La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Oriente en Patagonia.

Por José Manuel López Gómez.

Querido Jorge:

Si te hiciste la ilusión de que me había muerto y que no tendrías que soportar más mis pesadas bromas, lamento desilusionarte. Ayer se cumplió un mes desde que me encomendaste la misión patagónica (recordá que me pediste que no te enviara un informe hasta que tuviera un panorama completo); pues bien, recién ahora puedo cumplir con tu orden. Gracias a Dios (o al diablo), todavía estoy vivito y coleando, pese a las peripecias que tuve que vivir.

Tengo que contarte tantas cosas que no sé por dónde empezar. Me río mientras te escribo porque el software gramatical me va corrigiendo las faltas de bruto que tengo, aunque ojo, no le permito que me imponga el idioma que no es nuestro; los argentinos tenemos que hablar de la manera que lo supimos conseguir ¿no te parece?

Bueno, lo primero que tengo para decirte es que me costó un huevo y la mitad del otro poder llegar a esa maldita zona que parece un gigantesco barrio chino, y hay coreanos y japoneses, que sé yo, ché, amarillos por todos lados, esto es un verdadero infierno porque más allá  de lo del hermano consejero, vamos a tener un gran dolor de cabeza para arreglar este asunto en el futuro.

Por suerte la credencial que me dio nuestro contacto en Buenos Aires me facilitó mucho las cosas. Es casi perfecta y en líneas generales no tuve demasiados problemas con los controles, claro que siempre hay algún hijounagranputa que quiere hacer valer su cargo y su uniforme, y en Retiro, antes de abordar una de esas infames matracas que hacen el recorrido Buenos Aires- Bahía Blanca, la pasé bastante feo con una guardia de los GOS muy estricta. El caso es que chequearon la credencial un par de veces con esas viejas máquinas portátiles, mientras los turros me miraban con cara de turros (estuve bien con esta frase, ¿no?)

El jefe, un oficial rubio de bigotes bicolores y cara de cínico de viejas películas, quería saber a toda costa que carajo tenía que hacer yo en Bahía con mi oficio de asesor y técnico informático. ¿Sabés cómo me lo gané al tipo? Tenían una viejísima Pentium 20 echa mierda. Le dije que si estaba de acuerdo, intentaría ponerla en funcionamiento. Dicho y echo, en menos de media hora se la puse en marcha y el tipo hasta me acompañó al bondi para decirle al chofer que yo era un recomendado por él. Cosa de locos, Jorgito.

¿Sabés cuánto le pusimos hasta Bahía? ¡42 horas exactas! Entre las pinchaduras de los neumáticos que ya andaban en telas, la catramina que “tosía” constantemente, mirá, creo que la velocidad máxima no superaba  los sesenta kilómetros por hora, y los controles de los GOS y los alcahuetes de los Centros Cívicos, yo terminé hecho mierda. Para colmo, en Tres Arroyos se desató una tormenta de puta madre que lo poco que queda del viejo asfalto estaba cubierto por un río que metía miedo. Allí estuvimos casi 7 horas detenidos, con un frío que te hacía cantar los huesos y un viento del carajo.

Para complicar más la cosa, se nos colaron dos chupados más muertos que vivos, a los que el chofer dejó subir después de preguntarnos a todos si queríamos llevarlos. No vas a creer... había un hijo de puta que puso cara de culo pero como todos lo miramos medio mal, el tipo se sentó en el fondo y no habló durante todo el viaje. Los pobres infelices viajaron escondidos debajo de unas mantas mugrientas arriba del portaequipajes, y cuándo llegamos a la ciudad, en medio de una llovizna de mierda, yo me largué lo más rápido que pude. Seguro que los tipos se acabaron muriendo por el frío.

Bueno, todo esto es cháchara pura. Ahora pasemos a los hechos concretos de la misión. Los chinos, o los coreanos o los japoneses, yo te digo la verdad, para mí son todos iguales, montaron un servicio de transporte de trenes y autobuses bastante aceptable, creo que les compraron una especie de concesión trucha a nuestros corruptos intendentes locales; lo de siempre, vos sabés que a esta zona nunca había llegado la gente del hermano consejero a hacer pie con firmeza y todavía se ven por aquí algunas banderas de nuestra devaluada patria que por ahora parece no molestar a los orientales.

En fin, respecto a éstos, ya sabés que los tipos tienen fama de organizados y obsesivos con las cosas, creo que son los japoneses los que comandan este asunto y por lo visto, está funcionando bastante bien. Te digo una cosa: en cada una de las Intendencias, me encontré con una increíble cantidad de estos amarillos, todos pulcros y sonrientes. Claro que no tienen nada de boludos y cuándo querés ingresar se te aparecen unos tipos de civil con anteojos negros que te meten miedo (estos son más bien grandes y fornidos) para mí que es la versión local de su famosa mafia (no se muy bien que mierda de nombre tiene).

