado.

¿Un psicópata no siente amor?

Creo que si, pero de la misma forma que yo, amo mi auto y no de la forma que amo a mi mujer. Usa el término amor, pero no lo siente de la manera como lo sentimos nosotros. En general es traducido por un sentimiento de posesión, de propiedad. Si usted le pregunta a un psicópata por qué el ama cierta mujer, él le dará respuestas muy concretas, tales como "por que el sexo es óptimo" o "porque ella está siempre que la necesito". Las emociones están para el psicópata como el rojo para el daltónico. Él no consigue vivenciarlas. 

¿Qué figuras históricas pueden ser consideradas psicópatas?

Es difícil saberlo, porque su comportamiento lo sabemos por relatos de terceros y no por un diagnóstico psiquiátrico. Pero el dictador de la ex-Unión Soviética Josef Stalin, por ejemplo, era de tal forma impiadoso que tal vez pueda ser considerado psicópata. El ex- dictador iraquí Saddam Husseim es otro ejemplo. Yo quedaría muy sorprendido si él no llenase todos los criterios para psicopatía. Además Saddam tenía un hijo claramente psicópata (Udai Husseim, muerto en el 2003), dirigente de un equipo de fútbol. Cuando el equipo perdía, él torturaba a los jugadores, o sea, era sádico también. Ya el líder nazi Adolf Hitler es un caso más complejo. Él probablemente no era solo psicópata.

¿La psicopatía es incurable?

Por medio de las terapias tradicionales, si. Me refiero al modelo de patrón de atención psicológico en las prisiones. No tiene ningún efecto sobre sobre los psicópatas. Es un modelo que se intenta cambiar la forma de como los pacientes piensan y se acciona estimulándolos con ponerlos en lugar de sus víctimas.

Para los psicópatas, eso es pérdida de tiempo, el no tiene en cuenta el dolor de las víctimas, sino solo el placer que sintió con el crimen. Otro tratamiento que no funciona para los criminales psicópatas es el cognitivo, aquel que el psicólogo y paciente hablan sobre lo que deja al criminal con rabia, por ejemplo, a fin de descubrir el ciclo que lo lleva al surgimiento de ese sentimiento, y así evitarlo.

Ese procedimiento no se aplica a los psicópatas porque ellos no consiguen ver nada de malo en su comportamiento y en lo que hicieron.

En Brasil, los psicópatas se acostumbran a considerarlos semi inimputables por la justicia. Los magistrados entienden que ellos hasta pueden tener consciencia del carácter ilícito de lo que cometieron, pero no consiguen evitar la conducta que los llevó a practicar ese crimen. Así, se condenan, van a la cárcel, peor tienen pena disminuida.

¿Ud. cree que, del punto de vista jurídico, que los psicópatas son totalmente responsables de sus actos?

Yo diría que la respuesta es sí. Pero hay divergencias al respecto y existen muchas investigaciones en curso para determinar hasta que punto llega la responsabilidad de ciertas situaciones. Una corriente del pensamiento afirma que el psicópata no entiende las consecuencias de sus actos. El argumento es que, cuando tomamos una decisión, hacemos ponderaciones intelectuales y emocionales para decidir. El psicópata decide apenas intelectualmente, porque no experimenta las emociones morales.

La otra corriente dice que, de la perspectiva jurídica, él entiende y sabe que la sociedad considera mala esa conducta, pero decide hacerla lo mismo. Entonces, como él hace una elección, debe ser responsabilizado por los crímenes que por ventura vaya a cometer.

No hay datos empíricos que den apoyo a un lado o al otro. Todavía es una cuestión de opinión. Creo que ese punto será motivo de discusión para los próximos cinco o diez años, tanto por parte de los especialistas en disturbios mentales como por los profesionales de la justicia.

Ud. está para publicar un estudio sobre un nuevo modelo de tratamiento para psicópatas. ¿De qué se trata?

Se trata de un tratamiento más inclinado a la escuela cognitiva, en que los pacientes son llevados a comprender que pueden hacer algo que deseen, sin que eso sea perjudicial para los otros. No los va a cambiar pero puede atenuar sus acciones. Es un  tratamiento con ambiciones relativamente modestas tiene por objetivo la reducción de los daños.

Traducido de la revista "Veja" de Brasil del 1º de abril de 2009.


EL PERFIL DEL PSICÓPATA. Por Maria Laura Quiñones Urquiza.

