La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas. |
Falsa imitación de Fidel Pintos. Por Humberto Bonanata. |
El ícono de la fantochada y el hazme reír de los argentinos nació un 28 de febrero de 1905. Hoy tendría 102 años. Porteño típico, en 1940 creador de “sanata”, un personaje que sabía de todo y no decía nada. En la década de sesenta lo siguieron “el peluquero” junto a Javier Portales y sus magistrales “versos” en Polémica en el Bar.
Daba clases de todo sin decir nada.
Décadas después los argentinos presenciaríamos, muchos de nosotros sin quererlo, una falsa imitación al maestro del “decir nada”.
Fidel era sano y mentiroso, pero no era presidente. Siempre “verseaba” desde la mesa de un bar, cara a cara con sus contertulios que no entendían nada pero asentían a sus “chantadas”.
Sabía de todo sin fundamentos de nada.
No convencía a nadie pero dejaba la duda. Era amigo de los poderosos y capaz de dirigir a la selección nacional de fútbol.
Podía ser presidente porque tenía las soluciones, aunque desde la “humildad de los grandes” nunca atacaba a nadie ni creaba enemigos.
No se refugiaba en atriles para amedrentar a sus adversarios porque los convencía en la mesa de un bar.
Imaginamos que desde donde se encuentre, el jueves 1 de marzo se habrá sentido triste.
Por ver como una máxima autoridad ¿republicana? trataba de emularlo al propalar un mensaje prepotente, soberbio, de barricada y de campaña para tratar de consagrarse junto a su mujer como el matrimonio reinante de la Argentina por cuatro años más.
¿Podrá? No depende de él ni de su banda seguidora. Depende de la madurez republicana de la oposición. Esa misma oposición que comenzó a despertar de su letargo no por virtudes propias sino porque a un hombre del gobierno –Jorge Telerman- se le ocurrió convocar a elecciones para Jefe de Gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires para el 3 de junio, con ballotage para el 24 del mismo mes.
Todos sabemos que la Argentina de federal tiene sólo sus postulados, que Dios está en todas partes pero que todas las noches duerme en la Capital Federal.
Y comenzaron a despertar todos. Macri se subió a una tarima en Villa Lugano junto a una niña de ocho años para demostrar su sentimiento popular. No hacía falta porque es presidente y buen administrador del club de fútbol más popular de la Argentina. Melina estaba de más y Macri reconoció su error.
Por otro lado, Daniel Filmus, no Firmus como escriben los pintores oficiales que ni conocen a quien postulan sigue remando sobre la arena. Sólo tratará de lograr “la gran Bielsa” –tercero cómodo- para después negociar sus votos y legisladores en la segunda vuelta y apoyar a Telerman. Son más de lo mismo, ambos serviles de Kirchner que tratarán de repetir la aventura de Ibarra hace cuatro años para sepultar definitivamente a Macri.
El presidente de Boca Juniors como político tiene para mostrar sólo eso, ser eficiente presidente de Boca.
Su entorno se resbala en los charcos cuando llovizna y no conoce las líneas de colectivos. Son políticos “de la mesa servida y la gloria barata” que lo mejor que pueden hacer para que su jefe triunfe, es eso… no hacer nada. Son “patos criollos” que no pueden asesorar porque no conocen las verdaderas necesidades de los porteños.
Como si fuera poco se suma Elisa Carrió a la carrera del sillón de Torcuato de Alvear, acompañada por el criador de caballos “pura sangre”, Enrique Olivera. Aunque no sea su deseo, dispersará el voto “progre” anti Macri y será funcional a un eventual triunfo de éste en primera vuelta.
Eso preocupa en Balcarce 50 porque una derrota en Buenos Aires puede desmadrar el proyecto “Kristina 2007" y obligar al “amo del feudo” a jugar su reelección con resultado incierto, no sólo el 28 de octubre sino durante su eventual primer año de mandato.
Kirchnerlandia está “atada con alambre” a través de los distorsivos subsidios a las empresas de servicios públicos que no sólo los prestan mal y tarde sino que llevan a sus usuarios a pensar que “con el Estado estábamos mejor”.
Si la oposición en su conjunto asume su rol constructivo y sólo piensa en un proyecto común frente al “diluvio que puede venir”, los argentinos recuperaremos la República perdida con el golpe de estado del 20 de diciembre de 2001 y podremos volver a mirar hacia arriba del mapa.
Caso contrario, Hugo Chávez llenará Ferro o el Luna Park mientras George Bush seguirá marcando como el confín del sur de América a Brasilia.