Bueno, el caso es que a lo largo de toda la frontera, funciona una importante base de operaciones fronteriza del hermano consejero. Según pude averiguar, entre tipos de los GOS más policías irregulares, algunos marineros y una parte de tropas de nuestro viejo ejército entregado, se habla de ocho a diez mil hombres con armamento liviano y semipesado, distribuidos en puestos fronterizos a lo largo de unos 1.000 kilómetros. Eso sí, tienen buena logística, ya sabés, ropa, uniformes, alimentos, atención sanitaria y las pelotas.

De parte de los chinos, en las zonas que se nota su predominio político, han comenzado a conformar unidades de irregulares ¡con uniforme y todo Jorgito! y éstos son parecidos a los de la época de  Mao: azules, sin casco, armados con algunos fusiles viejos que los deben de haber afanado o negociado con traficantes cipayos de esos que nunca  faltan.

Lo cierto es que creo que el dominio militar parece no interesarles por el momento, ocupados en vender y trocar sus productos con todo lo que llega de Buenos Aires: estos chinos han traído algunas cosas más o menos potables y una cantidad increíble de  soretes que según los lugareños, se rompen enseguida (yo creí que los chinos habían aprendido a fabricar buenos productos, pero se ve que todavía les quedan millones de porquerías, y el del Sur, parece ser un buen mercado para esto).

Voy a darte algunos otros datos concretos en forma de síntesis, sino te voy a gastar la máquina al pasarte el informe con lujo de detalles. Va. 

1. Los asiáticos que por ahora no compiten abiertamente sobre espacios de poder, están instalados entre el Corredor de Bahía, pasando por el Alto valle de Río Negro y el camino que conduce a Bariloche. Desde allí para abajo, dominan una gran región que abarca hasta  Rawson y parte de la zona Oeste en dirección a la cordillera.  Yo estuve en General Roca, en Viedma, en Trelew, Puerto Madryn,  la misma Rawson,  y algunos pueblos menores que no tiene sentido mencionar. Te defino lo que vi: corrupción, miseria y puterío. Los refugiados también nos están haciendo pelota como país (más de lo que ya estábamos, claro). Nunca imaginé que alguna vez vería tantos chinos y orientales laputaquelosparió.

2. De Rawson hacia abajo, posiblemente hasta Tierra del Fuego, parece que se cumplió el deseo político de Sarmiento: los chilenos, que no fueron demasiado afectados por el desastre, se han asentado con una población activa, pero ojo, también con una organización militar tipo prusiana, a la que siempre han sido tan proclives (ché Jorgito: el programa me dio esta palabra que te puse en negrita, como sinónimo de afectos, y me gustó).

Te comento respecto a una  intuición: si los asiáticos no se apuran en armar una buena estructura militar, pese a que aparentemente son muchos porque se habla de más de un millón de inmigrantes o de refugiados, que sé yo como catalogarlos, los chilenos se los van a terminar cogiendo, políticamente hablando, vos me entendés.

Para colmo, con respecto a los chinos, todavía siguen llegando a la costa contingentes en cosas que flotan que se parecen a cualquier cosa menos a barcos. Me imagino que  deben de haber muerto chinos en el océano a lo pavote. Pero... como te dije, los chilenos están trabajando de manera muy organizada. Y estoy seguro que va a ser más jodido sacarlos a ellos que a todos los asiáticos juntos. Chile conserva aún el sentido de Nación y vos sabés muy bien el poder simbólico que tiene esto.

Por lo que pude ver e inferir, el ERA tiene muy poca presencia en la zona. Más allá de algunos trabajos de célula entre la población civil, la cosa por el momento pasa por tratar de hacerles comprender a los asiáticos, que ese es un territorio reclamado por nosotros en nombre de la Argentina, tratando de hacerles entender también, que el hermano consejero es un usurpador contra el cuál  estamos combatiendo. Yo creo que a los tipos- hablo de estos asiáticos invasores- aceptan el ERA, a la Argentina e incluso al hermano consejero, en la medida que ellos puedan hacer sus negocios. Tenés que verlos actuar Jorge: con su típica agachada de cabeza se lo pasan diciendo, yo antender, antender y todo ben, todo ben como los turros brasucas.

3) Los herederos de los numerosos extranjeros que durante fines del siglo pasado y principios del presente adquirieron tierras y fincas en la región, cansados de los robos a sus propiedades, han comenzado a reaccionar con peso propio (y ojo a este tema Jorguito con respecto al futuro nuestro). Versiones extraoficiales sostienen que los herederos del magnate “ecologista” norteamericano Douglas Tompkins, encabeza a un grupo de extranjeros que han  declarado la independencia de la Patagonia cuya marca les pertenece.

Parece ser que son muchos más de los que nosotros creímos siempre. Se dice que en los momentos de kilombo, escaparon de sus países con toda la mosca; pero que nada de guita en billetes: los tipos se trajeron oro y no sé que mierda de comodities, así me dijeron que se llamaba.

