La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Estudié abogacía.

Por Dra. Cristina Rosso.

Hace muchos años ya, tuve que tomar una decisión, como muchos otros, que afectaría el resto de mi vida. La elección de una carrera universitaria es en sí muy difícil, ya que debemos considerar muchos factores, la capacidad intelectual, la vocación y los ideales personales entre muchos otros aspectos. Pensé mucho y decidí estudiar ABOGACÍA, elección esta que me llenaba y aun me llena de orgullo, pero también en muchas ocasiones me trajo dolor, frustración e impotencia.

A lo largo de los años conocí todo tipo y calidad de colegas, muchos de ellos ejerciendo solamente con el espurio pretexto de conseguir mucho dinero rápidamente, pero, y gracias a Dios, conocí otros muchos con ideales nobles, que, sacrificando hasta su propio descanso, ejercen esta profesión en aras de lograr la escurridiza Justicia…

Profesionales de verdad, no meros “cuervos” detractores de la confianza popular, que avergüenzan a todos aquellos otros Abogados que trabajan laboriosa y honorablemente dentro de los laberintos legales.

Juristas, que crean a partir de ideas e ideales propios, originales, colegas ciudadanos y eruditos adaptados a una realidad nacional que buscan la conciliación y aplicación de normas e instituciones con verdadero fundamento legal y realidad autóctonas, Señores Abogados con todas las letras, aquellos que defienden el bien común por sobre el interés personal, aquellos que buscan incansablemente resarcir a la verdadera victima, mientras que otros siguen victimizando a los victimarios por ganarse unas monedas...

Desde el punto de vista penal, es muy difícil buscar Justicia, pero mucho mas difícil es lograrla a partir de normas obsoletas y perimidas, cuando se tiene en contra todo un sistema arbitrado a permitir la flojera y la impunidad.

Tenemos en nuestro país Magistrados extremadamente calificados que se ven obligados a ceder a libertades no merecidas por meros tecnicismos, sabiendo que desde el sentido común y la cordura no pueden actuar contra lo que esta escrito en nuestros Códigos.

Hablando de códigos estimaré que aquellos por los que nos administramos, no solo son vetustos y arcaicos, sino que peor aun, ellos son, en su mayoría, grandes rejuntes de códigos de otros países, países donde la realidad socio-económica es absolutamente diferente a la nuestra, y hasta diría diametralmente opuesta. Claro esta que allí funcionan apropiadamente esas leyes, normas o como guste llamárselas, para el caso el termino da lo mismo, éstas jamás se ajustarán a nuestras circunstancias, puesto que nuestra idiosincrasia es tan diferente y particular que solo deja pensar que nosotros DEBEMOS elaborar nuestros propios parámetros legales, de seguridad y punitivos, y que solamente serán éstos quienes se ajusten a nuestra sociedad y a los tiempos que vivimos.

Estudiar Derecho implica el serio compromiso de cada Abogado de aportar un pequeño grano de arena con la virtud y el ánimo de mejorar pautas reglamentarias, no solo se trata de asumir una defensa porque la Carta Magna así lo prevé.

Ejercer el Derecho también es tomar conocimientos y desmembrarlos hasta obtener su esencia y desde la cual avalar, buscar y asegurar lo JUSTO, la VERDAD, la LIBERTAD de todos los ciudadanos de bien….

Ejercer el Derecho es un compromiso de retribución con la educación que nos tocó en suerte recibir, no solo por parte de una Universidad, sino mas profundo aún, la educación que recibimos en nuestros hogares, de nuestros padres y de los valores que nos han inculcado con el ejemplo, y este tipo de educación, señores, no se enseña ni se aprende en las Universidades.

Los cambios que deberemos elaborar son muchos y muy variados, tiempos difíciles correrán hasta lograrlo, estas transformaciones son de orden multidisciplinario, y una vez que un pueblo comienza a pensar es el principio del fin de las diferentes corrupciones y de quienes las perpetran, ya que si sabemos pensar sabremos elegir, y si sabemos elegir difícilmente puedan los oportunistas seguir estafándonos y robando futuros, por esta razón doy extrema importancia al aporte de distinguidos colegas, dignos en sus vidas, rectos en sus pensares e intachables en sus conductas, ellos serán los encargados de transmitir a nuestros compatriotas algo muy sencillo y dificultoso a la vez, debemos transmitir y enseñar “como” pensar y ya no mas “que” pensar, en esta libertad es en la que se han desarrollado muchos pueblos, emergiendo desde sus propias cenizas, capitalizando los conocimientos y aplicándolos a su desarrollo general, países estos virtuosos que supieron levantarse, ponerse de pie y caminar erguidos hacia un futuro prospero, pueblos que se han unido en la adversidad y el infortunio, pueblos ejemplares y de los que debemos copiar la decencia, la integridad y la unión.

Argentinos y Abogados, tenemos el deber ético, moral y profesional de aplicar todo aquello que este a nuestro alcance para lograr Justicia para todo aquel que en realidad sufre y padece opresión e infamia, tenemos el deber de honrar a nuestros ancestros que en el esfuerzo de ejecutar lo correcto, nos heredaron lo mismo que ellos oportunamente han heredado: “amar a nuestra tierra por sobre todas las cosas”, ya que de ella vivimos, en ella vivimos y seguramente en ella moriremos!!! 

¡Qué Dios y la Patria os lo demanden!

Editoriales