La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas.

El Alcatraz argentino.

Por Romina Soledad Giuffré.

Es la réplica de la penitenciaria estadounidense. Sus paredes guardan las historias de miles de personas que fueron detenidas por su forma de pensar. Presos políticos según los militares. El gobierno la describió como "Un hotel cinco estrellas para la regeneración de los encausados" pero más que un hotel de lujo, fue el escenario ideal para una película de terror. Película real que dejó un estigma en la sociedad.

La "majestuosa" cárcel se comenzó a construir durante el gobierno de Arturo Frondizi - 1958/1962-, pero recién durante la dictadura militar - 1976/1983- se aceleró el proceso de habilitación para trasladar a ella los detenidos durante esa época.

Fue inaugurada solemnemente el 23 de abril de 1979 por, el entonces Ministro de Economía, Alberto Rodríguez Varela. Su ubicación ofrecía una vista que muchos argentinos podíamos envidiar: en una de las torres permitía observar el río y en la otra se veía un hermoso paisaje panorámico de la ciudad.

La superficie total es de 85.000 m2 cubierta. Consta de dos torres. Cada una constaba de 22 pisos, 2096 celdas individuales de 2.30 m. por 1.30. De ellas 1360 fueron destinadas al alojamiento permanente de los presos, mientras que 140 tenían puertas macizas y se usaban como "celdas de castigo". También estaba formada por 14 ascensores, 16 patios de recreo, 60 locutorios y 20 talleres de trabajo.

El discurso prometía entre otras cosas, que los detenidos no notarían su condición de tal. Según declaró Rodríguez Varela, "Esta cárcel con sus modernas instalaciones, que permiten al interno dedicar sus horas de encierro al trabajo, al estudio, la meditación o el deporte s