Ricardo Martorana, ex presidente de IBM Argentina, es el 'hombre fuerte' de La Caja, la compañía que Alberto Fernández privatizó en beneficio de Adrián Werthein y socios en días de Carlos Menem. Algunas consideraciones al respecto.

Ricardo Martorana fue un ejecutivo eficiente en IBM Argentina, empresa a la que le hizo ganar mucho dinero en sus contratos con el Estado argentino. Probablemente luego IBM Argentina reaccionó con cierta paranoia ante la presión mediática-política desatada por el 'caso IBM - Banco Nación' en medio del enfrentamiento entre Carlos Menem / Alfredo Yabrán vs. Domingo Cavallo, quien consiguió el apoyo de Carlos Álvarez, Graciela Fernández Meijide y otros 'progresistas'.

Martorana, el discípulo preferido de Víctor Savanti (quien lo prefirió a Juan Carlos Masjoan, quien entonces emigró inicialmente hacia Movicom y luego hacia Telecom), cayó del firmamento donde Bernardo Neustadt lo ubicaba con cierta frecuencia.

En la Argentina se sube y se baja con una facilidad que debería provocar respeto entre quienes abusan del poder. Néstor Kirchner debería considerar que Carlos Menem tuvo el poder durante 1 década y ahora pasa sus días en soledad en el hotel Presidente e irá a juicio oral y público por depósitos no declarados en el exterior. ¿Quién puede saber qué le deparará el destino a Kirchner en los días del no lejano poskirchnerismo?

Martorana buscó reinsertarse laboralmente pero hay un problema: su apellido. Entonces se convirtió en un personaje anónimo. Él está pero no está. En ese contexto lo contrató Adrián Werthein para La Caja.

La Caja es una aseguradora como todas las aseguradoras: simpática a la hora de vender pólizas y muy avara a la hora de pagar las coberturas. Ni más ni menos que el resto del mercado en una actividad que no es controlada como se debe desde hace mucho tiempo. De lo contrario el Grupo Juncal no se hubiese hecho famoso, especialmente cuando lo tuvo la Banca Nazionale del Lavoro. El responsable del control era Alberto Fernández, pero al parecer tenía su propia visión del negocio y de la historia.

Eran los días de Fernández funcionario menemista y protegido por Domingo Cavallo y Horacio Liendo.

Fernández privatizó la Caja Nacional de Ahorro y Seguro. Ganaron los Werthein (42,5%), que por entonces aún tenían el Banco Mercantil Argentino; en sociedad con Assicurazion' Generali (47,5%) y un programa de propiedad participada (10% en teoría a favor de los empleados.

La relación entre Fernández y Adrián Werthein no se cortó. De lo contrario no se comprendería, más tarde, la 'operación Telecom Argentina', aunque los W se dividieron: Adrián frecuenta a Alberto Fernández y Gerardo a Julio De Vido. Negocios viento en popa.

Los W debían encontrar una persona de confianza y Ricardo Martorana es un nombre apropiado por su conocimiento; el problema es que no puede aparecer como Martorana.

No se sabe muy bien si por lo de IBM o porque fue 'menemista' ya que ese es el pecado de estos tiempos. Cada día los W, Alberto Fernández y otros intentan borrar que un día todos ellos fueron 'menemistas' y que hoy día no lo son porque son 'kirchneristas'.

En definitiva los negocios siguen haciéndose con el Estado, tal como los hacía Martorana, y por eso hay que andar a la moda. En cuanto a los negocios de La Caja, merecerían algunos comentarios futuros.

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