La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas. |
Pobres contra pobres: la mentira del kirchnerato. Por Humberto Bonanata. |
En Villa Soldati, a sólo 15 minutos del Obelisco, luego del incendio intencional de “Villa Cartón”, ubicada bajo la AU 1 se vivieron hechos con posterioridad al fuego y en referencia al nuevo asentamiento que reflejan la realidad social argentina durante los tiempos de Kirchner: pobres contra pobres puede significar el preludio de una tragedia que la dirigencia política en su conjunto es responsable en evitar.
Los índices macroeconómicos mencionan “el milagro argentino” que nunca llega al ciudadano común, no alcanzan a devolvernos el poder adquisitivo que teníamos hasta el 20 de diciembre de 2001 –fecha histórica del primer golpe de Estado cívico-empresarial en nuestro país- en el que la Fuerzas Armadas demostraron su lealtad absoluta hasta último momento al Presidente Fernando de la Rúa, -electo por diez millones de ciudadanos- ni el acceso al crédito de la “oprobiosa” década de los noventa.
El neokeynesianismo de la hiperdevaluación de fines de 2001 logró el efecto más impropio en la distribución de la riqueza: muy pocos hicieron fortunas por las fronteras cambiarias y la inmensa mayoría padeció el recorte en sus ingresos frente a los insumos de primera necesidad. La canasta básica alimentaría de enero de 2007 aumentó un 2,59% y según Artemio López se proyecta para fin de año un índice lejanamente superior al 35%...
¿Alguien supone que en un año electoral y reeleccionario la “pancista clase media” (en la que me incluyo) soportará el desahucio de sus ingresos reales frente a las constantes mentiras de “Gioconda” Miceli y “pistola” Moreno? ¿Hasta cuándo el pueblo dormirá la siesta previa al Zykolm B, aquel maléfico gas que exterminaba a los judíos en las duchas del nazismo?
El reflejo lo vivimos esta semana en plena Capital Federal.
El enfrentamiento de pobres contra pobres hizo crecer el cabello al afrancesado Telerman que no lograba convencer a los moradores desposeídos de sus tugurios sobre las bellezas del Jardín de las Tullerías que supo apreciar Madame Christine cada mañana desde la ventana de su hotel en una gira ignorada por los medios franceses.
La “Reina”, aunque trató de sobreactuar la preocupación gubernamental por la desaparición de Jorge Julio López, no logró convencer a los creadores de la tortura como método confesor de los argelinos y posteriores hipócritas defensores de los Derechos Humanos desde el 24 de octubre de 1948 –fecha de la Declaración- siempre y cuando no torturen ellos.
La visita de la “Reina” dejó en claro nuestro verdadero lugar en el mundo.
Fue en carácter de “nada”, ya que sólo el ex mete bombas Jorge Taina –hoy canciller- se encontraba autorizado para suscribir convenios diplomáticos. Lució sus U$S 100.000 puestos sobre su cuerpo en el partido Argentina-Francia aunque no aceptó conceder entrevistas a los medios franceses, que la criticaron por esa actitud.
Seamos honestos: si la eventual futura presidente o nuevamente primera ciudadana arroga su imperium en la vieja Europa es porque sabe que frente al kirchnerato aún no hay nada serio.
Con leer el reportaje de Sobisch en Clarín de ayer, quien se considera el mejor aunque con el 3% de intención de voto, el kirchnerato puede seguir manejando la impunidad de las drogas de Southern Winds; los contratos de Julio De Vido; los “desaparecidos” fondos de Santa Cruz; las persecuciones a los fiscales que tratan de investigar el “secuestro” de Gerez; el silencio de la familia de Jorge Julio López a casi cinco meses de su desaparición ¿forzada?...y otras tantas aberraciones que sólo conoceremos cuando el kirchnerismo sea historia.
Recién allí los jueces harán Justicia. Mientras tanto…seguirán cumpliendo órdenes.
La democracia ficta que vivimos; la dependencia de los poderes; la impudicia oficial; la mentira de los índices inflacionarios; el aumento de la pobreza e indigencia será responsabilidad concurrente de la funcional oposición al “amo del feudo”.
Kirchner no podría ser tan déspota sin la aquiescencia miserable de quienes deberían unirse en defensa del sistema y del propio pueblo que no desea que el circo armado el 20 de diciembre de 2001 se compare con una película de Walt Disney. Basta con apreciar las actitudes de Macri y Lavagna, fundados en la soberbia autista, para conocer quiénes serán los verdaderos reelectores de Kirchner.
Que la Plaza de Mayo nunca se transforme en Villa Soldati.