Este artículo tiene como objetivo profundizar en aquellas personas a quienes la psicología y la psiquiatría han dado en llamar psicópatas, sociópatas, y, a algunos de ellos, la criminología y el grueso de las personas llaman delincuentes, en algunos casos hasta criminales. Haremos una aproximación al estudio de su personalidad, dejando de lado, en esta oportunidad, a todos aquellos que padecen adicciones, trastornos del sueño, patologías orgánicas comprobables tales como demencias, oligofrenias, epilepsias; y también a las alteraciones profundas de la personalidad como esquizofrenias, psicosis delirantes crónicas, trastornos bipolares o alguna otra en que la psicopatía no sea la base primaria.

Puede ocurrir que la infancia del psicópata haya estado colmada de vivencias de terror y desamparo. Sabemos que lo ocurrido en la infancia será recordado toda la vida y es uno de los ejes que formará nuestra personalidad.

Nuestra memoria almacena ABSOLUTAMENTE TODO, incluso lo traumático. Prueba de esto es la ley de Ribot, basta escuchar los relatos de los ancianos, cuya memoria anterógada, es decir inmediata es casi nula, pero la retrógrada no. Recuerdan hasta el más mínimo detalle de su infancia y juventud. Este fenómeno hace sospechar que, probablemente, las vivencias infantiles traumáticas hayan sido reprimidas originariamente, lo que no significa que no influyan en la adultez a modo de secuela, como el haber padecido abusos físicos, sexuales o emocionales en la infancia.

Diferentes posiciones respecto a la etiología u origen:

Posición intrínseca, algunas sostienen la predisposición genética para este desequilibrio, como por ejemplo algunas de las corrientes anatomistas sostienen que se puede dar por una insuficiencia subcortical, alteraciones del lóbulo frontal primarias o por traumatismos, Síndrome de Alcoholismo Fetal, etc.

Posición extrínseca, establece que la sociedad contribuye a la emergencia de sus criminales, incluye por supuesto a los factores ambientales, así como también a los vínculos primarios y secundarios.

Posición psicoanalítica, nosográficamente coloca a la psicopatía dentro de las perversiones sexuales, no genitales, si no más bien en relación al “LIEBEN”, al afecto hacia las otras personas. Existiría una no superación del complejo de Edipo, una no asunción del complejo de castración y una negación de la prohibición del incesto, internalizando una resolución edípica patológica. Hay un ideal del Yo Narcisista.

Para otras corrientes psicológicas el psicópata busca un complementario, lo trata de encontrar en su víctima, al no conseguirlo le sobreviene tensión, probablemente angustia, por lo que la hace culpable de esta falta y a modo retaliativo descarga en ella su desprecio.

La “Biblia” de la psiquiatría establece cuatro grupos de criterios generales para diagnosticar al Trastorno Antisocial de Personalidad:

TABLA 1. Criterios diagnósticos para el trastorno de personalidad antisocial según el DSM-IV

Criterio Descripción

Criterio A A1. No hay adaptación a las normas en torno al comportamiento legal.

A2. Desprecian deseos, derechos y sentimientos de los demás. Engañan y manipulan para sacar provecho propio.

A3. Incapacidad para planificar el futuro.

A4. Irritables y agresivos (pelea física).

A5. Despreocupación por la propia seguridad y la de los demás.

A6. Continua y extremadamente irresponsables.

A7. Tienen poco remordimiento por las consecuencias de sus actos.

Criterio B El individuo debe tener, por lo menos, 18 años.

Criterio C El individuo debe tener algunos síntomas de trastorno disocial de personalidad antes de los quince años.

Criterio D El comportamiento antisocial no debe aparecer exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o de un episodio maníaco.

Estos rasgos se observan de modo acotado en la infancia, mostrando su esplendor en la adolescencia, pudiendo ser confundidos con la rebeldía que se espera en este estadío.

El efecto en los niños:

Para conocer ese mecanismo, imaginemos un padre sádico, un padre perverso, que ata a su hijo de 5 ó 7 años en una silla para golpearlo brutalmente porque derramó el vaso de leche o simplemente olvidó hacer la tarea de la escuela. Sometido a esta vivencia de desamparo donde el presunto padre protector lo golpea por cometer un error propio de la infancia, este niño a tanta humillación no puede ponerle palabras y por su minusvalía física no puede defenderse.

