La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Obesotarios: La cura de la carne.

Durante 26 años, el periodista deportivo británico John Nicholson fue vegetariano. Siguió una dieta saludable que no incluía nada de colesterol ni grasas animales, pero sí un montón de arroz y lentejas. Su dieta lo definía, fue su conducta más inquebrantable durante mucho tiempo, sin embargo estaba enfermo: Nicholson era obeso, luchaba contra un colesterol “muy alto”, tenía ataques de Síndrome del intestino irritable (IBS), reflujo ácido, dolores de cabeza y fatiga constante; en sus palabras, se estaba “cayendo a pedazos”.

Pero su enfermedad afectaba tanto su vida que con el tiempo consideró lo impensable: comer carne. Los resultados fueron espectaculares. En 24 horas ya se sentía mejor; a las 48 horas ya estaba totalmente bien. Todos sus síntomas habían desaparecido: el IBS, los dolores de cabeza, el cansancio a media tarde, las rodillas adoloridas, etc. Incluso mejoró su vista y ya no necesitó usar lentes.

Un año después, Nicholson se sentía otra persona y publicó La cura de carne (The Meat Fix), un libro donde cuenta con detalles, ingenio y humor la historia de cómo volver a comer carne después de 26 años de vegetarianismo le cambió la vida, y así pudo entender por qué una dieta saludable le había hecho daño. A los 51 años, después de 26 años de vegetariano, descubrió que un grupo pequeño pero creciente de hombres están descubriendo que el vegetarianismo no es la solución para tener salud y buenos abdominales.

Si bien es verdad que, según muchos estudios, los vegetarianos tienden a ser más saludables porque comen más verduras y legumbres y menos alimentos procesados (un estudio reciente realizado en Corea asegura que los vegetarianos tienen menos grasa corporal, menos niveles de colesterol total y del “malo” LDL en comparación con los omnívoros); hacerse vegetariano no se traduce automáticamente en la pérdida de peso.

“Los vegetarianos no necesariamente consumen menos calorías porque la carne se sustituye con otros alimentos”, dijo Lee Ann Smith Weintraub, un dietólogo de la ciudad de Los Ángeles. Y esos alimentos pueden tener muchas calorías y carbohidratos: la pizza, el pan, la pasta, las papas fritas y la comida rápida sin carne. Es este tipo de vegetariano, alguien que reemplaza la carne con chatarra poco saludable y alimentos procesados, es el llamado obesotariano.

“Es un mito que todos los vegetarianos comen muchas verduras. Muchos de los que vienen a mi consultorio comen principalmente hidratos de carbono y proteínas de leche y pocas frutas y verduras”, agregó el médico Weintraub. “Un vegetariano con una dieta balanceada, sin suficientes proteínas o fibras, suele estar insatisfecho después de las comidas, lo que puede dar lugar a comer en exceso”. Entonces, ¿puede la carne todavía ser parte de una dieta saludable? Sí, dice Weintraub, especialmente si se eligen cortes de carne sin procesar y se reducen las porciones (si la búsqueda es perder peso).

Un estudio publicado en 2012 en la revista Public Health Nutrition respalda esta afirmación: Los investigadores concluyeron que las dietas vegetarianas y las dietas basadas en plantas que permiten pequeñas cantidades de carne roja, pescado y productos lácteos se asocian con más salud que las dietas que se basan en gran medida en la carne procesada. En definitiva, es más importante lo que estás comiendo que lo que dejás de comer.

Para Nicholson, volver a incluir la carne y el pescado en su dieta, y comer menos carbohidratos y productos procesados de soja le ayudó a “bajar de peso, la grasa corporal, aumentar la masa muscular y transformar todo, desde mi vista a mi libido y mis niveles de energía”, dice en las páginas finales. “El cambio es tan profundo que es como si estuviera viviendo en un cuerpo nuevo, más joven”.

John Nicholson no era científico ni su libro propone una dieta estándar. Más bien es una explicación de cómo descubrió lo que funciona para él y quizás un ejemplo para buscar asesoramiento nutricional sin prejuicios ni fanatismos.

Fuente: Cukmi.

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