La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Entre Héroes, Asesinos y Traidores.

Por Carlos E. Viana.

La niebla hacia imposible la visibilidad más allá de siete metros. Era poco antes de las nueve de la noche y los hombres del selecto 3° Batallón de Paracaidistas Reales (3 PARA), se aprestaban a atacar, las posiciones argentinas en Mount Longdon, defendidas por 270 soldados de la Compañía B del 7° regimiento (EA), una Compañía de Ingenieros y la Sección de Ametralladoras 12,7 de la Infantería de Marina. El mando británico poseía el informe de inteligencia militar, que los soldados conscriptos argentinos de 18 años, no tenían el alto entrenamiento profesional de los paracaidistas del 3 PARA.

El joven Cabo Oscar Carrizo se iba a dormir cuando escuchó sonidos metálicos. ¡Era el ruido del calado de bayonetas! Una explosión proveniente de un campo minado y el grito de dolor un paracaidista quito toda duda, los británicos comenzaban el asalto. El Subteniente Juan Domingo Baldini se lanza al contrataque con su sección, pero cuando va en ayuda de un soldado herido cae acribillado haciendo fuego con su FAL.

El Cabo Orozco se desploma con varios balazos en su cuerpo, mientras que el Cabo Ríos entrega su alma después de ser bayoneteado en el estomago. Los “teenagers” conscriptos, quedan sin mando, pero haciendo un círculo alrededor del cadáver de Baldini y del herido soldado Flores, abren fuego hacia todos lados. En el asalto a otra trinchera un “chico “teenagers” de la guerra”, cae herido, se arrodilla y vuelve a tirar, herido nuevamente se desploma otra vez, un 3 PARA le arroja una granada, el conscripto la toma y va devolvérsela cuando le estalla en la mano.

Un infante de marina conscripto, para el avance británico con su ametralladora. Sus ráfagas les producen a éstos varias bajas. No pueden superar la posición, defendida férreamente, hasta que un paracaidista logra alcanzar la trinchera y lo atraviesa al infante de un bayonetazo en el ojo.

A las 3 de la mañana del 12 de junio, el Teniente Castañeda, que había arribado con su sección como refuerzo, dirige un contrataque, que después de un bravo combate cuerpo a cuerpo, hace retroceder a los paracaidistas. Pero el fuego de artillería enemigo lo detiene. La artillería británica y el fuego de morteros baten las posiciones argentinas. Las tropas argentinas han tenido más de 40 muertos y 200 heridos, entre ellos, los conscriptos de la Infantería de Marina, Sección de Ametralladoras Clase 1962 Jorge INCHAUSPE, Jorge MACIEL, Sergio GIUSSEPETTI, Luis FERNÁNDEZ y Claudio SCAGLIONE, caídos heroicamente enfrentando al enemigo.

El Jefe argentino de la posición, Mayor Carrizo Salvadores, ve a su compañía reforzada, casi destruida. Para salvar la vida de sus hombres esta haciendo una bandera blanca, pero el soldado conscripto Félix Barreto lo insta a su superior a seguir combatiendo. El Mayor impresionado por el coraje del conscripto Carrizo, desiste de rendirse y decide retirase ordenadamente, después de haber soportado intensos ataques aéreos y bombardeo naval, fuegos de artillería previos al combate y durante este. Este es solo un resumido pantallazo de lo que fue este intenso y sangriento combate.

Las tropas argentinas que quedaron cercadas por los paracaidistas, deben rendirse. El Cabo paracaidista, británico Vincent Bramley, quien combatió duramente en Mount Longdon, relata que después del combate vio a soldados argentinos ya desarmados y prisioneros, que fueron concentrados por paracaidistas que abrieron fuego sobre ellos, escuchando el grito de una de las víctimas “mamá, mamá”.

Otro paracaidista se aproximó a un soldado argentino prisionero y lo atravesó de un bayonetazo en un ojo, este moribundo grito y el británico entonces, insultándolo le disparó en la cabeza. Un suboficial británico mientras retiraba muertos encontró a un argentino herido, quien le mostraba un crucifijo para que el perdonara la vida, el paracaidista le disparo dos veces en la cabeza. Scotland Yard avalo estas denuncias, a las que se sumaron otras de militares británicos y soldados argentinos, pero la justicia británica no actuó.