El único modo de evadirse es a través de sus fantasías y comienza a imaginar que viene alguien a rescatarlo, a salvarlo, a protegerlo, agrediendo a su abusador y redimiéndolo. Supongamos que estas fantasías con el tiempo se conviertan en uno de los mecanismos de defensa de este niño ante alguna frustración, es decir, repite el patrón que él padeció. Muchas víctimas de estos abusos en la adultez llevan a la realidad estas fantasías de crueldad y de venganza, pasando de víctimas a ser victimarios. Muchos de esos niños han vivido episodios similares al descrito no una vez, sino durante toda su infancia.

Poniendo en activo lo que vivieron pasivamente

Siguiendo esta suposición, el efecto residual de ser víctima de pedofilia, de maltrato físico o verbal de extrema crueldad durante la infancia, podría contribuir en algunos casos a cometer crímenes, somatizar el dolor, escindir la personalidad, continuar el dolor eligiendo el masoquismo o el sadismo como modo de relacionarse con las personas o como preferencia sexual, repetir estos episodios con los propios hijos o buscar ayuda.

Reconocemos como atípicas a aquellas personas que salen de la norma, es decir cuyos requerimientos no son los del común denominador. No cualquiera decide vivir del esfuerzo de los demás de modo parasitario, ni se regocija con el dolor ajeno (aquí excluyo al par antitético del sado-masoquismo, en el que hay ya un acuerdo tácito entre cada uno de los integrantes adultos).

Me refiero más bien a aquellas personas cuyo estilo de vida es causar concientemente malestar a su alrededor, sin importar las consecuencias, y en muchos de los casos como el de los psicópatas cotidianos que en función de su poder económico hacen sentir a sus empleados como lacras inservibles, sometiéndolos a rigurosidades que denotan su crueldad e infringen la ley, o los acosan sexualmente, etc..

En un principio la mayoría suelen ser personas encantadoras, sobre todo los estafadores: serios, caballeros, sumamente inteligentes, tal es así que pueden lograr sus objetivos y reconocen las personas y los medios para llegar a ellos. Saben cómo hacer para sacarle a alguien lo que posee hasta dejarlo sin nada; también cómo fagocitar a sus semejantes, corromperlos logrando que cometan actos ajenos a su educación o principios éticos.

Son personas muy duchas en el arte de la observación, que se valen de un olfato especial para encontrar a aquellas personas que van a envolver con sus encantos, ya sea desde el sometimiento, la seducción, o aparentando mala suerte en la vida, solos, sin un amigo de la infancia o amigo de “toda la vida”, se presentan en la vida de las personas. Muchas de sus víctimas piensan: “pobre, se ve que en la vida no ha tenido suerte”, “qué raro que en la familia nadie lo quiere, debe ser como él dice: no lo comprenden”, una vez que él ha logrado esto, es usted bienvenido a su circuito psicopático.

El prestigioso Psiquiatra y escritor argentino Dr. Hugo Marietan sostiene que los atípicos tienen entre sus rasgos la habilidad de saber lo que el otro necesita, de ponerse en el lugar del otro, de lograr una EMPATÍA UTILITARIA. Esto posibilitaría entrar en la vida de su elegido, tal es así que sus victimas suelen tener determinado perfil: mujeres solteras, hombres mayores, niños, etc.

Con el tiempo el delincuente puede perfeccionar cada vez más su destreza, su técnica. En el caso de algunos asesinos en masa puede ser importante la etnia, religión, clase social, es decir el grupo de pertenencia de sus víctimas, pero para otros la identidad es irrelevante. Caso diferente es el de los criminales asesinos itinerantes para quienes no es importante el perfil de sus víctimas y las eligen al azar.

La simulación es un arte para ellos: simulan ser parte del común de la sociedad, ya sea como amigos, profesores, son excelentes actores y sobretodo son fantásticos improvisadores, es decir una vez que entran en contacto con las personas, es difícil que el otro se dé cuenta de sus verdaderas intenciones, ya sea dejarlo sin nada, o en el caso de los psicópatas perversos: abusar de los niños, etc.

En la esfera afectiva sufren como todos nosotros, pero solo si no han logrado su objetivo o porque han cometido un error. No sienten remordimiento por el daño ocasionado a las personas. No hay registro de culpa por sus impulsos, por el sufrimiento que pueden causar a los otros: robos, estafas, abusos, violaciones, asesinatos, etc.

Para poder captar instrumentos para sus fines, es decir personas cosificadas, se valen de su encanto e inteligencia que muchas veces tiene un coeficiente intelectual por sobre la norma. En ocasiones su nutrida cultura les sirve de ARMA para deslumbrar y manipular. Las personas son cosificadas tal como muebles, objetos a los que se puede romper o una vez utilizados desechar. Ni piense en tener entidad de persona para el psicópata, usted no es igual a él, usted es inferior.

