La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas. |
La Interna Progresista II. Por Nicolás Márquez. |
En un artículo que titulé “La Interna Progresista” (y que fuera publicado en NOTIAR el 27 de abril del corriente) se detalló que las venideras elecciones capitalinas constituían una riña entre tres facciones progresistas, en donde apenas, imperceptibles matices, los separaban ideológicamente entre sí.
En el marco de esta disputa trilateral, había una fuerza manifiestamente oficialista (capitaneada por Filmus), otra conformada por una oposición de plastilina o semidisidente (el Pro), y la coalición Telerman-Carrió que se ha constituido en una oposición real, aunque más por una decisión de Kirchner (que rechazó a Telerman en todo momento) que por convicción del Alcalde actual.
Las cartas están echadas, comienza la veda electoral y sólo quedan como referencia las últimas encuestas que muestran a un Macri con una entrada asegurada al ballotage, y un virtual empate técnico entre el candidato del régimen Daniel Filmus (apoyado con toda la parafernalia oficial en el cierre de campaña en un Luna Park colmado de activistas rentados) y un vapuleado Jorge Telerman que, al igual que le sucediera a Enrique Olivera en el año 2005, se le llevó a cabo una furibunda operación de prensa a efectos de debilitarlo.
No hay nada por hacer, sólo esperar. Si Filmus ingresa al ballotage, el gobierno además de agigantar su ego y su euforia descansará en una segunda vuelta “entre amigos”. Si por el contrario, ingresa Telerman a la misma, para el gobierno será un fuerte revés al quedar desplazado de todo protagonismo y en este caso, la interna progresista tomará mayor temperatura no en el plano ideológico se entiende, pero si en el político.
La Capital Federal es un mundo aparte, y no siempre ha marcado un punto de referencia.
En la vida electoral argentina, el triunfo más aplastante registrado fue el de la fórmula Perón-Perón en 1973, en donde el tirano en su regreso obtuvo el 62.8% de los votos, arrasando en todo el país, menos en la Capital Federal donde el candidato peronista, Marcelo Sánchez Sorondo perdió la senaduría contra el entonces joven Fernando de la Rúa.
Mutatis mutandis, en el año 2005, el aparato clientelista y prebendario hoy en manos del matrimonio gobernante ganó (con guarismos más modestos) en todo el país, pero en la Capital Federal salió tercero (el colocador de bombas confeso Rafael Bielsa apenas obtuvo el 20% de los votos contrastando con el casi 40% que obtuvo el Frente para la Victoria a nivel nacional).
Vale decir, en la interna centroizquierdista que se disputa en la Ciudad de Buenos Aires, sea cual sea el resultado (salvo para quienes tienen intereses creados en torno a ellos), no hay margen para grandes euforias ni para dramáticas decepciones. En mayor o menor medida, todos los protagonistas de esta puja han estado vinculados entre sí en el pasado reciente.
Telerman con Ibarra (en calidad de Vice-Jefe), Ibarra con Filmus (en esta elección comparten la lista), y el “Grupo Macri” ganaba las licitaciones otorgadas por el gobierno de Ibarra.
“En el mismo lodo todo manoseado” reza el imprescriptible tango de Enrique Santos Discépolo, y mientras los progresistas se disputan el poder cual botín de guerra, la oposición auténtica conformada por miles de ciudadanos prosigue huérfana de líderes tratando de escoger por el aparente “mal menor”.
El domingo por la tarde, tras las 18.00 horas en donde se empiecen a vociferar los “boca de urna” y comiencen a llegar los primeros cómputos, todo será historia repetida: Macri se mostrará triunfador y su estado de ánimo dependerá no del triunfo en sí (algo que ya está asegurado) sino del margen que logre sacarle al segundo.
Filmus, por su parte dirá a las 18:02 que entró al ballotage y, desde el bunker de Telerman se dirá lo contrario, o sea que también (según sus datos) son ellos quienes ingresan al ballotage. Hasta pasadas las 22.00 horas, todo será mera especulación entre los progresistas contendientes que se mostrarán triunfantes en sus respectivos comandos.
Recién a medianoche se verán los datos definitivos en los diarios y noticieros, y comenzará una nueva carrera de cara al 24 de junio en donde los medios no exaltarán tanto el triunfo de Macri ni tampoco dicha victoria será primicia rimbombante, pues lo único verdaderamente relevante que subyacerá en los titulares del lunes 4, será la noticia que informe si el gobierno ingresó o no en la segunda vuelta.
Ese y no otro será el hecho político de la jornada.
Nota: Nicolás Márquez, abogado, autor de los libros “La Otra Parte de la Verdad” y “La Mentira Oficial”
Gentileza de www.nicolas-marquez.com.ar