La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas. |
Yo Acuso. Por Malú Kikuchi. |
1º acto.
Emile Zolà (), fundador del naturalismo literario, enorme escritor francés, responsable de éxitos fenomenales como "Naná" o la ciclópea "Les Rougeon Macquart (20 novelas en 31 tomos), es quizás más conocido por una carta abierta, "J´accuse", dirigida al presidente de Francia, Félix Faure.
París, 1894, el capitán Alfred Dreyfus (), oficial del Estado Mayor General francés, es acusado de vender secretos militares a Alemania. La traición existió y había que encontrar un culpable. Dreyfus era judío, lo que lo convertía en sospechoso. El juicio fue una farsa, la condena a Dreyfus, una afrenta a la justicia.
Zolà indignado, decide hacer algo. El 13 de enero de 1898, en el diario "La Aurora", publica una carta abierta al presidente de Francia. El título es, "J´accuse", y el escritor acusa uno por uno a los responsables del juicio amañado y mentiroso que condenó a Dreyfus. Zolá es enjuiciado por el "Yo acuso" y condenado al exilio. Pero el caso se reabre, y finalmente, Dreyfus es reivindicado en 1912.
2º acto.
Buenos Aires, Plaza de Mayo, noche del martes 25 de marzo 2008. Como respuesta al paro agropecuario, y después de meditar durante 5 días de vacaciones una respuesta a las demandas del campo, la Presidente Cristina Fernández pronuncia un discurso lleno de soberbia, duro, ofensivo e intolerante. La gente del campo se indigna. La gente de las ciudades, también. Salen a la calle a manifestar su repudio, con cacerolas. En paz.
Muchas personas convergen hacia la Plaza de Mayo, eterno escenario político del país. En paz. Sin provocar incidentes. Algunos, o todos los que miran desde la Rosada, se asustan. La gente en la calle, auto convocada y en contra de algo, siempre asusta. No se la puede manejar. Aunque se manifiesten en paz. A alguien, ¿quién?, se le ocurre recuperar la plaza para el gobierno, usando a D´Elía y sus piqueteros.
D´Elía llega con su grupo, empujando, insultando, golpeando a las personas que se expresaban con cacerolas, y en paz. Hay fotos y videos que prueban el accionar violento e ilegal de D´Elía. La policía presente, no hace nada. El Estado Nacional, ausente. O, dando permiso. Permiso a D´Elía y a sus piqueteros.
El 26/03, por varios medios de comunicación, D´Elía dice: … "tengo un odio visceral contra los blancos de Barrio Norte" … "lo único que me mueve es el odio contra la puta oligarquía" … "sépanlo de mi boca, ustedes piensan que nosotros somos inmundicia, escoria, barbarie. Tengo el mismo odio que ustedes los del Norte nos tienen a nosotros, lo único que me mueve es el odio contra ustedes".
3º acto.
No pretendo ser Zolá, sólo pretendo ser una ciudadana conciente.
Acuso al Estado Nacional por inacción para defender a sus ciudadanos.
Acuso al ministro de Economía y Producción, Martín Lousteau, por aumentar por decreto las retenciones a la soja y llevarlas a un nivel francamente confiscatorio (44,1%); sin el aval del Congreso, de manera anticonstitucional.
Acuso al ministro de Economía y Producción, Martín Lousteau, por abandonar el país en medio de un incendio provocado por él, para irse en Semana Santa de vacaciones a Buzios.
Acuso a los fiscales de la República ¿existe todavía la República?, por no denunciar aquello que debe ser denunciado, y por no acusar a los violentos por la violencia ejercida sobre pacíficos manifestantes.
Acuso a los fiscales por no indagar de donde provienen los fondos para la cara logística de los piqueteros de D´Elía. ¿Es cierto que sin ser funcionario tiene un despacho en la Comisión Nacional de Vivienda Social -cuyo presupuesto es de $14.500.000- y depende de Alberto Fernández?
Acuso al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y a su presidente, María José Lubertino, por no haber llamado la atención y sancionado en alguna forma a Luis Ángel D´Elía a raíz de sus declaraciones discriminatorias, xenófobas y racistas.
Acuso al ministro de Justicia, Seguridad y DDHH, Aníbal Fernández, de quien depende la Policía Federal, por no haber contenido y evitado el accionar violento de D´Elía y sus piqueteros. Dice que no hubo zona liberada. Parece que la hubo.
Cuenta un periodista del diario La Nación (27/03/08) haber escuchado: … "corriendo para evitar ser agredido, un manifestante le grita a la policía apostada en el costado de la plaza: ¡hagan algo!, y un policía contesta: no tenemos orden".
Acuso al Jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, por disculpar el accionar violente de D´Elía diciendo: … "no carguemos las tintas sobre D´Elía. Salió a manifestarse como los demás". Pequeña aclaración: "los demás", no salieron de la Rosada después de escuchar el discurso de la Presidente, los demás salieron de sus casas.
Acuso al Jefe de Gabinete de Ministros, Alerto Fernández, quien le respondiera a un periodista (24,22hs del 29/03/08), "la ley de abastecimiento (nº 20680 de 1974) creo que está en vigencia", amenazando veladamente con usarla contra el campo. Lo que tendría que estar en vigencia sin la más mínima duda, es la Constitución Nacional, artículo 14: "todos los habitantes tienen derecho a…comerciar…"
Acuso a la Presidente de la Nación, Cristina Fernández, por ser directa responsable de la acción o inacción de sus colaboradores, seleccionados por ella para cumplir con los roles que les han sido asignados. Roles que no se cumplieron, dejando a los ciudadanos pacíficos, indefensos ante el ataque de D´Elía y su grupo.
Acuso a la Presidente de la Nación, Cristina Fernández, por haber permitido que D´Elía fuera invitado al palco de personalidades en Parque Norte (27/03/08), para escucharla hablar. Invitación hecha después de conocer los atropellos físicos y orales perpetrados por D´Elía, en desmedro de otros argentinos que manifestaban en paz.
No acuso a Luis Ángel D´Elía. Es lo que es, hace lo que hace, dice lo que dice. Reconoce sin pudor lo que hizo, lo que hace y lo que piensa hacer. Sus acciones y sus dichos no necesitan acusaciones; se acusan solos. De D´Elía se tendría que ocupar la Justicia. Lo terrible es que en Argentina hay Poder Judicial, lo que no sabemos es si hay Justicia.
Fuente: La caja de Pandora.