La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

Puede creerse que existe una relación directamente proporcional entre la cantidad de Planes “Vagar” y el aumento del delito.

En una serie de trabajos que viene publicando ENFOQUES POSITIVOS, el que incluirá finalmente aspectos que pueden llevar a dejar en evidencia el compromiso que tiene el actual “Modelo” kirchnerista con el notable aumento del delito en el país, en los últimos años, hoy, en el presente Editorial, se reflexiona acerca de uno de los componentes de ese “Modelo”, cual es el de la entrega de ayuda social a cientos de miles de familias, a través de varios planes, uno de ellos, tal vez el más conocido, es el Plan Trabajar, el que, por sus características tan especiales, ha sido irónicamente bautizado por la cultura popular, como “Planes Vagar”, denominación que hace que no deba explicarse mucho su significado.

Así como hay mapas del delito, también hay gráficos que denuncian los lugares donde más planes del tipo señalado, se entregan en la Argentina. Pero, de ahí a establecer una relación directa entre esa ayuda y el aumento del delito, no resulta tan sencillo, porque hay sectores geográficos que reciben una importante cantidad de planes, pero en esos distritos no necesariamente pueden producirse las consecuencias buscadas en el estudio.

Ocurre que sí podrán comprobarse, en las cercanías de esos lugares beneficiados, un incremento del delito, pero no de los más graves. Se manifiestan sí, riñas entre vecinos, faltas no despreciables porque en ocasiones terminan con la muerte de algunos de los involucrados; también robos al nivel de la precariedad del patrimonio de los que habitan el sector, pero no hay hechos importantes sino aquellos que normalmente son provocados por alcoholizados o drogados, o sencillamente por desocupados que están ociosos.

Y es que, no en todos los casos, los sectores mejor favorecidos con los planes sociales aludidos, cuentan en sus cercanías inmediatas, con los lugares más atractivos para cometer los delitos de los que más se ocupan los Medios de Comunicación. En buena parte de los casos, sus habitantes no cuentan con más ingresos que los magros que les brindan los planes en cuestión.

Hay otros sectores donde sí hay una cercanía geográfica, entre los beneficiarios y las víctimas más apetecibles para los delincuentes.

Obviamente, no es automática la relación entre una y otra cosa, porque habrá muchas personas que piden o aceptan los beneficios y su intención no es, de ningún modo, delinquir. Se conocen casos, además, de familias enteras, compuestas por varios miembros, que se han organizado de tal modo que pueden todos vivir sin trabajar. Unos toman un plan, el otro uno distinto, para las embarazadas, para las madres solas, y para otro integrante que dice estar a cargo de los chicos, los planes asistenciales para escolares, pagos por hijos, etcétera.

De allí que los hoy ya muchachones, de hasta más de 20 años de edad, nunca han visto salir a trabajar a sus padres por la mañana, recibiendo un pésimo ejemplo. ¿Qué cultura del trabajo pueden tener estos jóvenes? Sus padres aprovecharon la estrategia política de los gobernantes, sistema que como nunca nadie, ha implementado el kirchnerismo desde su instalación en el poder, por el cual se procura tener cautiva a una importante cantidad de personas, con estas ayudas que en definitiva no lo son, mirando a la distancia y reflexionando acerca de qué es lo que fundamentalmente necesita la gente, tal como la educación, formación en valores y enseñanza de oficios.

Habrá además que distinguir la modalidad delictiva existente en el país, pero en especial en todo el área metropolitana, la que va de esas riñas vecinales a las que se alude más arriba, hasta el delito organizado, con importante infraestructura de información, comunicación y armamento.

Obviamente esta última modalidad, obedecerá a otras cuestiones que también pueden tener mucho que ver con la Política, pero en este comentario se trata la parte del delito que pueda estar relacionada con la desmedida y arbitraria entrega de planes de asistencia social.

Y el segmento delictivo que queda en el medio, es la modalidad que ponen en práctica aquellos que, estando ociosos y necesitando mantenerse económicamente, en un nivel algo superior al que le permiten las ayudas sociales, se largan a asaltar o a secuestrar, pero sin un sistema altamente desarrollado. Ese es el nivel de delito en donde más influyen los planes sociales que permiten que la gente no trabaje y malgaste su tiempo en reuniones en el barrio, entre los jóvenes, quienes así terminan planeando diversos ataques sobre los objetivos que, siendo mucho más atractivos que su mismo barrio, estén en los lugares más accesibles para ellos. Y desde donde también les sea más fácil volver a sus casas, para esconderse, lugares donde normalmente no entra la Policía.

De allí los asaltos rápidos y al voleo que suelen hacerse, y que casi siempre, por inexperiencia y falta de preparación y planificación adecuada, terminan con la muerte de las víctimas. Además, por hallarse drogados o alcoholizados los ejecutantes, nunca es posible conocer qué tipo de reacciones tendrán ante la primera complicación en los hechos. Y en ocasiones ni siquiera se hace necesario la existencia de una complicación, para hacer que ellos terminen matando a sus víctimas.

Es decir, y aquí volviendo a la responsabilidad de los gobernantes, debe considerarse que estos procuran entonces no sólo someter económicamente a las personas de quienes necesitan sus votos, sino también mantenerlos en la mayor ignorancia posible. Eso es lo que se conoce como “voto cautivo”, que es el que se obtiene con el mantenimiento de la pobreza y una deliberada y total falta de formación e información en los sectores carenciados. Es decir, que estas víctimas de los indecentes e inescrupulosos políticos, son realmente pobres de toda pobreza…

Temas para la reflexión, los que, como queda expresado al comienzo de esta nota, se irán ampliando en las próximas Ediciones de ENFOQUES POSITIVOS.

Fuente: Enfoques Positivos.

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