El Jefe del 3r Batallón de Paracaidistas, en ese entonces Teniente Coronel Hew Pike, no hizo nada para evitar estos crímenes abiertamente violatorios de la Convención de Ginebra de 1947. ¿Héroe o asesino? Parece que los británicos lo consideraron héroe, porque llego al grado de Teniente General y hoy ostenta el título de Sir, es decir de caballero del Imperio Británico y seguramente asistirá al desfile de la Victoria que el primer Ministro Británico David Cameron proyecta para el 14 de junio en Londres. Un desfile de la victoria tristemente manchada con crímenes.

Como en toda guerra ambas partes cometieron excesos, pero las tropas argentinas no llegaron al punto de asesinar a soldados prisioneros desarmados, después del combate. Los británicos también tuvieron héroes y en general en otros teatros de la guerra de Malvinas, se comportaron caballerescamente.

En Gran Bretaña les brindaron a sus tropas un recibimiento apoteósico. El gobierno del Presidente Galtieri y la Junta Militar, por el contrario, trataron de ocultar su trágico error de comenzar la guerra, con el silencio. Los héroes de Mount Longdon, Bahía Agradable, Puerto Argentino, Pradera del Ganso y tantos otros puntos y los pilotos que bombardearon al enemigo, los efectivos de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina, fueron recibidos en Argentina casi en secreto. Alfonsín echo un manto de olvido sobre los mismos, salvo para apoyar la película “Los Chicos de la Guerra”, sobre una novela de Daniel Khon, que presenta nuestras tropas como pobres chicos maltratados y no como bravos combatientes que es lo que realmente fueron.

La Presidente Cristina de Kirchner ignora los actos de heroísmo de los caídos y peor los crímenes de guerra cometidos por hombres del 3° Batallón de paracaidistas y otras tropas británicas y hace publico el informe Rattenbach para solaz de los ingleses, pretendiendo enjuiciar a oficiales argentinos. Su ministro de defensa sancionó a un jefe de regimiento que le rindió homenaje al Contralmirante Robasio, héroe que al frente del BIN 5 (IM) derrotó a los británicos en Bahía Agradable.

Claro, debemos comprender lastimosamente, que ni David Cameron es Winston Churchill, ni Cristina de Kirchner es Julio Argentino Roca.

El gobierno socialista de Santa Fe, pasa por las radios las siguientes propagandas sobre la guerra de Malvinas, “Nos dijeron que era una maniobra de rutina, cuando en realidad era el comienzo de la guerra. Fue la noche más negra de mi vida” y otra, “tenía dieciocho años, cuando empezaba a descubrir la vida, me llevaron a la muerte”. Estas son propagandas ultrajantes para los actos de guerra de los héroes argentinos, que hemos descripto.

El gobierno de San Luis, financió la película “Iluminados por el Fuego”, con guión de Tristan Bauer y el auspicio de la Universidad Nacional de San Martín, donde se los trata a nuestros héroes como pobres chicos, ignorando sus numerosos actos de heroísmo.

En contraposición a estas actitudes antipatriotas de nuestros políticos, el comandante de brigada británico, General Julian Thompson en su reporte del combate dijo, (*)”Estuve a punto de retirar mis paracaidistas de Mount Longdon. No podíamos creer que esos “teenagers” supuestos soldados, pudieran hacernos sufrir tantas bajas.”

El crimen y la ingratitud, abren paso a la mentira y la traición más ignominiosa.

Debido a estas iniquidades, para recuperar aunque sea en parte el honor argentino, que mantuvieron nuestros héroes en Malvinas, es que junto al Dr. Juan Carlos De Marco, hemos presentado un pedido de investigación de los crímenes de guerra británicos, ante el Tribunal Internacional de la Haya, fiscalía de Moreno Ocampo, con un pedido de citación para el teniente General Sir Hew William Pike y otros sospechosos de asesinatos. La denuncia fue aceptada, pero todavía no se nos ha contestado. Una sola fuerza política argentina nos apoyó, la Confederación Demócrata Federal.

En un momento en que estamos divididos, azotados por la corrupción, la inseguridad y el narcotráfico, esta reivindicación busca unificarnos a todos los argentinos, en torno a los héroes que combatieron en Malvinas cumpliendo un juramento. Por supuesto que no reivindicamos el trágico error de la Junta Militar, influida por el Almirante Massera que ya estaba retirado, a quien según las últimas investigaciones, lo entusiasmaron sus amigos montoneros, quienes como sabemos habían mantenido entrenamiento en Cuba y la URSS.

Sobre tumbas heroicas se fundan las naciones, dijo Nicolás Avellaneda.

Fuente: El Informador Público.

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