La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

El nuevo orden.

Por Carlos Belgrano.

Cada mañana, cuando despertamos y sintonizamos radios y televisores, nos desayunamos de nuevos crímenes aberrantes, en perjuicio de ancianos y demás gente desprevenida, piquetes, cortes transitorios de rutas, accidentes de transito, cuyas modalidades son absurdas, con relación a otros puntos del Universo etc. A lo que debemos agregarles, las esporádicas, pero cada vez más frecuentes, apariciones de disolventes, con epicentro por ahora en la Circunvalación del Gran Rosario, a los que se conoce como "pirañas".

Un biotipo nuevo de delincuencia callejera, que transcurren inadvertidas para la Prensa Corporativa Santafesina, que coludida con el "Narco Poder, coadyuvaron con su silencio a que la "pillería socialista", se afirmara en el comando político de esa provincia. Pero tomemos este disparate como un caso aislado, para introducirnos en otro, también demoníaco, como la concuspicencia de este sujeto De la Sota, adherido al narcotráfico cordobés, y con idénticas estridencias, de participación policial en el mercadeo de estupefacientes.

No es menester que siga con la lista de Alperovich, Capitanich, Fellner, Ilfram, Urtubey y Closs, que para el Departamento de Estado Norteamericano y particularmente la DEA, constituyen el "Triangulo de las Bermudas del Sur", por la sinonimia entre este grupo de malvivientes y el desvanecimiento de camiones, barcazas y avionetas que rebosantes de "falopa", desaparecen en el NOA/NOE de nuestro país.

Scioli regentea su propia organización criminal con la "mafia de Calabria", con la que comparte las dos enormes estancias de diez mil hectáreas cada una, en Tandil y Balcarce, que todos conocemos. Y la "Campora" que percibe el porcentaje correspondiente de todo ese Maganegocio" de enervantes, que alimenta a su vez la "caja presidencial".

Como podrán deducir Amigos, el mapa del delito esta plasmado con los detalles más mínimos, sobre los que cualquiera puede indagar sin mucho esfuerzo. Basta recurrir a los Editores de los medios locales de todas las áreas de cobertura de estos tóxicos, para certificar mis dichos. Pero en definitiva ¿a quien le interesa?

Por cierto que no, a las Corporaciones Nacionales de Noticias, que están más interesadas en la distribución de los cupos de Papel Prensa, que a divulgar la verdad. Las que son reemplazadas por famélicos "affaires", como las que de tanto en tanto, hace conocer el "gordo" Lanata, para enviarle mensajes al gobierno, acerca de la certidumbre de algunas datas, como lo fue el "LazaroGate", que no conmueve ni un ápice, a esta opinión publica, como decimos los abogados "In articuli mortis".

Pero cuando me dispongo a repasar este tórrido romance entre el Poder y la diseminación de las drogas, usinas a su vez de las "cocinas" de pasta base, en nuestras Grandes Capitales y Ciudades, con su inmediato efecto de "descerebrar" a la indefensa niñez, me viene a la mente una, ¿como decirlo? viñeta, o miscelánea tal vez. Y ella consiste en un breve episodio, que aunque diminuto, galvanizo el carácter de otro Pueblo Vencido, como el nuestro. Me refiero especialmente a la Alemania de 1923.

Desgarrada por la derrota, la inflación, el desabastecimiento, los espartaquistas marxistas, la lubricidad de los comerciantes y especuladores judíos; y oprobiada por sus vencedores.

¿Acaso demasiado similar a nuestra realidad?

El caso es que en una desvencijada cervecería muniquesa, invadida por el desanimo y la humareda, un sujeto de mediana estatura, es presentado ante los aburridos parroquianos, por un humilde cerrajero, para que su Amigo les dirigiera unas palabras. Lee apenas dos párrafos de su escueto parlamento y de pronto, observa que sus ocasionales contertulios, se dividían entre los que dormitaban y los que hojeaban algún periódico, acompañados por abundantes ingestas de su bebida nacional.

Sin meditarlo demasiado, golpea fuertemente el atril que sostenía sus papeles y esforzando al máximo sus cuerdas vocales, dice a voz en cuello:

"Este es el drama de Alemania, su brutal indiferencia". Al unísono todos se despabilan y tímidamente comienzan a escuchar al Orador. Era la presentación en Sociedad del afiliado numero siete, de un desconocido Partido de los Trabajadores Alemanes. Para 1923, tendría setenta mil miembros y una década después, catorce millones. Era Adolfo Hitler.

No analizare aquí, ni su Obra ni sus imperdonables yerros. Quise tan solo, delinear una semblanza, sobre alguien, ignoto, sin apoyo de nadie, que de pronto pronunció las palabras mágicas, que condujeron a la instauración de una forma diferente de observar cosas y personas. A nosotros, a Todos, nos falta la prestancia requirente, para darnos cuenta que un día, quizás lejano o tal vez abstracto, alguien, no se quien, nos recuerde que los Suizos, con sus quinientos años de Fraternidad & Democracia solo fueron aptos, para inventar el reloj cu cu y el queso gruyere.

En otras palabras, que este sistema que tanto defienden, quienes se aprovechan de él, como los políticos, sin importar a que segmento representen, son y serán los participes necesarios de esta Hydra Republicana, que se encuentra confortablemente indemne de las garras de sus verdugos. Quizás en algún tiempo de otra época futurista, algún sujeto que todavía no se ha dado a conocer, nos conmocione como aquel pintor de acuarelas, que fundó EL NUEVO ORDEN.

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