La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas. |
Mitos Educativos. |
Mito nº 1: los docentes trabajan 4 horas por día.
Los docentes estamos 4 horas por día en la escuela, que no es lo mismo. Además… planificamos la materia, hacemos planificaciones, exámenes, clases y contenidos (son todos distintos), preparamos los trabajos prácticos, preparamos evaluaciones. Preparamos el material con el que los alumnos trabajan: para eso leemos varios materiales, seleccionamos, fotocopiamos, recortamos y pegamos (para abaratar los costos), escribimos en las computadoras, navegamos por Internet etc.
Y preparamos las consignas a trabajar, corregimos los trabajos prácticos, corregimos las evaluaciones, corregimos el trabajo diario de los chicos, armamos los recuperatorios, corregimos los recuperatorios, hacemos los registros, preparamos las planillas de notas, hacemos los boletines, preparamos los proyectos anuales, preparamos los proyectos áulicos, y planificamos y preparamos cada clase.
Todo eso es también tiempo de trabajo. Y también asistimos a reuniones de personal, asistimos a reuniones de ciclo, asistimos a reuniones fuera de horario, asistimos a las reuniones de padres, asistimos a las reuniones de entrega de boletines, tenemos que preparar los actos escolares. Todo eso por cada una de las escuelas en las que trabajamos. Todo eso es también tiempo de trabajo.
Mito nº 2: los docentes tienen tres meses de vacaciones.
Los docentes damos clases hasta mediados de diciembre y empezamos los primeros días de febrero… que no es lo mismo. Desde mediados de diciembre hasta el 30 de diciembre y desde mediados de febrero hasta los primeros días de marzo trabajamos en las semanas del periodo de evaluación complementaria, tomamos exámenes a los alumnos que tienen materias en diciembre o febrero, tenemos la semana de evaluación institucional con reuniones de personal; damos una semana de clases de consulta a los alumnos que tienen que rendir exámenes, tenemos una semana de planificación institucional; reuniones por ciclo y reuniones de personal. Todo multiplicado por cada una de las escuelas en las que trabajamos.
Mito nº 3: los docentes sólo enseñan contenidos.
Parte del trabajo docente es enseñar contenidos... que no es lo mismo. La tarea del docente empieza en los contenidos disciplinares pero a los docentes también se nos pide (y lo hacemos de buen ánimo) que: atendamos los problemas personales de nuestros estudiantes escuchando, aconsejando y acompañando; detectemos problemas de adicciones en nuestros estudiantes y los derivemos, acompañemos la tarea familiar, detectemos problemas familiares de violencia, desatención, etc., y realicemos una derivación y un seguimiento; juntemos zapatillas, remeras, buzos, pullóveres, etc, para nuestros alumnos más necesitados; sirvamos el refrigerio en las aulas, en algunas escuelas repartamos viandas o demos de comer, gestionemos y consigamos libros, revistas y materiales varios para el trabajo en el aula o la biblioteca.
Nos reunamos con equipos externos a la escuela que estén atendiendo a estudiantes por algún problema particular. Atendamos estudiantes con capacidades especiales sin acompañamiento profesional en el aula.
Mito nº 4: los docentes tienen mejores condiciones de trabajo que otros trabajadores.
Las condiciones laborales del docente deberían ser como las de los demás trabajadores... que no es lo mismo: a los docentes se nos exige que trabajemos en cualquier condición (sin aulas, sin vidrios, sin tizas, sin escritorio, sin agua, sin calefacción…). Los docentes no recibimos nuestra ropa de trabajo como en otras empresas; los docentes no recibimos nuestros materiales de trabajo; debemos comprar las hojas, las carpetas, los colores, las gomas, la computadora para trabajar, la impresora y los cartuchos para imprimir, los libros, etc.
Los docentes no recibimos capacitación de parte de nuestros empleadores como en algunas empresas, debemos gestionarla y pagarla por nuestros propios medios. Como muchos otros trabajadores, a los docentes no nos pasan a buscar en colectivos de la empresa, y debemos llegar a nuestros lugares de trabajo por nuestros propios medios. Los docentes no recibimos el refrigerio por parte de nuestros empleadores; ponemos dinero de nuestros bolsillos para el café o el mate de media mañana y nos compramos las viandas para el mediodía.
Mito nº 5: los docentes ganan más que otros trabajadores.
Los docentes ganan menos que otros trabajadores... que no sólo no es lo mismo sino que es lo opuesto. El salario docente no es lo que le queda a un trabajador de bolsillo porque hay que restarle lo que el docente gasta para poder trabajar, gasto que no tienen otros trabajadores porque los provee la empresa: el pago de los materiales de trabajo personales y de algunos alumnos a los que les presta el lápiz, la lapicera, la regla, la goma, etc., etc.
El pago de su ropa de trabajo ya que los delantales no son entregados por el empleador como en algunas empresas. El pago de materiales de información para sus alumnos: libros, revistas, audios, películas, etc. El pago del transporte cotidiano, el pago de las viandas cotidianas, el pago del impuesto a las ganancias que no pagan senadores, diputados, jueces, pero sí los maestros.
El pago de la reposición de materiales como cartuchos de impresoras, resmas de hojas para preparar los trabajos, fotocopias, etc. El pago de los cursos, seminarios y capacitaciones, entre otros...
Mito central: los docentes no son trabajadores.
Si tenemos horario de trabajo, si tenemos gastos para trabajar, si pagamos impuestos por lo que ganamos, si nos otorgan un periodo de vacaciones, si debemos cumplir requisitos para poder ingresar a trabajar y mantener el puesto de trabajo. Si somos evaluados cada año en nuestro desempeño, si tenemos un salario establecido por nuestros empleadores... Entonces somos tan trabajadores como cualquier persona que desarrolle otra actividad y necesitamos condiciones dignas de vida como cualquier trabajador.
Fuente: Desconocemos el autor.