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Crimen de Norita: la hipótesis que maneja toda Córdoba. Por Jorge D. Boimvaser. |
En la provincia mediterránea todos hablan de la supuesta separación y división de bienes que discutían Dalmasso con su esposo Marcelo Macarrón. Una serie de propiedades que tendría a su nombre el viudo no serían suyas, sino de políticos que nunca podrían justificar.
Días pasados, un periodista le preguntó a un importante funcionario cordobés acerca de la difundida hipótesis del crimen por encargo de Nora Dalmasso. El controvertido político respondió textualmente: “todo Córdoba tiene la misma información. Pero hay que probarla judicialmente, algo que no resulta sencillo”. ¿A qué información se refería este funcionario cuando respondió sin tapujos a la consulta periodística?
La historia que todo Río Cuarto reconocería como más que verosímil (y el resto de la provincia se hace eco), cuenta que Nora Dalmasso y su marido Marcelo Macarrón habrían estado separados de hecho mucho tiempo antes del crimen. (Ella habitaba circunstancialmente la vivienda en la que fue hallada muerta para hacerle menos traumática la separación a sus hijos, pero su residencia estable no habría estado al lado de su marido).
De buenas a primeras los cónyuges se habrían reunido para formalizar la separación marital y la división de bienes. En esa ocasión, la mujer le habría pedido al marido el cincuenta por ciento de los bienes a su nombre, pedido ante el cual Macarrón habría respondido que los bienes matrimoniales serían divididos en partes iguales…, a excepción de ciertas posesiones que si bien estaban a su nombre no le correspondían.
La versión que da por cierta el político cordobés entrevistado apunta a que el médico sería el administrador de bienes ajenos (justamente propiedades y otras yerbas de políticos muy fuertes de la provincia que nunca podrían justificar cómo los habrían adquirido en base a los sueldos que cobran en la administración pública cordobesa). Para solucionar ese inconveniente, ese grupo de políticos habrían buscado una persona solvente, que pudiera justificar con sus ingresos la tenencia de propiedades, campos, acciones, autos importados y otros menesteres. Ese hombre habría sido Macarrón.
La noche del crimen Norita Dalmasso cenó con sus amigas más íntimas. Durante el encuentro, la futura víctima les habría contado que estaba dispuesta a pedirle a su marido el 50 por ciento de todo lo que estuviera a su nombre, fuera o no fuera patrimonio propio.
Dicen algunos testigos de la cena que la mujer parecía exultante… y sus amigas temerosas. Por eso después del crimen ninguna de esas amigas habría querido hablar –ni en privado ni ante la Justicia- acerca de aquella noche de festejos de Nora Dalmasso (ni de lo que pudiera haber contado alrededor de la mesa). A diferencia de las amigas de María Marta García Belsunce, las íntimas de Dalmasso guardaron y siguen guardando silencio.
Profas SA es una empresa de investigación y seguimiento de personas que se especializa en detectar infidelidades en la provincia de Córdoba. Dicen en las calles de Río Cuarto que un investigador con apellido homónimo al de un humorista fallecido trágicamente, habría sido el encargado de seguirle los pasos a Nora Dalmasso, supuestamente contratado por Macarrón cuando el matrimonio ya iba inexorablemente camino al divorcio de mutuo acuerdo.
Sin embargo, las operaciones y estrategias no habrían terminado allí, ya que se dice que alguien más experto en materia de inteligencia criminal le habría ordenado a decenas de habitantes de Río Cuarto que le enviasen mensajes de texto eróticos y provocadores a la exótica esposa de Macarrón.
Ese mismo cerebro delictivo habría sido quien le dijo al médico que concurriera lejos de Río Cuarto en una fecha a determinar y dejase impresa la huella dactilar de la distancia como para dejar en claro la inocencia suya y de todos los amigos que, jugando al golf junto a él, le habrían enviado textos de contenido sexual a la mujer.
Después, la historia conocida por todos. Se habló de una presunta vida más que licenciosa de la mujer, se vio a Macarrón exponiendo una cara de pocker poco creíble y comenzó la operación de desviación del asesinato hacia carriles que hablaban de un crimen pasional.
El perito Ricardo Jorge Locles fue el primero en decir que la muerte de Dalmasso correspondía a los patrones habituales de un crimen por encargo y no un asesinato pasional. Entonces, los poderes de Córdoba lo desacreditaron demostrando por vía indirecta que su hipótesis era la correcta.
Cuando esta causa se caía como fruta madura llegó el turno de la imputación al albañil Zárate. Pero a Río Cuarto y sus adyacencias les sigue recordando con buen gusto las movilizaciones como aquellas del “Cordobazo” que dieron fin a la dictadura del General Onganía en 1969 (y esta vez fue una especie de “Córdobazo” contra las mentiras urdidas para salvarle las papas a los que pudieran ser parte de la trama de corrupción política que le costó la vida a Nora Dalmasso).
“El albañil tiene quien le escriba y quien le defienda”, podría ser el título de una obra teatral o quizás un libro de sainetes alrededor de un crimen. El oficialismo cordobés estaría en problemas con este crimen y cada vez que embarra la cancha es el primero en hundirse.
Ser testaferro tiene sus privilegios y hablar de más –aunque sea con la mujer de uno- sus riesgos.
“Todo Córdoba tiene la misma información pero hay que probarla judicialmente”, sigue diciendo el polémico funcionario cordobés… Este artículo transmite parte de la información a la que se refiere el político.