La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Cultura del conflicto.

Por Laura Etcharren.

Argentina en los tiempos de la "sensación."

Indiferencia

El problema de la inseguridad recrudece y las respuestas al conflicto son negaciones ante los hechos, o bien, silencios que denotan la falta conocimiento y predisposición resolutiva. Porque la inseguridad se ha vuelto una herramienta funcional que maneja importantes montos de dinero. Aquellos utilizados para privativos beneficios.

Para seguir adelante en la hegemonía y destruir, aún más, el tejido social. Un estado de situación alarmante que refleja la relación patológica entre las llamadas, fuerzas de seguridad y los delincuentes. Sucede, que los arreglos con las organizaciones del crimen organizado, existen.

Y eso puede demostrarse con los actos delictivos que se producen en las mismas zonas y a la misma hora. La zona norte, es un ejemplo de ello. Los barrios cerrados o countrys, también. Los modos de operación no cambian.

Razón por la cual, al existir una linealidad de los mismos, la seguridad, tiene que estar atenta y con toda la logística preparada para evitar el delito y detener a los delincuentes. El factor sorpresa ya no puede existir. Tengamos en cuenta, que el avance tecnológico posibilita una infraestructura superior y un estudio de terreno mucho más amplio que décadas pasadas.

Avance de Maras

Las maras avanzan al ritmo de inoperancia de quienes dicen bregar por la seguridad. El estado embrionario o potencial de maras adquiere su forma. Se materializa en huellas que dejan en el espacio de la comisión del crimen. En sus modus operandi.

Piensan y actúan más rápido que todos, no por ser más inteligentes, sino por contar con terrenos liberados. A su paso y más rápido de lo que podía estimarse, las maras bajan hacia el sur. Porque existe una capacidad humana para el conflicto y la violencia. Violencia que se reproduce. Que es invitada a generarse por las autoridades gubernamentales.

Como decirle a los delincuentes que se sirvan, gustosamente, de los individuos que conforman esta sociedad colapsada y ya débil en sus construcciones de sentido.

Cultura del conflicto

Los conflictos complejos no tienen una sola raíz sino varias. Reducir por ejemplo, el conflicto de la inseguridad al tema de la exclusión social revela la subestimación que ciertos gobernantes tienen para con los ciudadanos. Pero al conflicto de la inseguridad, debe sumársele, el conflicto que se desata entre la sociedad y los gobernantes.

Los primeros como víctimas y los segundos como patológicos abúlicos de la realidad social. Todos enredados en un complejo sistema signado por las improvisaciones. Aquellas que generan enfrentamientos y opacidad social. Al tiempo que revelan una sociedad que atraviesa por una profunda cultura del conflicto.

Frases desafortunadas y sostenidas

¿Se desconoce por ignorancia? ¿No se atiende el caos por qué la indiferencia evita el compromiso? Preguntas que uno debe hacerse frente a las absurdas palabras que se emiten en las paupérrimas y banales retóricas de quienes deben dar explicaciones.

Para el Ministro Arslanian la inseguridad es nada más que una sensación. Para Solá y Fernández, un complot contra el gobierno provincial. Algo así, como una puesta en escena. Telerman justifica las inundaciones del pasado lunes como algo que tenía que suceder.

Recordemos que desde el blog se analiza a las inundaciones como uno de los acontecimientos inseguros más destacados. Pues si bien el clima no puede evitarse, lo que puede llevarse adelante es la previsión a través de la realización de las correspondientes obras públicas. En todos los barrios y fundamentalmente, en aquellos que fácilmente se inundan. Obras que deben realizarse en todo el país.

Vacilaciones: Macri y Blumberg

Mientras los candidatos para jefe de gobierno de la ciudad están definidos, los candidatos a gobernadores por la Provincia de Buenos Aires, no. Del único que se habla es de Scioli. Quien ya es candidato. Sobre el resto, lo único que hay, son vacilaciones. Tal es el caso de Juan Carlos Blumberg que no termina de definirse como candidato.

“Pacta” con Macri pero no bajo el rótulo de candidato PRO. Hay una resistencia por parte del ingeniero que invita a pensar varias cosas. Pensar por ejemplo, que su compromiso social es muy fuerte pero que adolece de capacidad para revertir la situación desde una gobernación.

O considerar tal vez, que las únicas armas que posee son teóricas y nada prácticas. También podemos considerar que las vacilaciones de Blumberg se deben a la no intención de perder el apoyo de ciertos sectores sociales al ingresar al juego político sobre el que muchos desconfían. Y seguir con su labor, desde la necesidad y el refugio que muchas víctimas, han encontrado en la Fundación.

Quizás, considere que su proyecto de combate es mucho más grande y que PRO le queda chico. Que la alianza Macri/Blumberg no sea acertada, ya que ninguno de los dos se encuentra lo suficientemente calificado para resolver los problemas. Y ante el primer desborde, el no saber cómo proceder, puede profundizar la barbarie.

Todo puede ser. Sobre todo si consideramos la actitud pública e indigna que Mauricio Macri tuvo para con el Gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch. Alguien a quien quería en su entorno y que luego lo aparta. Extraño comportamiento, aunque muy propio.
Una actitud, que nada tiene que ver con un compromiso para el cambio.

Les es funcional

Inseguros desde todo punto de vista, los argentinos debemos enfrentar las elecciones. Optar por individuos que han colocado en el epicentro de sus campañas el problema de la inseguridad. Lo curioso es que todos relatan las crónicas delictivas. Se lamentan por las mismas y dicen que así no se puede vivir.

Sin embargo, no dan soluciones. Ninguno de ellos se prepara para tratar una problemática tan compleja como es la inseguridad y que guarda estrecha relación con los diversos sucesos que se dan en el continente. Entonces, uno puede bucear en los interrogantes y desembarcar en cuestionamientos como ser: ¿Se puede ser candidato a algo sabiendo sobre un solo tema y encima con serias limitaciones?

Se puede, el tema, será el naufragio que nos espera.

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