La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas. |
El niño, manual de uso. Por Natalia Blanc. |
Con la confirmación del primer embarazo, se abre una puerta a un mundo nuevo. Descubrimos con asombro que la panza genera una atracción inexplicable en los desconocidos, que se sienten con derecho a opinar si está alta o baja, grande o chica, y a tocarla sin pedir permiso mientras preguntan con aire inocente por el nombre del niño en gestación para, inmediatamente después, dar su veredicto. En general, en contra.
También descubrimos que muchos se hacen los dormidos cuando sube una embarazada a un colectivo y que otros bufan si se les pide el asiento, aunque la mujer ya esté en el octavo mes. Nunca faltan los profesionales de la salud, las vendedoras de ropa, los taxistas y las profesoras de yoga, para mencionar sólo a algunos, que te hablan con diminutivos: "mamita" (o su peor variante, "mami"), como si mientras te crece la pancita, se te achicara el cerebrito.
Junto con las opiniones sobre el peso y el volumen corporal, y las costumbres citadas arriba, llegan también las benditas recomendaciones: todo lo que hay que tener, sí o sí, si queremos estar bien preparados para recibir al primogénito. Claro que, según cada experiencia, los consejos pueden ser bastante contradictorios: sí al catre, no al moisés. O al revés. Sí al chupete, no a la mamadera. O al revés. Que el bebé duerma desde el primer día en su cuna o que lo dejemos dormir en la cama matrimonial. Todo, por supuesto, fundamentado con ejemplos catastróficos que ilustran lo que sucederá si uno hace una cosa o la otra.
Desesperados, los futuros padres -lectores al fin- recurren a los libros para informarse acerca de las últimas disposiciones científicas sobre los recién nacidos. Entonces se abre un camino sin retorno, no sólo porque existen tantas teorías como autores sino porque algunos proponen métodos tan estrictos que terminan por generar más angustia. En esta nota, proponemos un recorrido por los títulos más representativos, de especialistas locales y extranjeros, que se consiguen en las librerías argentinas.
Consejos para primerizos
Ahí, cerca de los rubros Autoayuda, Psicología y New Age, están los libros sobre maternidad. La cantidad dependerá del tamaño y la importancia de la librería, pero en las grandes cadenas suelen tener autores variados, más allá de los clásicos, los best sellers y las novedades. Para circunscribir la gran oferta, optamos por hacer un recorte temático y arbitrario: manuales médicos, libros psicológicos, títulos basados en métodos supuestamente exitosos para combatir problemas típicos como el sueño irregular de los bebés o la falta de hambre, y los que apelan al humor para contar experiencias propias relacionadas con la maternidad.
Dejamos a un lado los didácticos (del tipo "101 ideas para estimular a tu bebé desde la panza"), los que apelan a la creatividad y el espíritu ecológico de los padres ("Cómo crear sus propios juguetes reciclados") y los que explican todo sobre un solo tema, con lujo de detalles y dibujos paso a paso ("Cuándo hacer el destete", "Cómo sacarle los pañales", etcétera).
Eso sí: todos -desde los más conductistas hasta los más "progres"- dedican algún capítulo al padre de la criatura: cómo se siente el hombre con la llegada del bebé, qué rol pasa a ocupar en ese triángulo familiar, qué debe hacer la mujer para integrarlo. En general, los autores coinciden en la importancia de la presencia paterna, pero le dedican escasas páginas al tema: el foco está puesto en la mujer y en su instinto materno. Un asunto sobre el que, según parece, todavía hay mucho para opinar.
Un clásico entre los manuales médicos es Concepción, embarazo y parto (Grijalbo), de Miriam Stoppard, una médica británica especializada en salud femenina, también autora de Guía para el cuidado de tu hijo y otras versiones, como El nuevo libro del embarazo y nacimiento y El nuevo libro del cuidado de tu bebé. Políticamente correcta, como la mayoría de los autores de estos libros, Stoppard dice en el prefacio de Concepción... que su objetivo general es que cada pareja tenga "el parto que desee, en las circunstancias que quiera, ayudada por cuidadores que tengan en cuenta sus necesidades y las de su bebé por encima de todo".