“Ellos se lo merecen por confiar en mí”, “ellos me provocaron”, “sí, ya sé que tiene 4 años, pero la niña me sedujo” son algunas de las cosas que llegan a responder al ser descubiertos. El remordimiento ante el sufrimiento ajeno no se observa, pero esto es porque simplemente NUNCA HUBO CULPA PARA ESTOS HECHOS. Todo fue una gran mentira: “Ellos se lo buscaron”.

Con los años se van especializando en el delito, lo que podría probar que sí aprenden de sus errores en cuanto a su modus operandi, sin embargo su relación con las personas será utilitaria.

El psicópata tarde o temprano se mostrará tal cual es, esa máscara de la cual se valió para envolver a su víctima se caerá, dejando en evidencia su verdadero rostro, una vez que la víctima está completamente dominada. Toda esa comprensión simulada, la bondad, generosidad, el cariño, la preocupación hacia los otros, su ayuda permanente y de la cuál probablemente han hecho depender a sus víctimas: DESAPARECE y de la peor manera: con el plus de placer que le da el ver desestabilizada a su victima.

Por supuesto que si existe la posibilidad de ir a enfrentarlo, el psicópata negará todo y hará ver que el otro, la víctima, es el culpable de todo lo acontecido, y hasta él puede recurrir a la violencia o le cerrará la puerta en sus narices, obviamente todo lo hará sin una pizca de vergüenza.

Muchos psicópatas suelen tener la sangre fría necesaria para ejecutar actos arriesgados con un mínimo error. Las situaciones de presión que pondrían nervioso o tenso a cualquier persona, como por ejemplo, robar, mentir, o las de depredación como torturar sexualmente hasta matar para luego diseccionar el cadáver o utilizar un arma para matar un niño indefenso, a ellos los hace sentir como “en casa”, porque son los amos y señores de la situación, saben imponer el miedo a los otros.

Aquí es notoria la falta de límites que poseen algunos, por ejemplo en las neurosis es el neurótico quien no se puede adaptar al mundo externo, lo cual puede causarle síntomas o angustia, en las psicosis el psicótico adapta el mundo externo a su realidad interna mediante el delirio, pero en las estructuras psicopáticas, no se desea adoptar los límites porque el placer está en sortearlos, en no respetarlos porque hay un DESPRECIO hacia las leyes compartidas y que regulan la vida en sociedad, mas no a las propias, si en algún momento hubo apego a las leyes, solo fue a modo de simulación para transgredirlas posteriormente y en una mejor oportunidad.

Es una estructura aparte de las neurosis o psicosis, no hay represión o forclusión. Son concientes de sus infracciones, es decir no las cometen por ignorancia, simplemente la ley es un obstáculo para ellos. Transgredir y salir airoso, ése es su verdadero éxito, cumplido esto podrán pasar a otro capítulo, es decir a otra víctima.

La adrenalina para el común de las personas implica una reacción de tensión, es decir un desequilibrio de la homeostasis. En el psicópata la descarga de adrenalina es sinónimo de sensaciones placenteras y es por eso que se adapta a las situaciones arriesgadas sin temor por la incertidumbre. Muchos durante la tormenta psicopática descargan toda su crueldad y todo su odio, por ejemplo algunos psicópatas mientras vejan a sus víctimas sin penetrarlas llegan al orgasmo, tal es el caso de algunos antropófagos, a quienes comer a su víctima les produce el vaciamiento de sustancias genésicas.

Para ser considerado psicópata, los Rasgos Psicopáticos descriptos deben ser persistentes, es decir deben formar parte de un patrón de conducta: El psicópata siempre fue así.

Los rasgos psicopáticos son egosintónicos, es decir tienen sintonía, armonía con el yo del psicópata, no se vivencian como extraños, por lo tanto no existe conciencia de la anomalía, razón por la cual no acuden voluntariamente a recibir ayuda terapéutica. Los tratamientos psicológicos dependerán del abordaje que decida hacer el profesional. En algunos casos el tratamiento no sólo debe ser para el psicópata, sino también para su entorno primario, a modo de contención.

