La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas. |
Guía práctica de la partícula más buscada. |
P.- ¿Qué es el bosón de Higgs o "partícula de Dios"?
R.- La teoría estándar de la física describe la materia como compuesta por partículas sin tamaño y predice la existencia de esta nueva partícula, que hasta ahora no había sido observada. Estaría asociada con "un campo de Higgs", una especie de "melaza" que impregna el espacio-tiempo y frena a las otras partículas generando el efecto equivalente a la masa: las que más interactúan con el campo de Higgs tendrían más masa. Los físicos le pusieron el nombre de la "partícula de Dios" precisamente porque sería la que les confiere masa a las demás.
P.- ¿Por qué es tan importante el anuncio de hoy?
R.- Por las dificultades técnicas y teóricas que involucra, "el descubrimiento del bosón de Higgs será uno de los más grandes triunfos del intelecto humano, reivindicará una de las teorías más grandes y exitosas de la historia e ilustrará los logros de la máquina más compleja jamás construida", escribió en New Scientist el físico Lawrence Krauss, director del proyecto Orígenes, de la Universidad Estatal de Arizona. Si las teorías resultan ciertas, sin el Higgs, todo lo que vemos en el universo, las partículas que nos conforman, no tendría masa, como los fotones.
P.- ¿Quién o quiénes predijeron que debía existir esta partícula?
R.- Peter Higgs, físico británico nacido en 1929, propuso su existencia en 1964, mientras investigaba en la Universidad de Edimburgo. Se cuenta que lo concibió mientras realizaba una travesía por Escocia. Al parecer, cuando regresó al laboratorio comentó que había tenido "una gran idea". Pero hubo otros científicos que publicaron teorías similares más o menos simultáneamente, como François Englert, profesor emérito de la Universidad Libre de Bruselas, y Tom Kibble, profesor emérito del Imperial College, de Londres.
P.- ¿Con el descubrimiento del Higgs se terminan los enigmas de la física?
R.- El Higgs es la última pieza del modelo estándar de la materia, pero los físicos ya saben que hay partículas y fuerzas que están más allá de esta hipótesis y que la teoría tiene inconsistencias que deberán superarse, del mismo modo en que las leyes de Newton fueron superadas por las ideas de Einstein y la teoría de la relatividad. El modelo estándar no explica la gravedad ni la materia oscura, que, se cree, forma el 96% del universo, ni la energía oscura, que sería la responsable de la expansión del cosmos.
P.- ¿Cómo fue la búsqueda del bosón de Higgs?
R.- Exigió proezas técnicas sin precedente. Como su vida es muy corta, los científicos buscaron en las huellas que dejaron las partículas en las que decae como resultado de miles de millones de colisiones entre haces de protones acelerados a casi la velocidad de la luz. Para analizar enormes cantidades de datos, hubo que construir herramientas teóricas, varias de las cuales fueron desarrolladas por investigadores argentinos. Esos cálculos debían permitir dilucidar si lo que observaban era "algo nuevo" o una fluctuación estadística.
Los protagonistas argentinos.
La búsqueda del Higgs es una empresa que involucra a 2000 físicos de 34 países, cientos de universidades y centros de investigación. Entre ellos, un puñado de físicos argentinos están cumpliendo una labor sobresaliente. Son Ricardo Piegaia, Gustavo Otero y Garzón, Laura González Silva, Gastón Romeo, Hernán Reisin y Sabrina Sacerdoti, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
María Teresa Dova, Fernando Monticelli, Xabier Anduada, Martín Tripiana, Francisco Alonso y María Josefina Alconada y Francisco Arduh trabajan en la Universidad Nacional de La Plata. Daniel De Florian es uno de los coordinadores del grupo de trabajo que vincula a los dos experimentos que buscan al Higgs y desarrolló herramientas teóricas para el análisis de datos.
Sacerdoti, Tripiana, Alonso y Alconada están en este momento en el CERN. Y Anduada, que llegó ayer a las 13 a Suiza, fue uno de los elegidos para la presentación de los resultados del experimento Atlas..
Fuente: La Nación.