A partir de esa premisa, ofrece al comienzo del libro información médica detallada para afrontar la etapa de búsqueda del bebé y luego dedica los trece capítulos siguientes a cuestiones relacionadas con el embarazo: qué pasa en cada trimestre, cómo alimentarse en forma sana y qué estudios suelen indicarse. Además, habla sobre las distintas opciones de parto (hace un sobrevuelo por el parto en el hogar, una variante que tiene cada vez más fanáticos en todo el mundo, a pesar de los riesgos que conlleva). En los restantes capítulos, da consejos sobre cómo preparar el cuarto del bebé.
"Coloque los estantes a una altura que le permita verlo y encontrarlo todo con facilidad"; "Tenga un cubo con abertura de pedal y una bolsa de plástico dentro, para los pañales sucios", explica en la página 240: ideal para madres primerizas que tal vez no sepan que los pañales descartables se tiran a la basura. Este apartado y otros como "Elegir el equipo del bebé" (cochecito, cambiador, bañera, entre otros elementos, como la cuna, sobre la que recomienda: "Procure que sea resistente y que no tenga pintura o barnices tóxicos") y "Elegir un nombre" ("Piense si hay alguna razón para que se burlen de su hijo debido al nombre que ha elegido") son los que delatan cómo imagina la autora a sus lectores promedio.
Publicado por primera vez en Gran Bretaña en 1995, en la Argentina el manual de Stoppard lleva vendidos quince mil ejemplares y va por la sexta edición, según datos de Random House Mondadori. La última, editada en 2009, tiene 376 páginas, tapa dura y está ilustrada con grandes fotos en color de parejas felices, embarazadas sonrientes y niños de publicidad de pañales: redondos, de ojos claros, hermosos. Claro que, para que nadie se sienta discriminado, también incluye imágenes de asiáticos y afroamericanos.
En El nuevo libro del cuidado de tu bebé, que lleva como subtítulo Una guía esencial desde el nacimiento hasta los tres años , Stoppard va aún más allá: explica, con fotos y gráficos, cómo ponerle una batita al nene, cómo cambiarle el pañal y hasta cómo preparar una mamadera con leche en polvo. "Llene el biberón hasta el nivel correcto de agua. Llene la cuchara de medida con leche en polvo y elimine el exceso. Añada la leche al agua. Coloque la tapa y la tetina. Agite el biberón hasta que esté segura de que no hay grumos y la mezcla es homogénea."
Mano dura
Así como hay libros que tratan a los futuros padres como subnormales, también están los que trabajan sobre la culpa. Con un tono y estilo bastante distante de los anteriores, el famoso y controvertido Duérmete, niño (Plaza & Janés), de los españoles Eduard Estivill (director de la Unidad de Alteraciones del Sueño del Instituto Dexeus de Barcelona) y Sylvia de Béjar (periodista), es un best seller mundial desde su salida en 1995. En el país lleva vendidos noventa mil ejemplares en sus catorce ediciones.
El manual propone un método cuasi fascista (e impracticable) que consiste, básicamente, en dejar llorar al niño en su cuna hasta que se duerma. El primer día, durante un minuto; luego durante tres, cinco, siete y así sucesivamente. Después del lapso establecido por los autores, uno de los padres debe entrar al cuarto de su hijo y ubicarse "a una distancia prudencial de la cuna para que no se le agarre".
Entonces, debe explicarle con tranquilidad (tanto si el niño tiene dos meses como dos años) que lo quieren mucho y le están enseñando a dormir. Acto seguido, debe pegar la vuelta y dejarlo solo. "Da igual si Juanito está gritando, llorando o ha vuelto a salir de la cuna", explica el doctor Estivill y continúa: "Y otra vez a aguantar... y a sufrir. Esta vez esperaremos tres minutos". Sin estudios que lo confirmen ni fuentes médicas para consultar, los autores aseguran que el sistema "duérmete, niño" es efectivo en el 98 por ciento de los casos y que cuando falla es por culpa de los padres que no resisten escuchar llorar a sus hijos.