¿Moraleja? De momento, están armando grupos de irregulares con la idea de agruparlos en una especie de comando único. Ojo con el tema porque vos sabés bien que dónde hay guita está el poder. Otra versión sin confirmar es que a lo largo de toda la franja cordillerana desde hace años se habrían estado asentando colonos de origen Israelí, parte del éxodo gigantesco luego de las devastadoras guerras entre árabes y judíos. Parece ser que han comprado grandes cantidades de tierra  entre la frontera de los dos países (hablo claro de Argentina y Chile) y que contarían con el respaldo explícito del gobierno chileno para establecer un dominio territorial propio (carajo con la vieja Pentium! Me está haciendo un verdadero periodista). 

4. Se han conformado verdaderas organizaciones mafiosas, algunas con miembros emigrados de sus países de origen y otras nacidas bajo las posibilidades concretas de una sociedad que funciona sin instituciones reconocidas para administrar justicia. Por un lado, hay una especie de tribunales revolucionarios al viejo estilo marxista chino (o maoísta, o algo así); si alguno afana o mata, ahí no más cuándo lo agarran, lo meten frente a un pelotón de fusilamiento y a otra cosa.

5. Algunas comunidades pequeñas se han fusionado con las viejas fachadas políticas de la Argentina aún vigente: juzgados, partidos políticos; ministerios y secretarias y el descontrol es total. Como siempre, la viveza criolla salvó la ropa incorporando a dichos organismos a los caudillos asiáticos; intérprete mediante- algo de inglés y un poco de español-  entre todos se reparten el botín de una corrupción generalizada. Traduzco: esto es un quibombo en todo sentido.

6. Los líderes locales del ERA que se mueven mediante células bien organizadas, aguardan instrucciones del comando central. Saben que tienen que actuar y pronto. La cosa pasaría por acciones de tipo terrorista o bien intentar dar un golpe militar aglutinando todos los elementos posibles con logística de mediano porte y dirección del Estado Mayor Conjunto, cosa difícil en mi opinión, hasta tanto no terminemos de apoderarnos del poder central que por ahora es patrimonio del hermano consejero.. Por el momento, es imposible imaginar siquiera un golpe sorpresa bien ejecutado, que  pudiera llegar a darnos el dominio político y militar del territorio. Además, no es moco de pavo la cantidad de tropas que el estado teocrático tiene apostadas en la zona.

7. Durante todo este tiempo y gracias a mi oficio, pude trabar contacto y ganarme la confianza de influyentes chinos y otros asiáticos dispersos, ya sabes, mostrando mis conocimientos informáticos aprendidos gracias a vos. Idiomáticamente, nos las rebuscamos entre un español de cocoliche y un inglés de mierda.

A través de ellos, me he enterado de que todas las facciones apuntadas han conformado un acuerdo de no-agresión con el poder político del hermano consejero. Estos boludos de Buenos Aires están tan ocupados en su actividad económica - como vos sabés muy próspera debido a un altísimo nivel de  las exportaciones agrarias -, que han perdido la concepción política del peligro que representa dejar que esta gente avance sobre las Instituciones. Llevo un informe preciso sobre sus nombres y movimientos que vos verás el destino correspondiente dentro de tu cargo en el  estado mayor general...

8. Por último- y esto puede ser un factor importante en la estrategia futura -, el descontento de la población local argentina va en aumento y existe una marcada xenofobia que genera no pocos enfrentamientos en las ciudades y en las zonas rurales. Pasa que cuándo los asiáticos no pueden comprar lo que quieren, terminan apropiándose de bienes personales por la fuerza. Es como una  guerra civil encubierta, pero en algunos casos de una saña feroz. Y los tipos no tienen problemas en recurrir a sus grupos armados irregulares para imponerse por medio del terror.

9. Una para la distensión: aquí el puterío es terrible. Algo infernal querido Jorge. Por una escudilla de arroz, algo así como un paquete de un cuarto kilo o un atado de cigarrillos de cualquier marca, las minas te chupan hasta el culo y las bolas. De loco, viejo, de loco. Yo parezco un chupado, pero no de hambre, vos me entendés... 

La verdad hermano es que después de tantas experiencias sexuales, llegué a la conclusión de que las minas tienen en verdad alma de putas. Argentinas, chinas, japonesas, malayas, de Hong Kong, hasta había algunas rusas( hablando de rusas Jorgito, conocí a una rusita que cuándo me la fui a serruchar, no sabés negro, la mina se me dio vuelta y me dijo algo así como nain nain, que quería la cosa sólo por atrás. En fin, que todas le dan a la matraca que es un asco, y ojo, no siempre por hambre; ¡porque un atado de cigarrillos no se come, carajo! Que queres que te diga, para mí...  las minas tienen algo de jodido que yo no alcanzo a entender, viejo.

Esto es todo. Si las cosas se dan según mis planes, espero estar en diez días por ésa y estrecharte en un fuerte abrazo. 

Recibí un gran saludo de Comandante Azul.

Nota: El presente capítulo pertenece a la novela inédita "El día que profanaron la tumba de George W. Bush". Páginas del autor: http://www.sanesociety.org/users/index.php?usr=8785 y http://www.freewebs.com/josemanuellopezgomez/. En esta última, podrán ir a una página de publicaciones para bajar la novela y otros libros.

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