La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas. |
Docencia y docentes. Por Sigfredo Durán. |
La superioridad de la raza aria y la perversidad de los judíos ocuparon amplios espacios curriculares de maestros y profesores en la Alemania nazi, de la misma forma sus colegas en la Unión Soviética promovían el culto a la personalidad del Camarada Stalin" y alentaban a los alumnos a denunciar a sus propios padres cuando estos eran críticos de la gloriosa revolución.
Seguramente el miedo en muchos casos impulsaba a estos docentes a tan pervertido ejercicio de su profesión, otros lo habrán hecho por comodidad y los menos por convicciones ideológicas, pero el daño que produjeron en las mentes juveniles se extendió mucho más allá en el tiempo que la duración de ambos regímenes totalitarios.
En Argentina desde hace casi cuatro años se está viviendo una experiencia que podríamos calificar de similar y los docentes, salvo honrosas excepciones, parecen conducirse de igual forma que sus homólogos rusos y alemanes colaborando en el adoctrinamiento perverso de sus alumnos.
La educación que tradicionalmente fue el elemento motorizador para la superación de las condiciones sociales de los argentinos, ha sido transformada por el actual gobierno en su herramienta más sofisticada para la implantación de un pensamiento único. Basta comparar cualquier texto de uso escolar impreso con anterioridad al 2003 con la edición actualizada por su mismo autor para notar las correcciones y agregados ideológicos efectuadas al mismo.
En el caso de la Historia encontramos una nueva y deformada versión de la misma, donde prohombres que con su ejemplo y pensamiento sirvieron de guía a generaciones de argentinos han desaparecido de los libros o se los cuestiona en una desquiciada tergiversació
En capítulos dedicados a un pasado reciente no se encontrará referencia alguna al terrorismo salvaje que atentó contra dos gobiernos constitucionales para hacerse del poder, ni tampoco a los secuestros y asesinatos de inocentes que eran prácticas habituales de estas bandas subversivas, y por supuesto la Guerra de Malvinas no quedó ajena a esta particular visión del historiador oficial, guerra en la que solo parecen haber participado conscriptos, a los que se les niega su condición de soldados calificándoseles de "combatientes" en un repugnante intento de igualarlos con esta denominación a los "jóvenes idealistas" que sembraron el terror en los años 70.
La Constitución Nacional, los principios republicanos y estado de derecho no conforman contenidos relevantes de lo que curricularmente se ha dado llamar Ciencias Sociales, solo se encontrará en ellos la promoción de conductas colectivistas y el desaliento a cualquier individualismo que conspire contra el pensamiento único.
En días recientes y sustentado en un reclamo legítimo como es el de que se les reconozca un salario digno, los docentes se han movilizado en todo el país, la relevancia que se decidió en dar a esta protesta impulsó a sus participantes a cometer diversos delitos, como lo son el de sedición al cortar calles, rutas o puentes y el ataque con elementos contundentes a diversos edificios públicos.
Contrasta toda esta energía puesta en la defensa de un bienestar económico con la indolencia demostrada por los mismos protagonistas ante la deformación ideológica de un sistema educativo que los tiene como principales partícipes y referentes.
Cuando en un futuro se busquen las causas de la actual decadencia institucional en que ha sido sumergida la República Argentina, gran parte de la responsabilidad le corresponderá a la degradación de un sistema educacional, el que en su momento brindó unas magníficas maestras normales nacionales y hoy ha permitido que un personaje como Luis D'Elía haya estado al frente de un aula.
Fuente: http://www.lahistor