Un libro ideal para los fanáticos de la mano dura: el médico aconseja aplicar este método desde el primer día, para evitar que el bebé adopte malos hábitos. Es decir, dormir en la cama grande. Para completar la idea (por si a algún padre no le quedó claro), en la página 43 hay un recuadro titulado "Lo que no debemos hacer para dormirlo", que enumera: "cantarle, mecerlo en la cuna, mecerlo en brazos, darle la mano, pasearlo en cochecito, darle una vuelta en coche, tocarlo o dejar que nos toque el cabello, darle palmaditas o acariciarlo, darle un biberón o amamantarlo, ponerlo en nuestra cama, dejarle trotar hasta que caiga rendido, darle agua". Todo está prohibido, menos dejarlo llorar solo en su cuna.
El parto como experiencia mística
En el otro extremo se ubica la psicóloga argentina Laura Gutman, autora de una decena de títulos sobre maternidad y directora de una institución llamada Crianza, donde se dictan cursos y talleres para padres en los que se aplica la teoría que predica en sus libros. Gutman es una defensora a ultranza del parto natural y está en contra del intervencionismo médico (cesáreas, anestesias, prácticas que considera invasivas para la madre y el niño). En La maternidad y el encuentro con la propia sombra (Del Nuevo Extremo), uno de sus textos más difundidos, junto con Puerperios , dice que el parto ideal (en el que se respeta el derecho de la mujer a parir como tenga ganas) es una experiencia sexual y mística: "Tal vez el hecho más importante en la vida sexual de las mujeres".
Para fundamentar sus conceptos, Gutman relata dos de sus tres partos: del primero, practicado con cesárea, sólo menciona fecha y lugar: París, 1982. A los otros, en cambio, los describe con estilo edulcorado: "Mi hombre amado me sostuvo por la espalda... Vi asomarse a mi beba y la tomé con mis brazos mientras salía suavemente del canal de parto...". El último niño lo tuvo en su casa, de pie y abrazada a su marido y a la partera. Al día siguiente, afirma, salió a pasear con sus hijos mayores y la recién nacida. "Fin de la historia", escribe, intentando dar una visión heroica del parto como a ella le gusta: con la mujer como protagonista y no como mera espectadora.
Con veintidós ediciones publicadas en países como España, México y Brasil, y doce en la Argentina, en La maternidad... la autora parte de la idea de la ruptura emocional que provoca en la mujer el nacimiento de un hijo. "El bebé manifiesta la sombra, lo que no es reconocido conscientemente por la madre." "¿Qué es la sombra? -pregunta-. Este término, utilizado y difundido por C. G. Jung intenta ser más abarcador que el término «inconsciente», difundido por S. Freud.
Se refiere a las partes desconocidas de nuestra psique, pero también a las partes desconocidas de nuestro mundo espiritual", responde. En el resto del libro, analiza temas como la lactancia, el puerperio (que luego fue eje de otro exitoso título, con diez ediciones y una reedición, La familia nace con el primer hijo ), la "fusión emocional" entre la madre y el bebé y las enfermedades de los niños. Todo a partir del buen o mal manejo que hace cada mujer de su "sombra". Es curioso que, siendo psicóloga, no recomiende visitar al analista sino recurrir al "acompañamiento terapéutico" que ofrecen instituciones como la que ella dirige.
En Crianza , publicado en 2009, tiene un capítulo titulado: "La maternidad es una zambullida en el agua oscura del inconsciente". Esa frase resume su postura, que repite y amplía en cada libro.
Miradas irónicas
Por suerte para el lector, también existen los autores que recurren al humor para hablar sobre la maternidad. Es el caso de las periodistas Ingrid Beck y Paula Rodríguez, que escribieron juntas las divertidas y poco solemnes Guías (inútiles) para madres primerizas I y II (Sudamericana). El primer libro, de 2007, vendió dieciséis mil ejemplares y va por la quinta edición. El segundo, de 2009, subtitulado La lucha continúa , lleva dos ediciones y cinco mil ejemplares vendidos. En estos antimanuales hablan sobre el lado B de tener un hijo, a partir de sus respectivas experiencias como madres.
Irónicas, mal habladas, incorrectas, las autoras parten de la premisa de que los libros sobre maternidad no sirven para nada, sólo para contar casos generales de bebés promedio. Por eso, casi no dan consejos, sino que describen situaciones típicas (la angustia de volver al hogar con el recién nacido, el amamantamiento, el pis, la caca, el sueño, el llanto) y aportan ideas sobre cómo afrontarlas con la mayor dignidad posible.
