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Enfermedades de la pobreza despiertan en Argentina. |
Las estadísticas de Argentina de los últimos años hablan de un país que atraviesa uno de los mejores momentos de su historia, con una fuerte caída de la pobreza y altas tasas de crecimiento de la economía. Pero el recrudecimiento de las llamadas "enfermedades de la pobreza" deja en evidencia la existencia de otro país, donde se producen muertes por afecciones como Chagas y por otras que habían sido erradicadas, como la rabia o la fiebre amarilla.
"En los últimos tiempos estamos experimentando la emergencia o re-emergencia de algunas enfermedades que se creían por lo menos controladas y han aparecido de nuevo fuertemente en Argentina", dijo Sonia Tarragona, directora general de Mundo Sano, una fundación dedicada a la investigación científica.
Los especialistas aseguran que son varios los factores que están provocando la aparición de estas enfermedades: el deterioro de las condiciones de vida de la población, el aumento de las temperaturas y la deforestación.
El mal de Chagas es una enfermedad endémica en Argentina y la vía más frecuente de contagio es la vinchuca, un insecto que prolifera cuando las condiciones de las viviendas son precarias.
"Para hacer una buena prevención, hay que hacer una desinsectación, pero hay zonas donde tenemos cinco personas para desinsectar y muchas viviendas y unas alejadas de otras. Yeso nos impide hacer un trabajo intenso", dijo Hugo Mujica, un médico cardiólogo que controla a pacientes que padecen Chagas en Santiago del Estero, una de las zonas más afectadas.
En el 2001, cuando el país se sumió en la peor crisis económica de la historia, los sistemas de control y prevención de Chagas colapsaron y desde entonces la situación de la enfermedad se fue deteriorando.
"Reapareció la vinchuca como agente de transmisión vectorial del Chagas dentro de algunas áreas donde ya se había erradicado", explicó Juan Bossio, director de Epidemiología del Ministerio de Salud.
"Con el deterioro de las condiciones de vida, con la migración, las vinchucas se trasladan y se vuelven a instalaren lugares donde no estaban", agregó. Ante este panorama, el Gobierno decidió este año aumentar el presupuesto destinado a la lucha contra el mal de Chagas yen abril lanzó un plan que busca controlar la enfermedad entres años.
MÁS POBREZA
En los últimos cinco años la economía argentina creció a un ritmo superior al 8,5 por ciento, pero en junio pasado comenzó a dar tibias señales de desaceleración y según analistas, en los meses recientes aumentó la cantidad de pobres en el país como consecuencia de la inflación.
La rabia, que se contagia mayormente a través de la mordedura de perros, había sido erradicada de Argentina desde 1994, pero apareció nuevamente a fines de julio pasado, provocando la muerte de un niño de ocho años.
"En este momento hay un enfoque completamente distinto hacia el problema de rabia en Argentina porque la situación cambió. (...) Eso directamente dispara primero la alarma de la aparición de una enfermedad que no estaba y simultáneamente con eso una reformulación del programa", indicó Bossio.
Otra enfermedad que resurgió es la fiebre amarilla: tras 42años sin brotes en el país, a principios de 2008 se reportaron ocho personas infectadas con el virus, y una de ellas murió.
En el caso de malaria, que como la fiebre amarilla es transmitida a través de la picadura de mosquitos, el número de casos viene en aumento desde el 2002 en Argentina.
También la tuberculosis continúa acechando al país. Desde el Gobierno dicen que si bien no aumentaron los casos, se desaceleró la tendencia descendente que se venía registrando, lo que empujó a las autoridades a duplicar el presupuesto destinado a combatir la enfermedad para 2009.
"Fueron medidas recientes en virtud de un análisis de quela situación no está evolucionando en el sentido que estaba,sino que indica un posible cambio de escenario. Entonces unopuede ahí mismo reformular la estrategia de abordaje delproblema", explicó Bossio.
MENOS BOSQUES Y MÁS CALOR
Estas enfermedades afectan mayormente al norte argentino, la región más pobre del país y con temperaturas más altas, lo que favorece la proliferación de insectos y donde la agricultura y la urbanización avanzan cada vez más a expensas de los bosques.
La leishmaniasis visceral se detectó por primera vez en Argentina en el 2006 y para los especialistas es una consecuencia directa de una urbanización desordenada, en la que la población empezó a instalarse en zonas que antes eran montes y se expuso a la picadura de insectos que transmiten la enfermedad.
En los últimos dos años se registraron cuatro casos en Santiago del Estero y 21 casos en la norteña provincia de Misiones, de los cuales cuatro resultaron mortales. "Al desmontar, la gente que empieza a adentrarse en el monte está expuesta a contraer esta enfermedad que desconocen que existe en muchos casos", explicó Tarragona.
Otro factor que está incidiendo en el avance de estas enfermedades es que los insectos parecen volverse resistentes a los insecticidas que se utilizan para combatirlos.
"Un estudio que se está haciendo ahora está analizando cómo la utilización de piretroide, que es un tipo de insecticida que se utiliza para combatir las vinchucas, en la actividad agrícola ha producido alguna transformación genética de las vinchucas que las ha hecho resistentes", dijo Tarragona.
Estas enfermedades no sólo acechan a Argentina sino a toda la región, caracterizada por una enorme brecha social entre ricos y pobres. "Es una cuestión generalizada. Está ocurriendo en casi todos los países de Latinoamérica. En el resto de los países con mayor gravedad que en Argentina", explicó Tarragona.
Fuente: El Economista (España).