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Mitos y realidades: GURKHAS en Malvinas...

Como en casi todo, hay varias versiones... Veamos por ejemplo las versiones más EXTREMISTAS de ambos lados:

VERSIÓN INGLESA:

Las réplicas oficiales del Gobierno británico a las denuncias de crueldades y actos salvajes cometidos por los soldados gurkhas en la reconquista de las islas Malvinas han insistido en que esas versiones son infundios puros inspirados en una leyenda negra. Voceros del Ministerio de Defensa del Reino Unido se han empeñado en negar la condición mercenaria de los GURKHAS y el teniente coronel David Morgan -que es el comandante del batallón- ha negado inclusive que sus napaleses feroces hayan tenido una participación activa en las Malvinas, y ha rechazado con indignación que se les haya calificado de monstruos bestiales. Lo único que les ha faltado a los voceros británicos y a los partidarios suyos que escriben cartas a los periódicos es decir que los gurkhas no existen.

VERSIÓN ARGENTINA:

En el libro Los chicos de la guerra, del argentino Daniel Kon, un soldado que regresó de la guerra cuenta: "Los gurkhas parecían completamente drogados. Se mataban entre ellos mismos. Avanzaban gritando, sin apenas protegerse. No era difícil matarlos, pero eran demasiados. Tal vez matabas a uno o dos, pero el siguiente te mataba a ti. Eran como robots: un gurkha pisaba una mina y volaba por el aire, y el que venía detrás no se preocupaba en lo más mínimo: pasaba por la misma zona sin inmutarse, y a lo mejor también volaba. Parecían no tener instinto de supervivencia. Iban barriendo zonas con sus ametralladoras Mag, que pesan más que un fusil. Si al adentrarse en nuestras líneas encontraban alguna lata de ración de nuestras provisiones, las abrían por la mitad de un cuchillazo, comían un poco y seguían peleando, siempre gritando. No les interesaba nada, ni siquiera sus propias vidas. Ocho testigos más ratifican y amplían estos hechos. 

Pero ante versiones tan extremas y opuestas, cual es la realidad concreta,... quizás un promedio? Analizemos: 

Los gurkhas son contratados por oficiales británicos que los seleccionan entre los mejores, después de recorrer durante varias semanas las aldeas de cuatro tribus del minúsculo y legendario reino de Nepal, en las estribaciones del Himalaya. Los escogidos, que no son más de 400 al año, ingresan en el Ejército británico con un sueldo básico. Su interés primordial es ahorrar lo más posible para enviar dinero a sus familiares, cuya pobreza es legendaria.

Los gurkhas han participado con los ingleses en no menos de diez guerras grandes y en numerosas campañas de conquista y represión colonial. La más importante de ellas fue la guerra de independencia de la India, donde un batallón gurkha, al mando del brigadier general Reginal Dyer, disparó sin discriminación, a mansalva y sobre seguro, contra una manifestación pacífica de civiles, y mataron a 379 -entre hombres, mujeres y niños- e hirieron a más de un millar. Este episodio bárbaro se conoce como la "matanza de Amritsar" y está reconstruida con una escalofriante fidelidad en la película Gandhi, que barrió con casi todos los Óscar de Hollywood y fue dirigida por un caballero británico: sir Richard Attenborough. 

En la II guerra mundial, el 1 de mayo de 1945, desde aviones norteamericanos, varios comandos de gurkhas fueron lanzados en paracaídas sobre Elephant Point, donde estaban las fuerzas japonesas que custodiaban las vías de acceso a Rangún. Los gurkhas debían despejar la ruta para que los aliados entraran en Birmania, pero cuando tornaron tierra ya los japoneses habían evacuado el lugar". Sólo quedaban 30, que -según suponía el mariscal Slim- habían dejado allí como observadores. Los gurkhas los hicieron prisioneros y los degollaron a todos. 

LO CONCRETO:

Los gurkhas desembarcaron en las islas en los primeros días de junio 1982 en fecha no precisada, pero los medios se hicieron eco del arribo a partir del día 7. El Daily Express en tapa titula así dos notas: "Los cuchillos de los gurkhas están sueltos" y "Grupos mortales de gurkhas están sembrando el terror entre los argentinos". Todo ello nos habla a las claras del "efecto psicológico" que Inglaterra produjo con la inclusión de los Gurkhas en el contingente enviado a Malvinas. 

El día 14 de junio a las 14 horas, el Capitán de Fragata Carlos H. Robacio, jefe del BIM 5, informa al mando superior:

-"...mis hombres, un batallón reforzado con dos compañías, han luchado contra el segundo Batallón de guardias Escoceses; Primer y Séptimo de fusileros Gurkhas y parte del Batallón de guardias Galeses..." El 3 de junio, cuando el R I 4 ya se encuentra en su nueva posición, recibe un ataque de fuerzas inglesas que avanzan desde el oeste, llevando a su vanguardia un Regimiento de Fusileros Gurkha.  De ese enfrentamiento, el soldado Godoy del R I 4 conserva este puñal tomado a un fusilero Gurkha caído. Godoy fue herido en esos días y debió ser evacuado. Regresó al continente en uno de los últimos vuelos Hércules antes de la rendición. 

La South Atlantic Medal Association 82, en su lista de muertos nombra únicamente a un gurkha, Budhaaparsad Limbu (5to. en la lista) muerto al intentar desactivar un proyectil; y los chinos Sung Yuk Fai (26º) tripulante del HMS Sir Galaghad,y Yeung Swi Kami (33º) tripulante del HMS Sir Tristam. 

En 1997 medio centenar de Gurkhas, durante una manifestación en protesta por las "diferencias" que hacían los británicos contra ellos, colocaron las medallas que algunos de ellos habían recibido por su participación en Malvinas, Afganistán y Kosovo en una caja, para que les fueran "devueltas" al primer ministro Gordon Brown en manos de Nick Clegg, líder del Partido Demócrata Liberal y principal organizador de esta marcha. Mediante un altavoz, uno de ellos manifestó su "tristeza y preocupación" por tener que retornar las condecoraciones, aunque confió en que este acto "le sirviera" de llamado de atención al primer ministro británico.

Fuente: Guerra Malvinas War.

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