La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas. |
Fraude perseguirás. Por Christian Sanz. |
Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien". Víctor Hugo, novelista francés
Sigue festejando el kirchnerismo el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones del domingo 28 de octubre próximo pasado. El oficialismo no puede creer aún, no sólo que Cristina se haya impuesto con tanta facilidad ante los candidatos de los demás partidos políticos, sino el hecho de que el fraude cometido no hayan generado el escándalo que merecía la situación.
La tibieza de las primeras denuncias, ocurridas el mismo día del comicio nacional, fue tomando color a lo largo de la semana, gracias a la aparición -y acumulación- de nuevos señalamientos referidos a innumerables irregularidades. Hubo faltante de boletas de la oposición, votación por parte de personas fallecidas, manipulación por parte de ciertas autoridades de mesa y manipulación de datos estadísticos, entre otras cosas.
"La idea no era hacer un gran fraude, sino asegurarse de que Cristina pudiera pasar los 40 puntos para no tener que ir a una segunda vuelta (.) El kirchnerismo no puede abandonar el poder en estos momentos, ya que están a mitad de camino de algunos negocios (muchos de ellos con Venezuela) y dejarían algunos flancos abiertos por los cuales podrían terminar presos. El temor del gobierno de perder ante un posible ballotage era real, creeme", aseguró una histórica fuente de Casa de Gobierno a este periodista a pocas horas de que ganara la esposa de Néstor Kirchner.
Al testimonio del funcionario se agregaron las confesiones de una fuente de la justicia electoral, un empleado del ministerio del Interior y los titulares de una consultora a la cual el Gobierno le pagó durante largo tiempo una importante suma de dinero a efectos de ver reflejados en las encuestas números afables al oficialismo.
El huevo de la serpiente
Todo comenzó con la instrucción "precisa" por parte de Víctor Santa María (1), titular del sindicato que agrupa a los encargados de edificios, para que los telegramas enviados a los presidentes de mesa no llegaran a destino. "Los porteros jugaron un papel fundamental para que la notificación no fuera recibida por las autoridades convocadas (...) No sucedió en todos los casos, pero sí en muchos de ellos", aseguró una de las fuentes oficiales consultadas para esta investigación.
Acto seguido, para justificar lo que vendría después, se hizo correr el rumor a los medios de información de que había habido un rechazo de 15.249 telegramas sobre un total de 17.751 enviados a las eventuales autoridades de mesa. Esto permitió que se pudieran poner "a dedo" a algunos punteros del Frente para la Victoria en lugares "clave", los cuales se presentaron supuestamente de manera espontánea para ofrecerse a ocupar los cargos que habían sido rechazados.
"Pero hay algo que les falló, ya que mucha gente se presentó de manera voluntaria para cubrir las vacantes y, sin justificación alguna empezaron a enviarlos de nuevo a sus casas", admitió una de las fuentes consultadas.
Así y todo, el fraude funcionó a la perfección gracias a la abultada billetera oficial y de la mano de los ya mencionados "punteros". Las boletas de los candidatos opositores comenzaron a "desaparecer" de los cuartos oscuros y las autoridades de mesa de ciertos distritos puntuales optaron por aconsejar a los disconformes concurrentes que votaran por los candidatos cuyas "sábanas" no se habían evaporado. Muchos se negaron a hacerlo y sus votos debieron ser anulados, ya que sus DNI habían sido sellados mientras estaban en el cuarto oscuro.
Es dable destacar que en distritos como Capital Federal y Córdoba, donde el voto era esquivo al Frente para la Victoria, la apertura de las mesas se retrasó cerca de dos horas para que muchos se decidieran a no votar, especialmente las personas mayores de edad. En el mismo sentido, hubo en esos distritos pocas mesas y aulas habilitadas a efectos de que los votantes se cansaran y no emitieran sufragio.
En Córdoba capital directamente no hubo previsión de dinero para los presidentes de mesa, por lo cual muchos de ellos no acudieron a ocupar sus cargos. Sus lugares fueron ocupados por punteros políticos, quienes fueron trasladados en camionetas para ser los primeros en llegar y tener el deber de quedarse como "presidentes de mesa".
A pesar de lo que se quiere hacer creer, no han sido hechos aislados ni "pequeñas desprolijidades", sino algo muy bien aceitado y maquinado por el propio oficialismo. Prueba de ello es que, a pesar de la gran distancia entre algunos distritos con "problemas" en la elección, la metodología fue casi calcada. Veamos algunos de los testimonios llegados a esta redacción. Son sólo tres de los más de cien colectados, la mayoría de ellos de manera anónima.
La arquitecta Patricia Lazzeretti, vecina de la localidad de José C. Paz e interminable denunciante de la corrupción de esa zona del conurbano, ha sido una de las pocas personas que se animó a dar testimonio con su nombre y apellido sobre el fraude cometido: "Casi el 90% de los presidentes de mesa eran de la patota oficialista. La mecánica utilizada fue la siguiente: algunos presidentes de mesa llegaban a su mesa y se encontraban con una persona ya sentada en el lugar. Y haciendo la típica avivada argentina, si ya había alguien que hacía de presidente ¿para qué se iban a quedar, si ya había un responsable? Obviamente se iban a casa a preparar un asadito para el mediodía".
El testimonio de Lazzeretti ha sido casi calcado al de otros testigos del fraude en diversas zonas del conurbano. La mayoría de ellos fueron enviados de nuevo a su casa a pesar de haberse ofrecido desinteresadamente a cubrir los puestos requeridos por el Gobierno.
Por otro lado, hubo no menos de 30