"Cada minucia de la experiencia de criar a un hijo -desde cómo darle la teta hasta si se le debe hablar de Dios- tiene, al menos, diez mil versiones sobre la mejor manera de resolverla. Y todos están convencidos de que son portadores de la verdad", dicen en el prólogo del primer libro. Enseguida, arremeten contra la literatura para futuros padres: "Los libros, las guías, los manuales confunden y te hacen sentir que sos la única idiota que hace las cosas mal o que tu bebito que creías perfecto es, en realidad, un monstruo". Y aclaran que la única misión que se han propuesto al escribir su guía inútil es que las mujeres se sientan identificadas, se diviertan en el proceso y recuerden que no hay mejor manera de ser madre que hacer lo que se les canta. O lo que mejor les salga.
Además de destrozar los métodos de manual para solucionar problemas comunes de los primeros meses, Beck y Rodríguez se burlan de las teorías de moda: entre ellas, la estimulación temprana. Según sostienen las autoras (madres de un niño cada una), esta práctica "es muy importante porque, si una la aplica como es debido, logrará que un niño aprenda a meterse el dedo en la nariz, por ejemplo, quince días antes de lo que le llevaría aprenderlo de todos modos y por la suya. Pero esos quince días son vitales, son la diferencia entre un futuro ganador y una vida echada a perder".
En el combo de los productos de moda entran los discos de grupos famosos "adaptados" para bebés ( Beatles for Babies , por ejemplo), los juguetes de madera o reciclados que, pensados por jóvenes diseñadores que desayunan todos los días en Palermo, cuestan una fortuna pero no sirven para nada, y los espacios dirigidos a padres e hijos con consignas para compartir juegos y canciones, previo pago de una onerosa cuota. O sea, la industria desarrollada alrededor de los niños, cuyos padres no saben qué hacer todo el día con la criatura pero se sienten obligados a hacer algo: clases de inglés a los seis meses, talleres de música desde la cuna, juguetes de papel crêpe y goma eva, lo que sea.
Claro que en medio de tanta burla y cinismo, las autoras dedican párrafos enteros a tratar temas serios. En el capítulo dedicado al sueño, se oponen, sin nombrarlo, al Duérmete, niño. Lo definen, casi al pasar, como un sistema de tortura. Dicen las periodistas: "No pretendemos desmentir a aquellos que dicen que el mejor y más efectivo sistema es dejarlo llorar hasta que se duerma. Ni siquiera nos propusimos ganar tanto dinero como el que ganaron los que inventaron ese método. Sólo diremos que es posible que sea el más eficaz pero es también el más cruel". En ese punto coinciden con Laura Gutman, aunque sus respectivas posturas sobre la maternidad estén a años luz de distancia.
Los dos volúmenes de la guía inútil terminan con un listado de frases inoportunas que suelen escuchar las primerizas y sus posibles respuestas "para neutralizarlas". Si la suegra dice: "Nena, se va a acostumbrar a dormir con vos y después no lo sacás más de tu cama", proponen contestarle: "Y bueno, lo mismo me pasó con tu hijo y ahora somos una familia".
Fuente: LA NACIÓN
Los autores en la Web
www.miriamstoppard.com
Sitio oficial de la autora, disponible sólo en inglés. Tiene información sobre sus libros y otros productos como DVD, revistas y ropa interior para embarazadas, y dónde comprarlos.
www.doctorestivill.com
La página web del médico catalán Eduard Estivill, autor de Duérmete, niño, tiene distintos enlaces a las áreas médicas, de investigación, difusión y farmacológica de la clínica del sueño que dirige en Barcelona. A través del link Método Estivill se accede a información sobre el sistema que propone en su best seller y a una larga bibliografía sobre el tema para consultar.
www.lauragutman.com.ar
Presentada en español y en inglés, la página web de la psicóloga argentina propone, además de presentar sus libros, acceder al sitio de Crianza, la institución que dirige, un calendario con las fechas de sus seminarios aquí y en el exterior, artículos escritos por Gutman y videos de sus presentaciones.