Bibliografía:

DSM IV, Valdez 1995 - SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y PSICOPATÍA, Hugo Marietán Curso sobre psicopatía 1, año 2005. - PERFILES CRIMINALES, Raúl Osvaldo Torre, Daniel Héctor Silva – Dosyuna Ediciones Argentinas. 2006. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE PSICOPATOLOGÍA II, Héctor R. Fischer y Colaboradores. Centro Editor Argentino, 1997.


Cómo Ven los Psicópatas Su Mundo. Por Laura Knight-Jadczyk

La mayoría de los psicópatas son muy arrogantes y engreídos. Sin embargo, cuando tratan de encantar a una potencial víctima, dicen las cosas "correctas" en el momento correcto y te hacen creer que son almas buenas y generosas; no siempre, pero a menudo. La verdad es que los psicópatas no son altruistas y realmente no les importan las amistades o los lazos.

Guggenbuhl-Craig declara que son muy talentosos en aparentar mucho mas humildad que una persona promedio, pero difícilmente lo son. Algunos también pueden fingir preocupación por los estratos sociales bajos y manifiestan que están del lado de los mas débiles, los pobres, y así sucesivamente. Un psicópata puede afirmar, por ejemplo, (si es de una clase socioeconómica baja), que no las personas ricas le desagradan intensamente, pero a la vez, por dentro anhela y envidia lo que tienen. Es como el narcisista, deseando reflejar una imagen falsa de si mismo a través de sus pertenencias.

Entre sus pertenencias están incluidos los seres humanos: novias, esposas e hijos. Algunos psicópatas pueden ser muy cariñosos con los animales (contrariamente al punto de vista común), pero los siguen viendo como objetos en relación con ellos mismos. El psicópata esta lleno de codicia por dentro, relacionando al mundo a través del poder, aunque, como dije, por fuera puede afirmar estar del lado de los disprivilegiados o los oprimidos. Yo conocí a uno que le gustaba repetir frases como “tienen que dejar de oprimir a mis hermanos” pero no significaba nada para él. De hecho era racista. El psicópata también a menudo se identifica a si mismo como revolucionario.

En la superficie, el psicópata también a menudo, presenta una imagen de si mismo como el antihéroe deprimido (el tipo de “su propio peor enemigo”) y a algunos les gusta verse a si mismos como lobos solitarios. El psicópata puede incluso afirmar que es sensible y profundo, pero por dentro no es nada más que vacío y codicia. Si el psicópata este conciente de su conducta o no es algo que se debate a menudo. Yo creo que los psicópatas normalmente saben exactamente lo que están haciendo, aunque otros sugieren que los psicópatas “nacen, no se hacen.” (1)

Yo creo que la psicopatía es principalmente genética. Un hijo con un padre psicópata frecuentemente será psicópata también, especialmente si el padre era abusivo y/o abandonó la familia también.

Como ya se mencionó, los psicópatas a menudo afirman decidirse por la segunda mejor opción (ser su propio peor enemigo) y entonces piensan que merecen algo mejor. Esto puede ser manifestado en la manera que buscan el poder – a través del dinero (es decir, bienes materiales), manipulación y/o tratando a las personas como objetos.

Representando tal comportamiento, el psicópata está también tratando de “vengarse” con la sociedad y al mundo, para poder obtener retribución. Pasarán toda su vida haciendo esto, sean ricos o pobres, o cualquiera que sea su situación social, aunque estudios han mostrado que a menudo vienen de un empobrecido o bajo nivel socioeconómico y/o estatus social.

(En uno de los estudios del Dr. Donald Black, varios de los hombres eran “en su gran mayoría blancos, de clase trabajadora y media baja, y casados, y la mayoría no se habían graduado del la preparatoria”, [Black, 14). (Permítanme añadir, que a pesar de los estudios del Dr. Black, los psicópatas pueden existir en cualquier clase social. No se dejen engañar.).

También me gustaría señalar que estaré usando “él” para el término de psicópata a través de este sitio; que no se olvide, sí, los psicópatas femeninos también existen; sin embargo, de acuerdo a la Sexta Edición de Comportamiento Anormal, impresa en el 2000 por tres profesores masculinos, David, Derald, y Stanley Sue, los índices si varían por genero. Incluido en su excelente texto hay un reporte hecho por la Asociación de Psiquiatría Americana que dice que la estimación general es de 3% en los hombres, y menos del 1% en las mujeres [Desordenes de Personalidad y Desordenes de Control de Impulsos, 238].

