La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Richter y Perón.

Por Enrique Oliva.

El ingeniero aeronáutico alemán Willy Kurt Tank, ganó merecida fama internacional por su prestigio como original diseñador y constructor del Pulqui 1 en Córdoba. El avión a propulsión a chorro arañó la velocidad del sonido y fue exitosamente probado en agosto de 1947 en esa provincia por el piloto teniente Edmundo Weiss.

Días después era presentado en el Aeroparque de Buenos Aires ante el general Juan Domingo Perón y una muchedumbre aplaudió esa creación que colocaba a la Argentina en el exclusivo círculo de los países más avanzados en materia de tecnología de punta en aviación.

Tank conoció a Ronald Richter en Londres donde éste había sido invitado a dar una conferencia, después de la Segunda Guerra Mundial. Allí hablaron largamente sobre las  especialidades de ambos y las afinidades de la física nuclear en la aviación. Tank quedó sorprendido por la idea del austriaco de utilizar un procedimiento simple para dotar de energía atómica a los aviones.

En esos momentos era impensado ese tipo de propulsión logrado tras muchos años de investigaciones solo en portaaviones  y submarinos. Pero hasta ahora (2008) no se ha podido aplicar esa forma de combustión en aeronaves. ¿También en esto, como en la sonofusión, habrá que recordarlo a Richter?

Tank trajo a la Argentina a una buena cantidad de científicos alemanes para colaborar con él, conjuntamente con muchos expertos argentinos, en el Instituto Aerotécnico de Córdoba. Allí se trabajaba ya en estudios de otros tipos de aviones como los llamados ala delta.

“Estando en París –declara Richter al periodista Jorge Camarasa-  alguien le llamó desde Suiza de parte de Willy Kurt Tank… Me transmitió la invitación del alemán, pidiéndome que viajara a Buenos Aires para trabajar al servicio del gobierno argentino. Como no tenía otras  obligaciones y necesitaba un empleo, tres meses más  tarde llegué a la Argentina”.

Richter dice en la citada entrevista que arribó a Buenos Aires el 16 de agosto de 1948 “y una semana después, en compañía de Tank y su ayudante August  Siebrecht, se reunió con Perón”. Así comenzó la relación del Presidente con el científico austriaco. No podía venir mejor recomendado que por quien era demostradamente serio y  exitoso, el ingeniero Tank, quien lo hospedó junto a él en el chalet Monserrat durante los 4 meses que estuvo en Villa Carlos Paz.  A poco andar, tenía dependencia directa del presidente. Así pasó a la isla Huemul en San Carlos de Bariloche.

Mientras Richter estuvo en Córdoba y luego en la isla Huemul, de 20 hectáreas bajo su absoluto dominio, ya venía demostrando su carácter inestable. Pasaba de la euforia y alegría al mal humor. Pero era un trabajador incansable, aunque con tendencia a aislarse y, con frecuencia, sin ningún fundamento, a sentirse perseguido. Eran cualidades no raras de los hombres especiales.

Para cuanto podía precisar, Richter contó con la colaboración del Coronel Enrique P. González, íntimo amigo del General Perón y su compañero del GOU (Grupo de Oficiales Unidos) cuando programaron y ejecutaron la Revolución de 1943. González fue la única persona que he oído tutear al presidente y era el nexo con otros programas  de investigaciones científicas de avanzada.

Intrigas, celos y críticas por lo que otros científicos veían a Richter como “privilegiado” por el presidente llevaron a mediatizar  la situación y la opinión opositora hizo trascender al exterior desprestigiando el proyecto de Isla Huemul.

Y así terminó un intento científico que en los últimos tiempos ha recobrado confianza con los trabajos que en San Carlos de Bariloche se vienen realizando hoy en colaboración con universidades nacionales y extranjeras y  exportando tecnología argentina de alto nivel. Dios quiera no nos venga otra revolución destrozadora y mate lo que tantos años de esfuerzos han sido necesarios para buscar el camino del progreso por las investigaciones científicas. Así lo comprendió el General Perón; supo apostar, tomando la iniciativa de la creación y los costos de los posibles riesgos.

El libro más vendido escrito para mostrar al mundo al “embaucador” y el “fiasco” de la Isla Huemul, es de un físico muy promocionado por esa obra, a la que dedicó 8 años de trabajo, y logró varias traducciones para el exterior. En Internet tiene decenas de sitios propios y ajenos desde antes de la publicación del libro y otros diciendo dónde puede comprarse un ejemplar y su precio en distintas monedas. Ahora otros escribirán sobre la “sonofusión” y también deberán hablar de Ronald Richter como un científico precursor. Tampoco deberá olvidarse esta vez elogiosamente a quien fuera su mecenas argentino.


RICHTER  EN  LA  OPINIÓN  DE  OPENHEIMER.                                                                                                           

A los argentinos amigos de la verdad:

Con placer y agradecimiento al compañero Horacio Ricciardelli, quiero compartir con todos ustedes, el correo que me ha hecho llegar, referido al físico Ronald Richter, quien fuera criticado tan impiadosa como irresponsablemente y que la oposición antinacional difundiera por el exterior para desprestigiar la obra del General Juan Perón en favor de la ciencia y técnica.

Aunque han pasado más de 57 años de aquel operativo escandaloso, tanto científico como político, que malogró un proyecto bien pensado para enaltecer los valores argentinos ante el mundo, la verdad está imponiéndose y justifica al pueblo que sigue a aquel gran estadista avanzado sobre su tiempo.

El vicecomodoro Horacio Ricciardelli, es un veterano de la Guerra de Malvinas y un talentoso activista de la causa nacional.

            Un fuerte abrazo.

Enrique Oliva.

Este es el texto: 

“Estimado Enrique, te envío un dato respecto a Richter que por ahí no lo tienes. Hace unos años le hicieron un reportaje en la revista Viva del diario Clarín, al famoso padre de la Bomba de Hidrógeno, Openheimer. Dentro de las preguntas del reportaje el periodista le preguntó qué antecedentes físico-matemáticos había tomado como base para el desarrollo de sus investigaciones y posterior fabricación del artefacto nuclear... ¿Sabes qué le contestó Openheimer?... del Dr. Richter… si,  el mismísimo que desarrolló el proyecto en la Argentina... ¿Qué tal?

Fue la avanzada tecnológica mundial de ese momento, pasó que no lo entendieron porque sus investigaciones eran de avanzada y no había en el mundo nadie que investigaba con la Fusión Termo- Nuclear, el desarrollo mayor era con Fisión Nuclear, es decir una cosa es bombardear los núcleos atómicos para su liberación de energía y otra, la de él, que era unir átomos de hidrógeno en condiciones de presión y temperatura, que también liberaba energía aprovechable. Espero que te sirva la información. Un abrazo.

H. Ricciardelli”      


Artículos anteriores:

El Proyecto Huemul: https://bolinfodecarlos.com.ar/proyecto_huemul.htm

Perón Tecno: https://bolinfodecarlos.com.ar/peron_tecno.htm

Hitler en Argentina: https://bolinfodecarlos.com.ar/180107_hitler.htm

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