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Schoklender reveló contactos de Madres con las FARC, el apoyo a ETA y a la corrupción K. |
El periodista Martín Caparrós publicó hoy en su blog Pamplinas, del diario español 'El País', una entrevista exclusiva con Sergio Schoklender, el ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo que está siendo investigado por la Justicia por irregularidades con los fondos que el Estado entregó a la organización. En ella, el empresario revela que a principios de los años 90, la fundación tuvo contacto con varias organizaciones de la guerrilla latinoamericana, bajo la idea de entrenar compañeros y generar un movimiento similar en el país.
"La idea era mandar compañeros a formarse con las FARC en Colombia, con los zapatistas en Chiapas, y que después esos compañeros pudieran venir con alguna formación y comenzar un trabajo, digamos, foquista en algún lugar. Ese era el único modelo posible, no veíamos otra salida. Era impensable que el país se iba a recuperar en ocho años, quién se podía imaginar eso", asegura Schoklender.
En un pasaje de un libro suyo que está por editarse, Sueños postergados, el hombre que mató a sus padres y hoy está acusado por estafa, asegura que el proyecto que tenía la organización durante el gobierno menemista "era la revolución", y señala que, en ese momento, "la única salida lógica era la lucha armada”. Es en ese pasaje de la obra en la que Schoklender dice "en la universidad guardábamos de todo".
Por eso, ante la pregunta sobre el significado de la frase, el abogado reconoce que contaban con "armas de todo tipo". Y luego detalla: "Pistolas, ametralladoras, granadas, plástico, lo que pidas". "Visto en plena época del menemismo era la única salida lógica: había que generar una resistencia. Ubicate en pleno menemismo, con toda la impunidad que tenían. Me acuerdo del lugar donde teníamos guardadas las cosas, que era un pozo en el sótano de la universidad: la ubicación precisa la conocíamos dos o tres compañeros y Hebe, y nadie más", señala.
En declaraciones radiales, Schoklender ratificó todo. "Fue en un breve período durante el menemismo, donde muchos creíamos que el país se destruía, que había que reeditar algunas lógicas y teorías de los 70, donde las Madres y los compañeros teníamos mucha vinculación con las organizaciones revolucionarias de América latina, con los zapatistas, con las FARC o con el ELN".
En otro de los capítulos de la futura publicación, el autor revela que, con buena parte de los máximos responsables de la represión sueltos durante la vigencia de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, la organización planeó el secuestro de uno de los militares más representativos de lo que fue el genocidio de la dictadura militar, el comandante Emilio Eduardo Massera.
"En 1999, 2000, teníamos todo preparado para ir a secuestrarlo: le habíamos hecho inteligencia, sabíamos cómo se movía, por dónde, teníamos todo preparado. Mi fantasía era hacer algo muy parecido a lo que después fue esa película, El secreto de sus ojos, ¿no? Lo agarrábamos y se perdía, nunca más. Yo quería que el enemigo recibiera el mensaje de lo que significaba la desaparición, que supiera cuál era la sensación de estar desaparecido, que nadie sepa si alguien está o no está, si vive, si está muerto. Decirles esto es lo que hicieron", relata Schoklender en la entrevista.
"Y encima a Massera, que era tan emblemático. Pero ahí Hebe se opuso, y al final se demostró que tenía razón, la historia le dio la razón. Después las leyes de impunidad se derogaron, un montón de milicos están presos y procesados. Pero en esos años era impensable que eso sucediera en la Argentina. Y ese viraje fue gracias a Néstor", expresa.
La investigación de las denuncias de Schoklender. Por Carlos Manuel Acuña.
"Salíamos con fierros a buscar plata"
Sergio Schoklender volvió a la carga. En una catarata de escandalosas declaraciones, el ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo afirmó que la asociación que preside Hebe de Bonafini se financió en los 90 con asaltos a supermercados. "Si hacía falta pagar la luz, salíamos con fierros en la cintura a buscar plata para sostener lo que las Madres necesitaban", detalló.
Además, afirmó que en la sede del organismo se guardaron armas de guerra y que habían planeado secuestrar al ex represor Emilio Massera, pero la idea no tuvo el apoyo de Bonafini.