Lo que es muy inquietante acerca de los psicópatas, además de su sentido de derecho especial, es la completa carencia de empatía por personas normales, ya que los “(psicópatas) anti-sociales parecen carecer de conciencia moral, sintiendo poca o nada de empatía por las personas cuyas vidas tocan… el antisocial resiste sin esfuerzo toda regulación, incapaz de ver mas allá de su interés propio o de adoptar estándares de lo correcto contra lo erróneo”. [Black, XIII]

No todos los psicópatas son pobres, inadaptados sin educación. Algunos de ellos son bastante atractivos y tienen buenas profesiones, y lo usan para su beneficio. Echen un vistazo a Ted Bundy; una vez, la madre de un amigo fue a una cita doble con él y afirmó que era la persona más agradable. Su madre dijo que era “el mejor hijo que una madre podría tener”.

Bundy era en apariencia de buen aspecto, que lo hacia aún mas peligroso. Así que no todos los psicópatas son quebrados, de clase baja, expulsados de la preparatoria, hay varios que también trabajan en ocupaciones profesionales; el hecho es que hay mas psicópatas que vienen de orígenes empobrecidos que los que no.

Además, no todos los psicópatas son calmados, tranquilos y serenos. Algunos de ellos parecen extraños o inadaptados, y su comportamiento puede ser excéntrico o inusual. Creo que esto es lo que confunde a las víctimas más seguido. Los psicópatas casi siempre parecen intensos y “electrizantes”. No te dejes engañar si alguien aparenta ser inofensivo, “entupido”, o parece poco convencional. Una cara “angelical” también puede engañar a la gente.

Sólo imagina a John Wayne Gacy en su “disfraz de payaso” mientras entretiene niños como ejemplo. Otro ejemplo que alguien del consejo de “Víctimas de la Psicopatía” mencionó fue Bill Clinton y su conducta “tontorrona” pero agradable (¿entonces es Clinton realmente un psicópata? Muchos creen que sí.)

Un psicópata (fue diagnosticado anti-social) que yo conocía usaba el disfraz de inofensivo muy bien. Todos pensaron que era muy gracioso. Yo lo pensé también, al principio. Entonces, poco a poco, me di cuenta de que algo “no estaba bien” acerca de él. Al principio su aparentes juegos inofensivos eran encantadores, pero después de un poco, se volvió mas que una molestia y trastornó nuestro ambiente de trabajo, lo que creó caos y tensión entre los empleados. He aprendido que un psicópata puede usar estos disfraces para su propio propósito secreto.

Sin importar raza, clase social, u ocupación, sin embargo, el psicópata es peligroso para la sociedad, porque “la naturaleza de los PAS (psicopatía) implica que causa más caos en la sociedad que la mayoría de las otras enfermedades mentales, ya que el desorden ante todo involucra reacciones en contra del ambiente social que arrastran a otras personas a su red de destrucción… la desesperación y ansiedad causada por antisociales (psicópatas) afecta trágicamente a familias y comunidades, dejando profundas cicatrices físicas y emocionales…” [Black, 5]

Hay mucho de la personalidad del psicópata que es desconcertante e inquietante. Una de más o menos cada 25 a 30 personas son psicópatas (también conocidos como sociópatas o anti-sociales-- el título correcto es psicópata). Ya que la mayoría de ellos son hombres, escribí este sitio para poder, en parte, advertir a las mujeres acerca de los peligros, especialmente mujeres conectadas a Internet, el cual creo es un “nuevo medio” favorito que atrae a los psicópatas.

Tengo experiencia personal en este tema también. Esto es debido a que los “anti-sociales (psicópatas) no son sólo personajes en nuestro espectáculo ficticio o de la vida real. Son miembros de familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, o extraños que nos encontramos a diario.” [Black, 10. Pamela Jayne, M.A., escribe que “30% de los hombres son sociópatas.”

Si alrededor de 3 de cada diez hombres que pueda yo conocer son psicópatas, yo asumiría que es algo que no se puede tomar a la ligera. De acuerdo con estas estadísticas, eso querría decir cada tres de diez hombres y tal vez cada una de cada diez mujeres. Le verdad es que realmente no sabemos con exactitud cuántos individuos son psicópatas; sin embargo, parece haber un incremento en la prevalencia de la psicopatía y es el porqué algunos alegan que los números son mayores. El Dr. Black asegura que la psicopatía encabeza justo detrás de la depresión, así como con la esquizofrenia y desordenes de personalidad límite, lo que es un hecho asombroso.

Traducido del original a: http://www.cassiopaea.com/cassiopaea/psychopath3.htm

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