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Cuba: Religión, santería y socialismo.

Por Santiago Senén González.

La etapa más conflictiva entre la Iglesia Católica y Fidel Castro fue en 1959 cuando grupos de religiosos participaron en actividades contrarias al régimen. Un año más tarde anti-castristas entrenados en Miami desembarcaron en Playa Girón  y al reafirmarse la filiación marxista-leninista del gobierno revolucionario fueron expulsados el arzobispo y 135 sacerdotes católicos.

En 1976 luego del Encuentro Nacional Eclesial, la Iglesia Católica –hoy con más de 800 Iglesias, 2 Seminarios y 3 Hospitales– reconoció aportes del régimen a la sociedad cubana Cabe señalar que son 50 las órdenes cuyos representantes predican y atienden a la grey católica en la Isla.

La mayoría de ellos son jesuitas, franciscanos y salesianos. En tanto, las monjas son la mayoría clarisas y carmelitas descalzas, en total 750 hombres y  mujeres, de los cuales 300 son cubanos y el resto españoles.

Pero hubo otra crisis. Fue en 1980 tras la caída del Muro de Berlín cuando la jerarquía eclesiástica ordenó que desde sus casi millar de Templos en la Isla, se abogara por la reconciliación con el exilio; criticara la omnipresencia de la ideología oficial y se denunciaran la falta de libertades.

Entre 1991 y 1992, el Gobierno flexibilizó su posición hacia la religión, al autorizar el ingreso de creyentes al Partido Comunista y reconvertir a Cuba en un Estado laico, luego de treinta años de ateísmo oficial. La Asamblea Nacional, que reúne a más de 500 diputados, estaba integrada –según un informe reciente- por dos sacerdotes católicos, un pastor bautista, otro presbiteriano y un practicante de santería.

Se puede decir entonces que la relación de la Iglesia Católica con el régimen de Fidel Castro ha sido ambivalente –muchas veces de abierto enfrentamiento– de acuerdo a las coyunturas políticas. Así fue que se produjeron algunas  "turbulencias" como cuando se conoció en 1993 la carta pastoral "El amor todo lo puede" o un año más tarde cuando la crisis de los "balseros."

Aquella visita del Pastor

La visita de Karol Wojtyla a la Isla, en 1998, sirvió para acercar posiciones. La misma conmocionó a la sociedad cubana. Por ese entonces, muchos jóvenes vestían remeras con la frase: "Juan Pablo II Mensajero de la Verdad y la Esperanza".

Las parroquias lucían fotos del entonces Sumo Pontífice y una sola leyenda: Te esperamos". En tanto, "Palabra nueva", revista de la Arquidiócesis de La Habana, definió la visita sin medias tintas: "Es la realización del viejo sueño".Asimismo ofrecía un conjunto de significativos reportajes sobre la vida y obra del Pontífice, con títulos como  "El Papa llegado de lejos" y  "El Papa en el Continente de la Esperanza".

El Pastor había conocido al comandante cubano en el Vaticano en enero de 1998. Era el único país latinoamericano que no había estado en los 18 años de su pontificado. Recorrió algunas ciudades cubanas durante su permanencia de 5 días.

El diario Gramma (órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba) se hizo amplió eco de su viaje. Señalaba también que el Sumo Pontífice  de la Iglesia Católica, "es soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano con la que Cuba mantiene  relaciones diplomáticas ininterrumpidas desde 1935. En efecto, las relaciones de Fidel Castro y el Vaticano" siempre fueron fluidas a pesar de los conflictos de la iglesia local y el gobierno.

Los Obispos Católicos de Cuba difundieron en esa oportunidad un mensaje con matices dirigido a los hijos de la Iglesia, a nuestros hermanos cristianos de otras confesiones  y a todo el pueblo". Y destacaron que el Santo Padre fue a la Isla para "rezar en Cuba con los cubanos y que su oración será también por lo gobernantes necesitados de la luz de lo alto para cumplir su responsabilidad de llevar al país por caminos de justicia, de libertad y paz".

La Virgen del Cobre en Santiago

Las principales festividades católicas son dos: el 8 de septiembre es el día de la Virgen del Cobre, patrona nacional, que se celebra con procesiones a su santuario y el 17 de diciembre es la fecha de San Lázaro –o Babalú Ayé– que, según sus creyentes, realiza milagros relacionados con la salud. También se celebra la Navidad, que desde hace una década es acompañada por un feriado nacional.

La Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, instalada en la Parroquia del Cobre, es venerada por los católicos como la Virgen María. Fue proclamada por el Santo Padre como Patrona de Cuba en mayo de 1916 a petición de los veteranos de la guerra por la Independencia. Cuentan que la imagen apareció flotando sobre las aguas de la bahía de Nipe en los primeros años del siglo XVII. Venia sobre una tablita que decía  "Yo Soy la Virgen de la Caridad".

La encontraron tres campesinos conocidos como los tres Juanes y tras desaparecer en varias oportunidades la trasladaron a una pequeña ermita donde se encuentra actualmente el Santuario Nacional, en la ciudad de Santiago.