Directo y locuaz, Schoklender denunció, en una entrevista con el escritor Martín Caparrós, la supuesta existencia de "sobresueldos" para los funcionarios del Gobierno. Y no se privó de criticar a Cristina Kirchner. "La primera vez que vio un pobre fue en obras de la fundación. Caparrós publicó la entrevista, que ocupa 25 carillas, en su blog Pamplinas, en la versión digital del diario español El País ( http://blogs.elpais.com/pamplinas/2011/12/muerto-en-vida.html ).
Coincide con la publicación en las próximas horas de un libro escrito por el propio ex apoderado de Madres titulado Sueños postergados. Coimas y corrupción en la patria de los desvíos (Editorial Planeta). Allí su versión del escándalo que envuelve al organismo desde mayo pasado, cuando fue despedido por Bonafini y por el cual la Justicia lo investiga por malversación de millonarios fondos públicos. "La verdad es que me pagaban un anticipo que nos venía muy bien porque estábamos sin un peso", justificó Schoklender, ante Caparrós, la decisión de escribir un libro.
En su texto, el ex apoderado de Bonafini afirma que el proyecto de la asociación "era revolucionario", y agrega: "La única salida lógica era la lucha armada (...) En la universidad [de las Madres], guardábamos de todo".
Sobre el armamento, en la entrevista con Caparrós dijo que tenían "armas de todo tipo, pistolas, ametralladoras, granadas, plástico", pero aseguró que eso fue en la época del menemismo, cuando planeaban "mandar a los compañeros a formarse con las FARC en Colombia y con los zapatistas en Chiapas". Schoklender contó que con ese grupo planeaba secuestrar a Massera. "Pero Hebe se opuso", admitió.
"Cuando se produjo el enamoramiento entre Hebe y Néstor [Kirchner], tuvimos que sacar todo lo que había en el sótano y hacerlo desaparecer", recuerda en el libro.
Para financiar ese objetivo y solventar el funcionamiento de Madres, señaló haber salido a robar a mano armada: "Tratábamos de que fuesen lugares que representaran más la concentración oligárquica, no la farmacia de la esquina".
Schoklender ratificó sus dichos ayer en declaraciones radiales. "Yo financiaba y sostenía [a Madres] desde el casino. Soy un brillante jugador de black jack y trabajaba todas las noches para poder pagar al día siguiente", agregó en Radio 10.
En otro de los pasajes del libro, el ex apoderado de Madres cuenta que Bonafini le confesó que el número de 30.000 desaparecidos durante la dictadura fueron, en realidad, 15.000. "Me lo contaba como secreto, no sé, estábamos reunidos con otras madres y entonces como la Conadep dijo 15.000 yo salí a decir que eran 30.000, y quedó 30.000", expresó Schoklender.
En la Asociación Madres de Plaza de Mayo desestimaron de forma terminante las acusaciones.
En la larga charla con Caparrós, Schoklender recordó la vez que la Presidenta visitó uno de los obradores donde trabajaba la fundación, afirmó que ésa fue la primera vez que la mandataria "vio un pobre", y consideró: "Vos la veías que no era lo suyo". Luego de la muerte de su esposo y ex presidente, Cristina Kirchner sufrió unas "depresiones muy grandes. No sabían cómo levantarla, días enteros llorando", graficó.
Schoklender no obvió en su libro hacer referencia a cómo el Gobierno maneja fondos públicos. "La política gubernamental se financia con la caja del Estado", destaca, y posteriormente detalla la existencia de "tres cajas básicas": "La primera está sustentada por la necesidad real de fondos para sostener a funcionarios cuyos verdaderos sueldos no se blanquean [habla de sobresueldos de 20.000 dólares]".
Y concluye: "La segunda es corrupción lisa y llana, caja para que se enriquezcan los De Vido, los Jaime, los López, los Bontempo, y toda esa clase de personajes. La tercera es aquella destinada al mantenimiento de las enormes estructuras de las organizaciones sociales que Néstor Kirchner ordenó financiar para poder construir una base social propia".