Influencia de los protestantes

La religión protestante, con 54 cultos distintos, llegó a Cuba en la época de la influencia estadounidense. Se calcula que tiene entre 100 mil y 250 mil practicantes. Entre las iglesias más difundidas se encuentran la bautista, metodista, presbiteriana y episcopal (anglicana).

Otras, como la adventista del 7º Día,  testigos de Jehová y pentecostal, están representadas en el Consejo de Iglesias de Cuba, del cual no participa la Iglesia Católica. Y también, una curiosidad, figura entre los inscriptos el Ejército de Salvación.

Existen en Cuba 900 templos protestantes. Uno de los más importantes es el Ebenezer, en el barrio habanero de Marianao, donde concurren más de 300 bautistas. Su pastor ha sido miembro de la Asamblea Popular que integran 579 diputados. Asimismo, Pastor forma parte de este cuerpo pero es del culto presbiteriano.

Hay templos más modernos como el metodista Martín Luther King que tiene una organización no gubernamental ecuménica y cuyo objetivo es acompañar en sentido solidario al pueblo cubano.

En tierra de los Orishas

Muy extendida, en su mayor parte  en el Oriente de la Isla, está la Santería, pero cerca de La Habana existen lugares de peregrinación, como Guanabacoa. Una ciudad fundada en 1554 que también fue en una época conocida como Pueblo de los Indígenas.

La Santería es el fruto del sincretismo de la religión católica introducida por los españoles y los cultos africanos llevados por los 500 mil esclavos negros arribados en el siglo XVI, quienes identificaban a sus dioses con colores más que con figuras humanas. Como la adoración a los "orishas" (dioses africanos) era herejía para los católicos, los seguidores identificaron a cada uno de ellos con un santo, mediante los colores con que estos iban vestidos.

De esta forma, santos cristianos y orishas comenzaron a confundirse. Así, en el rito de la santería, la Virgen del Cobre es Ochún, la Virgen de las Mercedes es Obatá, y la Santísima Virgen de la Regla es Yemanyá.

Todos ellos derivan de Olofí, dios que creó el mundo y dio poder a los orishas. Los predicadores son los babalawos. Muchos se arriman a otros ritos como el, "abacua" solo para hombres y con 40 templos en La Habana. El "palero", el "nañigú" o el ocultismo, pero a la inmensa mayoría  de los cubanos, casi sin excepción, los unen ciertas supersticiones. Una de ellas determina que la mejor manera de comenzar un nuevo año es tirando un balde de agua hacia la calle "para que se vaya lo malo".

Los expertos calculan que el 70 por ciento de los cubanos practican la santería ya sea a través de una ofrenda ocasional o una práctica rigurosa. En una ocasión asistimos –en Guanabacoa– a una especie de bendición a una replica pequeña  (7 x 4 cm) de un "Eleggua". Se trata de un  Orisha mayor que tiene las llaves del destino, abre y cierra las puertas a la desgracia o a la felicidad. En la ceremonia el "babalawo" se vistió con una especie de jaquet de tela y galera. Tomaban ron y lo esparcía con su boca sobre la estatuilla. 

Judíos, árabes y masones

La pequeña comunidad judía experimentó un fuerte aumento, en los últimos años y tiene, por primera vez, a un rabino nacido en la Isla. Eran 15 mil los judíos que emigraron a Estados Unidos en los años 60. Pero ahora se ha reiniciado con intensidad el culto y existen cuatro sinagogas en la Isla, dos de ellas en La Habana.

Los 1.500 creyentes celebran todos sus rituales y festividades. Cumplen con todos ellos a pesar de la escasez de alimentos; aquellos indispensables para Peisaj (la Pascua) son facilitados por el Congreso Judío Canadiense.

Los Mahometanos, en tanto, suman 500, en su mayoría hombres, que concurren los viernes a una llamada Muecín (su sacerdote) rezan  en la mezquita, situada en la parte vieja de la capital caribeña. La colectividad es muy religiosa y todos cumplen con orar en sus casas cinco veces al día, volviendo su mirada hacia la Meca (Arabia) luego de purificarse con abluciones de agua.

Mientras que los "masones" se agruparían en 314 logias y a pesar del hermetismo de los "hermanos" sumarian 26 mil  inscriptos. Sus huellas y sus emblemas están grabados en la Gran Muralla que rodeó la ciudad  en 1763.

Su importancia radica en algunos de los personajes que fueron masones. Entre ellos Martí, Apóstol de la Independencia a la par de cónsul argentino en Nueva York en un momento de su vida y  también colega, pues escribía en La Nación. Pertenecía a la Logia Armonía.

También entre otros grandes hombres cubanos que fueron masones se encuentra Carlos Manuel Céspedes, poeta, abogado y Presidente de la República en Armas en 1874.

De todos modos, el cristianismo es lo que reina en la Isla, y consiguió aún más adeptos en los últimos años, según describen especialistas en el tema. Una explicación posible (y además válida) va asociada fundamentalmente a la agudización de la crisis y de las penurias económicas cubanas. En poco tiempo, los bautismos y las bodas por la Iglesia crecieron considerablemente. También la religión protestante acrecentó sus seguidores en los últimos tiempos.

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